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Hot Wheels Unleashed Review: Se ceba y no es el mate ¿Qué es?

Cuando la firma Hot Wheels irrumpió en el mercado de los juguetes, allá por la década del 60, con esa famosa colección de 16 autos metálicos con diseños novedosos, se sabía que algo bueno podía llegar a desembarcar en el mercado.

Con el paso del tiempo, comenzó a instalarse el nombre entre los coleccionistas, con más modelos raros, y el target comenzaba a correrse más hacia los grandes que los chicos.

Así, la compañía ya era franquicia y la marca pisaba fuerte. Y llegó a las primeras consolas, los 8 bits eran testigos de las pistas con giros, bestias y máxima velocidad. Hot Wheels empezaba a despegar en el gaming, por los ´80, con la Commodore 64. Menores abstenerse.

Y fíjense el recorrido, que hoy, año 2021 estamos haciendo una nueva review de otro juego de Hot Wheels, y con todos sus componentes. Adrenalina, turbos, derrapes y mucho azar.

Hot Wheels: Unleashed esta disponible para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X/S, PC y Nintendo Switch.

Mi lugar llamado vértigo

Así cantaba U2 y se preguntaba ¿Dónde está?, pues justo acá. Este lanzamiento es algo sencillo, pero a la vez duro. No deja de ser un arcade, pero los reflejos son todo, la reacción tardía no es bienvenida. En esta entrega nos encontraremos con carreras cortas, pero con desafíos intensos. Para pasar al siguiente nivel, tendremos que cumplir ciertos objetivos como salir primero o llegar al podio. Y uno puede pensar, “papita pal loro”; si, las ganas.

El drift es fundamental para recargar turbo

Cuando llegó el proyecto, me senté con la intención de relajar y terminé tilteado de tanto reiniciar, más allá de ser una vulnerabilidad mía (no se rían).

Pero en verdad, parece fácil y no lo es. La velocidad te pone tenso y no te permite bajar un cambio, literal y metafóricamente. No podía ser de otra manera.

De todas formas, no es cuestión de acelerar e ir para adelante. El manejo es importante y el control del vehículo aún más, el timing lo es todo. ¿Cuántas veces de chicos nos pasó que nuestro autito metálico salía volando de la pista? Bueno, no es necesario que siga escribiendo.

Un mundo en miniatura

Al momento de salir a pista, el acabado final está muy bien logrado. Los distintos escenarios nos hacen sentir que realmente estamos andando en un «juguetito».

Es un juego pensado para nuevas generaciones, pero no se pierden detalles en consolas un tanto más viejas. Colores por todos lados, brillos, sol, neones; nos harán más placentero el recorrido.

La sensación de velocidad es realmente buena

Por otra parte, los autos se pueden personalizar a gusto, es un poco tedioso porque hacer algún diseño sencillo puede llevar una buena cantidad de minutos, pero las distintas pinturas y calcomanías hacen que nuestro modelo sea único. Y atención con las características de cada coche, ya que algunos son más rápidos, otros son más estables y otros tienen mejor impulso; es cuestión de agarrarle la mano a uno y mejorarlo. Por cierto, hay más de 60 autos en total que se van desbloqueando con puntos, y esto es algo a favor. Si bien existe un pase de batalla que sale unos 30 dólares en PSN y algunos DLC exclusivos, con las carreras ganaremos dinero virtual para abrir cajas y obtener recompensas, hoy donde todo es pago, es para destacar. A fin y a cabo seguimos coleccionando.

Y qué decir de las pistas, siempre fueron el verdadero atractivo de esta marca, es como estar en una montaña rusa permanente. Pero hay que tener precaución con los objetos que nos pueden dejar fuera de competencia o, por el contrario, potenciar nuestra performance, todo es una lotería si venimos a fondo.
Donde rompe el esquema es en la edición de circuitos, tendremos la posibilidad de ir a nuestro sótano para armar la pista de nuestro sueño. Absolutamente todo es combinable, obstáculos, uniones, curvas y turbos; aunque le tendremos que dedicar mucho tiempo para poder dejarlo como realmente queremos, pero lo bueno se hace desear.

La parte visual es bella y los escenarios nos hace sentir un juguete

Un poco meh

El sonido cumple su objetivo, no es fundamental en este apartado. El audio es básico y la música lleva un ritmo rápido, como debe ser, ya que estamos circulando a toda velocidad sin poder siquiera respirar.
Distintos estilos, con un mix de electrónica, serán complementos necesarios a la hora de pisar a full nuestro acelerador.

Un puntito desfavorable es que los sonidos de los motores son bastante genéricos y eso podría marcar una diferencia.

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