Emio: The Smiling Man es la tercera entrega en la serie Famicom Detective Club tras ¿¿TREINTA Y CINCO AÑOS?? Pará, no puede ser, tiene que estar mal esto. A ver. *vuelve a leer* Mirá, efectivamente estaba bien. Treinta y cinco años. Anda la osa.
No es completamente cierto igual: los primeros dos juegos, de 1988 y 1989 respectivamente, recibieron remakes en 2021 para la Switch, y se ve que les fue lo suficiente bien como para que Nintendo diera luz verde a una tercera parte ¿De qué va la cosa?
Nos encontramos ante una novela visual de detectives, ubicada en Japón a comienzos de los 90s. Nuestro protagonista, cuyo nombre podemos elegir, es un joven recién graduado de secundaria que trabaja en la Agencia de detectives Utsugi, llamada así por su jefe, el detective homónimo. Los acompaña Ayumi Tachibana, amiga de la infancia del prota.

La historia del juego arranca con un caso extraño: un estudiante de secundaria de 15 años aparece asesinado, con el detalle de que tiene una bolsa de papel con una sonrisa dibujada cubriéndole la cabeza. Esto coincide con los asesinatos de tres estudiantes 18 años atrás, en un caso que solo se conoció como Emio, el hombre que sonríe. Aquella vez, se detuvo misteriosamente tras su tercer asesinato y nunca se conoció su identidad. Pero lo que al principio parece obra de un imitador toma un giro extraño cuando se revela que el detalle de las bolsas en las cabezas de las víctimas nunca había sido revelado al público. Así comienza la carrera contra el tiempo por encontrar a Emio, cuya figura solo se enalteció desde entonces hasta convertirse en una leyenda urbana.
Desde el primer momento me sorprendió gratamente el tono que maneja Emio. Fuera del tono anime 90s de su estilo visual, es una historia bastante más oscura de lo que esperaba. La narrativa balancea algunos conceptos bastante heavies para lo que suele ser tu juego de Nintendo promedio, pero nunca desde el lado del morbo o el voyeurismo. Todo está tomado con la seriedad que corresponde. No hay gore ni violencia innecesaria, pero tampoco se nos escatima en los detalles a la hora de indagar en el caso. Realmente no tengo quejas sobre el diálogo y el guión, ambos me parecieron excelentes y salvo algunos momentitos de humor boludo de anime que no terminaron de cerrarme del todo, fue manejado con una madurez que pocas veces había visto en el medio.

Y menos mal, porque este es un juego carreado completamente por la historia.
El gameplay es pura novela visual sin gimmicks ni variaciones, así que prepárense para leer un montón. La gran mayoría consiste de diálogo, interrogando y cuestionando gente relacionada al caso y discutiendo los detalles con nuestros compañeros o con los miembros del escuadrón de policía que nos permitieron formar parte de la investigación. Y sin ser un experto pero habiendo jugado unos cuantos juegos del estilo, el sistema de diálogo en Emio es siendo caritativos, demasiado sencillo, o directamente frustrante en el peor de los casos.

Para empezar, es imposible completar una secuencia hasta que hayamos recolectado todos los detalles que el juego requiere. Muchas veces la forma en que se nos va a habilitar nuevo diálogo es poco intuitiva, requiriendo que miremos a la otra persona en momentos específicos, o que volvamos a elegir opciones de diálogo que ya habíamos agotado. A veces la secuencia solo avanza si hacemos lo contrario a lo que se nos pide, como por ejemplo intentando salir del diálogo actual solo para que nos detengan porque olvidaron decirnos algo importante. En líneas generales, las opciones de diálogo terminan siendo superfluas cuando solo es cuestión de elegir una hasta que la agotamos > repetir esto con cada una hasta que nos quedamos sin diálogo extra > probar cada una de las otras acciones disponibles hasta que alguna revela diálogo extra > pasar a la siguiente escena. Si el juego tiene game overs o es posible fallar no lo sé, el único fail state que encontré fue un falso final que instantáneamente me llevó a la misma escena con los personajes riéndose al respecto, y las únicas veces que respondí mal una pregunta se me dio ahí mismo la opción de elegir la respuesta correcta, o simplemente me ignoraron y la acción siguió como si nada hubiera pasado.
Incluso para los estándares de una VN, Emio: The Smiling Man es bastante ligero en su gameplay. Nuestro prota (y también Ayumi, a quien podemos controlar en varias secciones) pasan la mayor parte del juego cuestionando gente relacionada al caso, o visitando lugares que tienen alguna conexión con este en busca de pistas. Cada detalle sobre el caso que se nos presenta es anotado en nuestra libreta para acceso rápido, y en poco tiempo estará llena de nombres relevantes. Al final de cada capítulo nuestro prota y Ayumi se reúnen en la agencia para repasar lo que cada uno descubrió ese día y se nos hace un par de preguntas para asegurarse de que estemos prestando atención e ir armando el rompecabezas. Así que imaginen mi decepción absoluta cuando al llegar al último capítulo de la historia simplemente se nos revela toda la verdad sobre el caso sin tener que hacer nada más que alcanzar ese punto. Y podía perdonar lo sencillo y poco intuitivo del diálogo hasta ese momento, ya que estaba seguro de que al final sería la hora de revisar mi libro lleno de nombres y fechas para finalmente resolver el misterio. Pero no che, nada. Llegás al final y el juego dice “bueno, sentate y servite algo de tomar, que ahora te explicamos todo.”

Pero vaya si es un buen final. Mis problemas con el apartado mecánico del juego quedaron de lado por completo gracias al fantástico cierre de la historia.
No solo la ejecución es perfecta a nivel suspenso y resolución, sinó que todos los aspectos del misterio reciben un cierre lógico y satisfactorio. Y cuando pensás que ya todo está atado con un moño Emio: The Smiling Man te sigue sorprendiendo aún más en formas que no quiero spoilear por acá, pero que me dejaron hecho un desastre emocional y extremadamente conforme con la experiencia.
Emio: The Smiling Man es una excelente historia atrapada en un juego medio pelo. Me alegra que por una vez Nintendo hayan abordado una historia con temas tan fuertes, y me sorprende la madurez con la que la encararon. Definitivamente de las mejores historias del año. Tan solo hubiera preferido que su jugabilidad estuviese a la misma altura.

LO MEJOR
- Excelente historia, con buen pacing, suspenso, y una resolución increíble
LO PEOR
- Gameplay muy limitado, simultáneamente demasiado sencillo y poco intuitivo