Desarrollado por Lululu Entertainment, Henry Halfhead nos presenta una suerte de cabeza flotante a la cual acompañaremos a lo largo de su vida.
Henry Halfhead se encuentra disponible para PC, PS5 y Xbox Series X|S.
Por este motivo no quiero tener hijos
Inicialmente, Henry Halfhead nos sitúa en los inicios de Henry, es decir, en sus primeros años de vida. Henry era un niño travieso que desobedecía por completo a sus padres —o al menos una voz en off nos dictaba hacer todo lo que supuestamente estaba prohibido—. ¿Escaparse de la cuna? check, ¿Rayar el piso con marcadores? Check, ¿Salir de la habitación y destruir por completo la cocina? Re contra check.
El juego nos presenta un viaje a lo largo de la vida de Henry. Si bien comenzamos en sus primeros meses de vida, luego avanzamos a sus primeros años dentro del colegio. Muchas tareas para hacer, muchas hojas para pintar y, sobre todas las cosas, muchos objetos por destruir. Si hay algo que tiene en claro Henry es que todo puede ser un objeto de caos y diversión. Nada de lo que se interponga en su camino está a salvo.
Como desgraciadamente ocurre en la vida (a no ser que seas la hija de Marcelo Tinelli), una vez que terminamos de estudiar (cada una de estas etapas está divida en pequeños capítulos) no queda otra opción que agarrar la pala. Y, como suele ser la realidad de muchísimas personas (idem comentario de la hija del conocido conductor), Henry debe dedicar su vida a un trabajo monótono y aburrido; atrás quedaron aquellos días donde la diversión parecía ser infinita.
¿Henry?, ¿una planta?, ¿un libro? se lo que vos quieras
Henry Halfhead es un título muy directo en su jugabilidad: no debemos hacer más cosas que cumplir con determinados objetivos. Es decir, ir tachando cosas en la lista de quehaceres: hacer una montaña de juguetes, finalizar la tarea y entregarla, llegar al trabajo y fichar al salir, etc. Todo es muy mecánico. Aun así, lejos está de ser aburrido. Pasar por las diferentes etapas de Henry y cumplir con las tareas solicitadas es realmente entretenido. Y, por más que no lo parezca, quizás gracias a su corta durabilidad, en ningún momento se torna reiterativo.
La cereza del postre es que para resolver la gran mayoría de los puzzles, el juego nos permite convertirnos en los objetos que hay a nuestro alrededor. Podés ser una mesa, un cuchillo, una torta… Literalmente podés convertirte en cualquier cosa que se encuentre en tu campo de visión.
Henry Halfhead nos permite disfrutar de esta aventura tanto de manera solitaria como cooperativa (a pantalla dividida). La realidad es que la experiencia del juego no cambia en absoluto, no es esa clase de títulos que se nota que fue pensado para jugar de a dos. Esto se ve reflejado en que tranquilamente uno puede encargarse de resolver el puzzle del momento mientras el otro se dedica a interactuar con el entorno (es decir, romper más cosas al alcance). Quizás la modalidad cooperativa sea más interesante para jugar con algún pequeño de tu familia que estés tratando de meter en el mundo de los videojuegos.
¡Pero que pelado adorable!
El apartado gráfico, a mi parecer, es uno de los grandes atractivos de este título. Es raro decirlo, pero nos muestra un mundo que a priori podría sentirse minimalista, pero que en realidad está cargado de objetos.
Los colores vibrantes y el estilo cartoon de todo este universo es lo que más me lleva a pensar que el modo cooperativo está pensado por si algún niño se quiere sumar a esta experiencia.
Eso sí, por momentos, principalmente durante aquellos que experimenté la pantalla dividida, el juego terminó dándome malestar (mareos). Esto usualmente se debe a los movimientos rápidos que tienen algunos títulos, como por ejemplo el giro rápido de la cámara. De cualquier manera, no fue lo suficientemente grave como para imposibilitarme a seguir jugando.
Un buen narrador nunca falla
Si te digo The Stanley Parable posiblemente una de las primeras cosas que se te venga a la cabeza sea aquella icónica voz en off y Henry Halfhead brilla por eso. El uso de una voz en omnisciente le aporta muchísima vida al juego en su conjunto, no sólo desde un punto de vista narrativo, sino también jugable (aunque, al contrario del título mencionado previamente, esta vez debemos enfocarnos en hacerle caso en todo momento a la voz para poder avanzar).
El sonido en sí no destaca a grandes rasgos, pero sí acompaña bien la experiencia general en pantalla. Es una música “colorida” y alegre, que, sin embargo, sabe adaptarse a las diversas situaciones, incluso aquellas que lejos están de sacarnos una sonrisa.
En los tiempos que corren…
Un pequeño detalle que me gustó mucho —y que en los tiempos que corren resultan como un pequeño oasis— es que, al menos en su traducción, Henry Halfhead cuenta con lenguaje inclusivo. En estas épocas donde todo lo que pasó en el 2018 parece un lejano recuerdo, encontrarse con algo así (y más dentro de una industria dominada principalmente por sectores más conservadores) realmente se siente como un rayo de Sol.
LO MEJOR
- La voz en off al estilo The Stanley Parable es todo lo que está bien.
- La posibilidad de jugar con otra persona.
LO PEOR
- La sensación de mareo cuando se juega a pantalla dividida
- Una jugabilidad muy poco variable.