Probamos At the Gates, un nuevo juego de estrategia 4X sobre exploración y conquista diseñado por Jon Shafer, responsable de varios elementos de la saga Civilization V.
El difícil trabajo de hacer crecer a tus personajes
Comparar el desarrollo de At the Gates con Civilization es inevitable, pero mientras que este último se basaba más en la construcción y progreso de edificios, barracas y graneros; en At the Gates la atención esta centrada en los personajes.
La historia del juego no esta necesariamente pulida y se toma bastantes reservas a la hora de seguir elementos históricos reales. Nos ubica en el fin del imperio romano y el posterior surgimiento de tribus o clanes que serán las que manejemos en el juego.
Cada personaje tendrá diferentes trabajos, actividades y aprendizajes, que van desde la exploración, la agricultura, la elaboración de vinos, vigías y obviamente el de guerreros o soldados.
Los trabajadores tienen que comer y estar sanos y para ello tendrán que producir lo suficiente. Conseguir lana, piedra, algodón; etc. O conseguir oro para comprar recursos en una caravana que para cada tanto en nuestra aldea.
Tendremos dos enemigos importantes en el juego. El primer, y mejor construido, es la misma naturaleza. Los cambios de clima pueden afectar nuestro desempeño, la movilidad de nuestras tropas o la baja de nuestros recursos.
Por el otro, el peor realizado, es el enemigo romano. Los ejércitos están dispersados a lo largo del mapa y ocupan la mayor parte del territorio, pero una vez que los atacamos, no solo no ofrecen mucha resistencia; sino que tampoco buscan moverse o volver y reclamar sus lugares.
El dibujo a mano su mayor logro
Para presentar cada clan, Jon Shafer tiene dibujos muy bien trabajados de sus personajes. Algo que toma un poco de la saga Civilization, pero que aquí le da mayor importancia, más teniendo en cuenta como mencionamos que los personajes son los protagonistas y no las edificaciones.
En lo que respecta al mapa, hay algunos efectos que animan la pantalla, pero el resto termina siendo un escenario en dos dimensiones con un estilo más de dibujo a mano que digital, algo que le suma puntos siendo un título independiente. También es lindo ver como los cambios de estaciones afectan el mismo escenario, cambiando la vegetación, acrecentando las tormentas o pintando el escenario con la nieve.