Monster Hunter Stories / Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin Review – A puro huevo

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Dos excelentes juegos se encuentran disponibles para más jugadores que nunca, y en Capcom siguen haciendo todo bien.

El primer Monster Hunter Stories salió en 2016 para la 3DS y recibió unos años más tarde un port para celulares, tras lo cual Capcom pareció olvidarse por un tiempo de su existencia. La salida de una secuela en 2021, Monster Hunter 2: Wings of Ruin, en Nintendo Switch y PC y la excelente respuesta a esta solo hizo que el silencio total sobre la primera entrega quedara más en evidencia aún, y fue por eso que finalmente el anuncio de este remaster a comienzos de este año fue una grata sorpresa. En líneas generales, Stories tiene un tono mucho más light que el resto de la serie, con diseños de personajes más coloridos e historias que, si bien todavía lidian con alguna criatura que amenaza el mundo como lo conocemos, están pasadas por un filtro bastante más infantil. La comparación fácil sería Pokémon, pero Stories hace bastante más con la fórmula. Porque sí, Stories es un RPG por turnos clásico, pero integra montones de mecánicas de los juegos mainline para darle el sabor tan particular de Monster Hunter.

Para empezar, nuestro personaje siempre participa en el combate junto a los monstruos, y mientras que ellos suben de nivel y aprenden nuevas skills al combatir, nosotros solo podemos cambiar y upgradear nuestro equipo para ello. El combate básico en ambos juegos consiste en una suerte de piedra, papel o tijera definido por tres tipos de ataque: Poder le gana a Técnica, Técnica le gana a Velocidad y Velocidad le gana a Poder. Cada monstruo favorece un tipo de ataque y dependerá de nosotros estar preparados para contrarrestarlo con el tipo correcto de nuestra parte. En cada turno podemos ver si nuestro oponente nos atacará a nosotros o a nuestro monstruo, ayudándonos a planear mejor nuestro próximo movimiento. Si bien podemos elegir qué hace nuestro personaje, nuestro monstruo actúa por cuenta propia por lo cual es importante elegir el más adecuado para cada oponente.


Cuando dos tipos de ataque se encuentran, el juego inicia un “head-to-head”. Ganarlos aumenta nuestro kinship con nuestros monstruos, y llegado cierto nivel de kinship se habilita la opción de montarlos en combate. Una vez montados podemos seguir atacando normalmente o usar una Kinship Skill, básicamente un ataque especial único de cada monstruo. También podemos aumentar el kinship realizando ataques dobles, que suceden cuando tanto nosotros como nuestro monstruo usamos el mismo tipo de ataque y derrotamos el tipo del enemigo. La vuelta de tuerca del asunto es que a mayor nivel de kinship mayor será el daño de nuestra Kinship Skill (siendo 3 el máximo nivel), pero perder head-to-heads mientras estemos montados nos tirará del monstruo, reiniciando el proceso. Algunos de estos Kinship Skills también tienen animaciones que usan las características de cada monstruo de formas únicas y muy creativas que nunca veríamos en la serie principal. Ver por ejemplo a Pukei-Pukei usando su lengua como un paraguas para protegernos de una lluvia de veneno nunca pierde la gracia.

Cada juego varía un poco la ejecución del combate: En Stories 1 los monstruos tienen patrones de ataque y si bien tienen un tipo principal, cada tanto nos pueden sorprender con uno de otro tipo o incluso ataques que no pertenecen a ninguno de los tres tipos principales. Cuando el monstruo se enoja, su tipo de ataque principal y patrón cambian, con lo cual es necesario aprender lo mejor posible la rotación de cada etapa.

Stories 2 agrega nuevas mecánicas al mismo tiempo que reduce la complejidad de la rotación básica un poco. Los monstruos solo usan un tipo de ataque que cambia al enojarse, pero ahora también hay distintos tipos de daño a tener en cuenta: corte, contundente o perforación, con cada tipo de arma cubriendo alguno de estos tres. Los monstruos en Stories 2 entonces tienen partes que pueden romperse y que pueden targetearse de manera individual, y requieren distintos tipos de daño. Para poder estar encima de este requerimiento, podemos cambiar de arma en cualquier momento durante la batalla. El resultado es un combate que lo que gana en complejidad lo pierde en RNG, dando por resultado algo que si bien nos da más cosas para tener en cuenta termina siendo más fácil fuera de momentos puntuales. De todos modos tengo cero problema con esto ya que en el primer juego ese mismo RNG puede joderte básicamente de un momento al otro de una forma que por momentos se siente injusta. Estoy seguro de que un hipotético Stories 3 logrará encontrar un balance entre ambos sistemas en el cual la dificultad se sienta perfecta.

Por supuesto, el otro gran atractivo de Stories es conseguir nuevos monstruos para agrandar nuestra colección.

