Un desarrollo debut del estudio indie italiano Invaders Studios nos presenta un juego de tipo survival horror en tercera persona entretenido de estilo de los noventa, pero con algunos altibajos.
Disponible para PC y Xbox One y PlayStation 4.
Cuenta la leyenda que este juego empezó como un proyecto de un grupo de amigos de hacer un remake del Resident Evil 2 fanmade…. todo iba bien hasta que los muchachos de Capcom se enteraron y todo empezó a ir mal. Los japoneses anunciaron un remake oficial del Resident Evil 2 y les mandaron una cartita a estos italianos para que amablemente cancelaran el desarrollo del juego que estaban haciendo o iba a traerles consecuencias.
El estudio indie (el cual contaba con diez personas) decidió no tirar por la borda el trabajo realizado y decidieron adaptarlo y hacer un juego muy parecido al dichoso juego de horror de los ‘90 pero sin problemas de copyright ni presupuestos millonarios para el desarrollo.
Historia: otra vez esos laboratorios secretos haciendo de las suyas.
El juego se desarrolla en un pueblo rural ficticio de Estados Unidos llamado Racoon Ci… no, no, perdón. Me confundí. Keen Sights se llama el pueblo, y queda en Idaho. En ese pueblo tiene su base el malvado laboratorio Hexacore, que ha creado un virus que genera mutaciones en seres humanos transformándolos en zombis antropófagos. Virus que, como no podía ser de otra manera, tras una incursión de un grupo terrorista se escapa y se esparce por el pueblo generando una epidemia zombi sin control.
En el desarrollo de la trama encarnaremos a tres personajes, el agente Liev del grupo paramilitar S.T.A.R.S. H.A.D.E.S., el piloto Raven del mismo grupo y Sam, un guardabosque local. Los cuales irán avanzando por caminos lineales atestados de hordas de zombis tratando de resolver la situación sin morir en el intento.
La historia es claramente un guiño a la trama del juego de Capcom, y estará lleno de íconos memorables de la saga Resident Evil como las clásicas máquinas de escribir, los puzles sin sentido y hasta esos enemigos a los que le podíamos volar la cabeza de un escopetazo.
Graficos y sonidos: una de cal y una de arena
Los gráficos son uno de los puntos más flojos del juego. Texturas que no se cargan correctamente, líneas poco definidas, bordes poligonales con mala terminación, escenarios sin detalles interesantes y personajes con cara inexpresiva de maniquí. Más allá de eso el juego logra generar una atmósfera tenebrosa y mantenernos en suspenso durante casi todo el juego.
Respecto al sonido: los efectos de sonido son bastante buenos. La banda sonora acompaña muy bien y tiene detalles que la hacen sobresalir por encima del resto del juego. El único punto flojo son los diálogos, hay algunos que son tan malos y cargados de cliché que dan risa.
Jugabilidad: menos movilidad que un zombi
El juego fue desarrollado con motor Unreal, que da herramientas para generar fluidez de movimiento durante el desarrollo. Herramientas que en este juego parecen no haberse utilizado.
La movilidad de nuestro personaje es más dura que un palo de escoba. El botón para correr no nos da más que un trotecito de calentamiento y el sistema de combate cuerpo a cuerpo mitad de las veces está fuera de coordinación entre el enemigo y nuestros dedos. Sin contar que el sistema de puntería horroroso hará que la mayoría de nuestros disparos apuntados a la cabeza simplemente impacten en otro lado. Más allá de eso, explotarle la cabeza de un escopetazo a un zombi sigue siendo satisfactorio.
Por otra parte, el juego presenta también cosas buenas como gran cantidad de coleccionables, un sistema de recarga bastante realista en el que debemos cargar los cargadores con munición antes de utilizarlos y un menú de mapa e ítems adosado a un dispositivo electrónico en nuestra muñeca que no pausa el juego y lo hace más realista.
Conclusión
Daymare: 1998 surgió como un juego fanmade frustrado de Resident Evil 2 que se tuvo que convertir en otro juego, un forzado intento de homenaje para no caer en el plagio.
El juego es un esfuerzo muy digno para un estudio debutante con solo 10 personas, pero está bastante lejos de competir con un juego AAA como Resident Evil. Le falta desarrollo y pulido, los gráficos y la jugabilidad son realmente flojas, pero igualmente es un juego disfrutable. Recomendado para amantes de los juegos de horror y para los nostálgicos de 30 y pico como yo que crecimos jugando a matar zombis.