Valfaris: Mecha Therion Review – más profundidad en el campo de batalla

Steel Mantis continua la aventura de Therion del juego Valfaris (que pueden leer mi reseña por acá). En Valfaris: Mecha Therion el juego pasa del 2D al 2.5D y su acción de plataformas se transforma a un completo Shmup de naves y disparos.

Valfaris: Mecha Therion esta disponible para PC. En consolas saldrá en el 2024.

Una batalla sin stop

Therion esta de vuelta en esta secuela de Valfaris pero ahora lo hace arriba de un mecha o robot gigante que surca los cielos en su búsqueda del malvado Lord Vroll. En el camino destruiremos todo a nuestro paso, acabaremos con los minions de Vroll pero también nos uniremos a la resistencia.

Obviamente que la historia va sumando momentos de heroismo por este guerrero espacial. Los dialogos y zonas que vamos visitando dan mayor profundidad al lore que tanto cariño ha puesto Steel Mantis por la saga.

Valfaris: Sangre Tipo R

Comparar el primer juego con el segundo es dificil ya que los devs se arriesgaron a cambiar completamente la modalidad del juego.

Mientras que el primer Valfaris se inspiraba de las mecánicas o movimientos de los shooter y juegos de plataformas; la acción da un giro ahora al género shmup o naves voladoras ya sea de manera horizontal o vertical.

La clara referencia aquí es la saga R-Type (que ha inspirado a cientos de juegos similares). Pero Valfaris: Mecha Therion no se conforma con eso y nos muestra un entorno y personajes en 2.5D.

Yendo al juego, Therion tiene la mayoria de las habilidades del primer juego. Una serie de armas de cuerpo a cuerpo, unas de larga distancia, misiles e incluso fantasmas de guereros que te ayudan en el combate. La segunda parte pierde el escudo (ahora los proyectiles pueden ser destruidos con la espada) por una serie de mods o módulos que crean mejoras o efectos en las armas. También tenemos un impulso que se carga cuanto más daño meele hacemos. El equilibrio que hay entre todo el armamente del mecha Therion es muy bueno, las armas que necesitan energia la conseguimos usando la espada; y las armas que usan fuego tradicional pierden fuerza si las disparamos constantemente y no dejamos que recarguen.

Obviamente que al ser un shmup la movilidad es automática. Ya no podemos mejorar nuestra vida, lo que nos queda es proteger nuestras barras. Aunque sigue la misma base de destruir todo lo que pasa por nuestro camino.

Al igual que en el juego anterior, vamos a ir destrabando las armas en cada nivel. Cada una tiene mejoras que podemos comprar con Blood Metal. Tienen hasta cuatro disponibles que dan mayor agilidad o fuerza.

Dentro de cada nivel hay zonas secretas, estas tienen módulos o enfrentamientos a jefes secundarios para darnos más Blood Metal.

La variedad de enemigos aquí cambia un poco al servicio del género, donde las ordas atacan de manera consecutiva, algunas en fila para darnos tiempo y dispararles. Pero puedo asegurarles que el título no es nada facil. Como otros shmup van a ver decenas de disparos y enemigos en la pantalla. Abran bien los ojos, esquiven y utilicen el variado arsenal.

El galponsito del fondo

El salto del 2D al 2.5D presenta otro juego pero que se siente de todas maneras primo hermano del título original. En donde más lo vamos a notar es en las transiciones o en algunas zonas de combate donde la acción no es del todo horizontal.

Pero en las partes más tradicionales del 2D el juego es un digno sucesor. Tiene la misma paleta de colores que mezcla la monstruosidad de los alienigenas con la idea cibernética de un futuro oscuro.

Si en mi primera review hable sobre la influencia de HR Giger y Alien de Ridley Scott; aquí sigue Giger presente pero nos vamos a Aliens de James Cameron.

La música no tiene un gran cambio del juego original. Sigue la misma linea de heavy metal que se enciende y nos hace agitar la cabeza cuando encontramos un arma nueva.