Explorando el mundo podemos encontrar nidos de monstruos de donde podemos robar huevos de los cuales haremos nacer a las criaturas, con huevos más pesados y más olorosos (palabras de Navirou, no mías) produciendo los mejores resultados. Mientras que cada nido tiene una cantidad limitada de posibles monstruos, es posible apuntar por monstruos específicos gracias a las bolas de pintura. Simplemente arrojá una contra el monstruo que quieras conseguir durante un combate y hay una chance de que se retire a dormir a su nido tras derrotarlo, y saquear huevos de ese nido nos dará al monstruo en cuestión. Facilito. Pero si así y todo tenemos demasiados bichos repetidos que nos queremos sacar de encima, en ambos juegos podemos usar el llamado Rite of Channeling, que nos permite transferir genes con características y skills de un monstruo a otro, a cambio de perder el monstruo que está donando los genes. Además formar distintas combinaciones en la grilla de genes da distintos bónuses a nuestros stats, aumentando todavía más la variedad del sistema.

Nuestros monstruos también pueden montarse mientras exploramos en cualquier momento, y cada mapa tiene secciones y secretitos que solo pueden accederse con las skills particulares de ciertos monstruos, como nadar, romper rocas o trepar lianas. Es importante entonces siempre tener una party que contenga al menos las habilidades que querramos tener a mano, ya que solo podemos tener un loadout de cinco monstruos a la vez.

Mientras que Stories 2 es un port virtualmente idéntico a las versiones de Switch y PC (al menos a nivel contenido), el primer juego recibió un trabajo de remasterización completo.

Para empezar, mientras que en 3DS los personajes solo tenían un track de voz en “idioma Monster Hunter”, el remaster incluye además nuevas voces tanto en inglés como en japonés. No puedo opinar de la calidad del japonés porque no lo hablo, pero el dub en inglés de Stories 1 es prácticamente igual al de Stories 2 y, sin ponerme a revisar uno por uno, parecería que todos los personajes que aparecen en ambos juegos tienen a los mismos actores regresar para dar sus voces.

A pesar de todo este esfuerzo increíble debo decir que de todos modos al primer juego le cuesta esconder sus raíces de 3DS por momentos, con la exploración limitada a pequeñas secciones segmentadas o grandes espacios vacíos con apenas algunas texturas y materiales. Mientras que algunas de las áreas más elaboradas te hacen pensar “cómo hicieron para correr esto en una 3DS?”, es el resto del juego el que te hace decir “ah claro, así es cómo.” Stories 2 siempre fue vastamente superior en un nivel visual con respecto a su predecesor, debido a la diferencia de generaciones de hardware. Además abandona el estilo más chibi y las proporciones extrañas de aquel a favor de diseños que si bien todavía están muy estilizados en comparación a la serie principal, le sientan mucho mejor (es normal y muy gracioso por ejemplo en el primer juego ver la cabezota de tu personaje saliendo de una armadura que parece un Gundam). A pesar de la paridad visual y de performance de estas versiones, en mi opinión solo quedan aún más en evidencia las diferencias de scope y avance técnico entre ambas entregas. Además, si bien incluye todo el contenido que fue recibiendo la versión de 3DS durante su ciclo de vida, es raro que no hayan actualizado el roster de monstruos que sigue atascado en la cuarta generación de Monster Hunter, aunque sea para el contenido opcional/post game.

Ambos juegos recibieron solo ports a PS4, vale aclarar. Si bien corren perfecto en la PS5 es raro que hayan optado por no ofrecer versiones nativas para la consola. Stories 2 en particular es una revelación después de haberlo jugado originalmente en la Switch. No creo que haya mucho punto para quienes lo hayan jugado en PC ya, pero si como yo solo lo habías jugado en hardware que sufría para correrlo a 30 fps, la diferencia es día y noche.

Monster Hunter Stories volvió mejor que nunca gracias a este excelente remaster, y Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin es una secuela fantástica que expande en todo lo que el primero hizo bien. Hay tanto más de lo que podría hablar, pero el largo de esta review se me iría por las ramas. Ambos juegos tienen cientas de horas de contenido y están llenos del encanto clásico de la serie, tal vez en un contexto muy distinto, pero por eso no menos divertido. Si te gustan tanto Monster Hunter como los JRPGs clásicos por turnos, Stories es una serie tan perfecta como podrías imaginar. Y si no te gustan, ¿cuál es tu problema?

LO MEJOR

  • El excelente remaster del primer Stories, ahora sí en su mejor versión
  • Montones de monstruos y posibilidades a la hora de criar y entrenarlos
  • Cientas de horas de contenido y variedad entre ambos juegos
  • El mundo colorido y vibrante combinado con el encanto tan particular de Monster Hunter

LO PEOR

  • Stories 1 tarda bastante en arrancar y agarrar viaje
  • La falta de dificultad general de Stories 2 hasta bastante entrado el juego

Conclusión

Monster Hunter Stories trae el juego de 3DS a plataformas modernas y hace un excelente trabajo de modernizarlo, mientras que Stories 2 es una excelente secuela que expande en todo lo que aquel hizo bien. Juntos o separados, ambos juegos son recomendaciones fáciles para fans de la serie y/o el género.



Me gustan el metal, el Dark Souls y las empanadas.


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