Esto debería ser ilegal. Ningún ser humano debería tener acceso a Tetris Effect Connected en una consola portátil. Tanto Tetsuya Mizuguchi (el cerebro detrás de Rez, Lumines y Child of Eden, entre otras célebres falopeadas) como la gente de los estudios Monstars y Resonair deberían sentirse culpables por lo que acaban de liberar sobre el mundo.
Pero primero, un poco de contexto: Tetris Effect salió originalmente como exclusivo de la PS4 en noviembre de 2018, con su principal punto de venta siendo el soporte para PSVR combinado con el estilo visual tan lisérgico y particular de Mizuguchi. Versiones de PC y Xbox la siguieron, con esta última recibiendo una versión extendida llamada Tetris Effect: Connected en noviembre de 2020.
Connected agrega una variedad de modos multiplayer, tanto los clásicos y esperables de cualquier edición de Tetris, así como algunas novedades muy interesantes. Casi un año después de su salida en Xbox, Connected se hace presente en el resto de las plataformas como un update gratuito. Excepto en la Switch, que está recibiendo el juego por primera vez.
¿Qué tal está el port, entonces?
AHÍ VIENE EL EFECTO
Me complace reportar que Tetris Effect se bancó el paso a hardware más limitado como un campeón. Si hay un downgrade visual con respecto a las otras versiones es francamente imperceptible, y el juego se ve increíble tanto dockeado como portátil. El framerate se siente super estable y logra mantener 60 fps incluso con una cantidad enorme de efectos visuales y partículas volando por la pantalla. Una excepción notable nomás: algunos mapas del modo Journey parecen tener un pequeño hipo al transicionar de una pantalla a la siguiente (Al margen: en mi opinión algunos de estos niveles además agregan tal vez demasiados efectos visuales al punto de distraerme un poco de la acción, pero eso no es un problema exclusivo de esta versión). Nada grave por suerte, y el resto de los modos de juego tanto single como multiplayer son una manteca.
Los controles también se sienten fluídos y tienen un feedback fantástico gracias a un rumble muy bien implementado que se sincroniza con cada acción del juego, o hasta con la música. La versión de Switch tiene además un modo exclusivo adicional de rumble mejorado, que agrega detalles extra como sentir de qué lado cae una pieza con la vibración localizada en el joycon izquierdo o derecho según corresponde. Nada que te cambie la vida, pero se aprecia.
Mecánicamente el juego se juega como cualquier Tetris moderno, con todo lo que eso implica: poder cambiar una pieza en juego por una que tengamos en reserva, poder girar las piezas por unos segundos una vez que ya las bajamos, etc. La estrella del show es una nueva mecánica introducida por Effect llamada Zone. A medida que vayamos jugando llenaremos un medidor circular al fondo de la pantalla. Una vez listo para usar tocar ZR hará que el tiempo se detenga por un tiempo limitado, y todas las líneas que hagamos durante ese tiempo se acumularán al fondo de nuestra propia pantalla. Al acabarse ese tiempo todas estas líneas acumuladas se envían al rival en un solo movimiento. Como cualquier mecánica nueva tiene su periodo de adaptación, pero agrega toda una capa extra de riesgo/recompensa muy copada al asunto.
Connected ofrece una variedad de modos single player para todos los gustos, con el Journey Mode siendo la introducción perfecta a Tetris Effect como concepto: un viaje de drogas de una horita de duración durante el cual veremos un collage hermoso de lo que el juego tiene para ofrecer a nivel audiovisual. Después, lo esperable: Time y Score Attack, modo clásico/relax (incluyendo modos que te permiten jugar continuamente sin game over), y algunos desafíos que harán transpirar hasta al veterano más curtido. Pero son las nuevas modalidades multiplayer las que vale la pena mencionar, con el modo Connected en el centro de atención. En este modo formaremos un equipo con dos jugadores más para intentar derrotar a un trío de bosses controlado por el CPU. Cuando cada jugador haya llenado una barra al fondo de la pantalla, el modo Zone se activa automáticamente. Por un tiempo limitado y por turnos cada jugador bajará sus piezas para intentar hacer la mayor cantidad de líneas posibles, que al terminar este periodo se enviarán como ataque al boss, siendo más fuerte el ataque mientras más grande haya sido el combo. La sensación de derrotar a un boss complicado gracias a la cooperación con dos desconocidos es realmente gratificante, y si bien no es ni por lejos mi modo favorito es un experimento más que interesante para la serie. El resto de los modos multiplayer son los clásicos que esperarías de cualquier edición actual de Tetris, y cuesta un poco creer que no estuvieran ahí en la edición original.
¿Mencioné ya que el juego tiene crossplay y que funciona impecable? Porque sí señor.
VOLVER A CASA
Cuenta la historia que cuando Nintendo estaba por sacar el Game Boy original en Norteamérica, un hombre llamado Henk Rogers (quien había porteado Tetris a la NES) se plantó frente al por entonces presidente de Nintendo of America Minoru Arakawa, y le propuso que Tetris viniera incluido junto a la portátil. “¿Para qué, si ya tenemos a Mario?” contestó Arakawa. La respuesta de Rogers pasaría a la historia: “Bueno, si quieren que todos los chicos compren un Game Boy, incluyan a Mario. Si quieren que todos compren uno, incluyan a Tetris.”
Para fin de 1989, Nintendo había producido y vendido un millón de Game Boys en Norteamérica.
A pesar del paso de las décadas y de las plataformas, Nintendo y Tetris siempre fueron de la mano. Con Tetris Effect Connected, una de las mejores entregas de la serie finalmente está disponible en la Switch tras una larga espera. Con el gameplay adictivo de siempre, una variedad enorme de modos de juego para todos los gustos, un apartado visual impresionante, y música genial (¡disponible en servicios de streaming!) llevo días perdidos sin poder despegarme de Tetris Effect Connected ¿Y la verdad? Tengo pensado perder muchos más todavía. Si tenés una Switch y te gusta Tetris no podés quedarte afuera.