El estudio independiente Sabotage Studio presenta The Messenger, un juego de plataformas retro que homenajea a Ninja Gaiden pero también transita su propio camino.
La leyenda del mensajero
Muy pocas veces encontramos en un título la absoluta coordinación visual, sonora y narrativa; pero hay excepciones. The Messenger no sería un mal juego si tuviera una mediocre historia pero el equipo de Sabotage Studio logró el equilibrio que buscaba y lo hizo gracias a que entendieron lo que significa una aventura clásica contada desde la modernidad.
The Messenger sigue a nuestro protagonista un joven ninja de una aldea que sobrevive al ataque del rey demonio. Este busca destruir el mundo, para ello cuenta con diversos secuaces y la habilidad de poseer la mente y los cuerpos de varios seres en la tierra.
Para detenerlo un héroe aparece en la villa del ninja y nos entrega un pergamino. Es nuestro trabajo llevarlo al filo de la montaña para detener al rey demonio.
En el camino encontraremos a una misteriosa figura cubierta con un manto azul que nos dará pistas, consejos y actualizará nuestras habilidades. Y un pequeño demonio llamado Quarble que nos resucitará cada vez que caigamos a manos de los enemigos.
No entraremos en detalles en las vueltas de tuerca que tiene la historia, ya que son muy divertidas y merecen mejor la sorpresa para aquellos que prueben el título. Cabe aclarar que mientras que la historia parece convencional hay dos grandes elementos que la modernizan.
En primer lugar ese gran cambio en la trama a la mitad del título, descoloca al jugador y revitaliza el deseo de seguir pasando cada nivel.
En segundo lugar el tono. La historia en ningún momento se toma en serio los trágicos eventos. Y profundiza cada uno de sus diálogos a través de la inocencia y el doble sentido.
Plataformas de la vieja escuela
A parte de su apartado visual y sonoro que ya hablaremos, no hay dudas de que The Messenger remite en su jugabilidad a aquellos viejos títulos de Super Nintendo o Sega. A parte del mencionado Ninja Gaiden incluso hay un pequeño homenaje a Battletoads cuando nuestro compañero demonio nos esta siguiendo abre la boca de susto y sorpresa cuando nos encontramos a un enemigo final (de la misma manera que hacían en el clásico beat ‘em up).
Arrancamos el juego sin ninguna habilidad, avanzando por los diferentes mapas que van desde bosques, cuevas, montañas de hielo y el mismísimo infierno. Podremos salvar nuestro progreso en algunos puntos y en otros encontraremos un portal que nos llevará a la sala custodiada por la misteriosa figura de túnica azul.
Este personaje nos entregará habilidades algunas gratuitas y otras que tendremos que comprar con aquellos items que recolectamos venciendo a los enemigos o destruyendo candelabros (clara referencia también a la saga Castlevania).
Las habilidades van desde deslizarnos en el aire, a tirar estrellas ninjas o agarrarnos a ciertas paredes.
Como mencionamos anteriormente cada nivel tiene un enemigo final, muchos de ellos poseídos por el malvado rey demonio.
Si el juego de divide en dos partes hay que aclarar que la primera no genera un gran desafio, mientras que la segunda y debido a algunos elementos que tendremos que utilizar para llegar a ciertas zonas, la dificultad aumenta considerablemente. Y no solo la dificultad varía sino también las mecánicas del juego evolucionan para lograr mayores saltos, volar en ciertas zonas o incluso estar en escenarios a oscuras.
Aunque no deja de ser un juego con un nivel de dificultad medio, los que buscan un desafio mayor podrán volver a jugar The Messenger una vez terminado con enemigos más fuertes o resistentes; y la obligación de tener suficientes items para canjear con Quarble para que nos resucite; si no es Game Over.
Los queridos 16 bits
Aunque ahora la batalla ha cambiado en una época los 16 bits revolucionaron el mercado y comprendieron la gran pelea entre las consolas de Super Nintendo y Sega Genesis.
Muchos títulos independientes están retomando este estilo de pixels definidos que fueron furor en la década del 90.
The Messenger tiene una gran variedad de escenarios y enemigos finales de diversos tamaños lo cual enriquece el trabajo visual que los diseñadores pusieron en el título. Quizás podrían haber agregado mayor variedad de enemigos, ya que muchos se repiten a lo largo del juego.
La música es increíble; añade mucha personalidad al juego y a la aventura. Tiene tanta importancia que después de un tiempo podremos destrabar una rocola que sirve para elegir la canción que más nos guste en el escenario.
2 thoughts on “The Messenger: el camino del héroe a través del tiempo”