Como cualquier jugador que se precie de serlo puede dar fe, hay pocas cosas mejores que un buen indie que sale completamente de la nada y te sacude el piso, y que te deja una impresión tan buena que sentís que de ahí en más no te queda otra que ponerte la camiseta y seguir a los creadores al fin del mundo. Y es eso lo que acaban de lograr en mí los taiwaneses Acme Gamestudio con su excelente juego debut, Asterigos: Curse of the Stars.
Asterigos: Curse of the Stars esta disponible para PC, PS4, PS5, Xbox One y Xbox Series X/S.
La historia de Asterigos toma lugar en la ciudad de Aphes, la cual se encuentra azotada desde hace un milenio por una extraña maldición -la epónima Asterigos- que convirtió a todos sus habitantes ya sea en seres inmortales que solo pueden subsistir a base de ingerir polvo de estrellas, o en monstruos horribles en los casos más graves. Nuestra protagonista, Hilda, es oriunda de un reino vecino y será enviada a Aphes para averiguar qué sucedió con un escuadrón liderado por su padre, que había partido en busca de una posible cura para la maldición y del cual no se volvió a saber. Por supuesto, al llegar a Aphes verá de primera mano los efectos del Asterigos, hará algunos aliados inesperados, e intentará resolver los misterios del paradero de su padre y de la maldición que azota a la ciudad.
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Asterigos: Curse of the Stars es un RPG de acción con algunos elementos mínimos de Dark Souls, más que nada en lo que se refiere a la progresión y el sistema de checkpoints. Si nadie reclamó el término todavía, me gustaría proponer “soulslite” para describirlo, porque si bien la influencia de la serie de From está claramente ahí, lo está en una forma mucho más accesible y menos obtusa que en cualquiera de sus juegos. Para empezar, la penalización por morir es mucho menor: Hilda solo pierde una pequeña parte del stardust -básicamente nuestra versión de las almas- con cada muerte, y no es necesario recuperarla en el lugar donde habíamos caído. Tenemos por supuesto un equivalente a las hogueras de aquella serie en los Conduits, que funcionan como checkpoints y nos permiten descansar para restaurar HP y magia pero reviven a todos los enemigos que habíamos derrotado.
Pero un RPG no es solo su combate, y por suerte Asterigos no se queda corto en ninguno de sus otros aspectos.
Hilda tiene acceso a todas sus armas (casi) desde el comienzo del juego, y a medida que avancemos iremos mejorándolas y desbloqueando habilidades para cada una de ellas. Podemos equipar hasta dos armas al mismo tiempo, y cada una tiene un ataque normal y una habilidad especial asignada a otro botón. Por ejemplo: nuestra espada default tiene un escudo en la mano izquierda y es la única arma que nos permite bloquear ataques enemigos, nuestra lanza tiene un parry -y es *hermoso*-, el martillo nos permite cargar un ataque super fuerte, etc. Podemos combinar ataques normales de dos armas distintas durante el combo también, dando lugar a algunas combinaciones más que interesantes.
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No hay armadura para equipar tampoco, únicamente trinkets que funcionan como amuletos con distintas defensas y efectos. Solo tenemos tres stats para levelear, y que afectan nuestro ataque, salud y daño mágico respectivamente.
Esto no significa igual que haya poca personalización en Asterigos sino todo lo contrario, gracias a su sistema de Perks: modificaciones que podemos hacer a nuestro moveset y que nos otorgan algún beneficio pero que traen consigo un efecto negativo por otro lado, como reemplazar nuestro roll evasivo por un quickstep con menos frames de invulnerabilidad, o aumentar el daño de los ataques del martillo a cambio de recibir más daño mientras es cargado. La cantidad de Perks y de Skills que tenemos disponible para cada arma hacen que tengamos muchísima libertad a la hora de customizar la paleta de herramientas de Hilda como más nos guste.
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La variedad de enemigos es bastante más amplia de lo que esperaba tras las primeras horas, y los bosses si bien no sorprenden están todos excelentemente diseñados, incluso el puzzle boss lo cual me sorprendió porque por lo general suelen hacer agua en este tipo de juegos. Tenemos además varios niveles de dificultad disponibles, con la más difícil siendo la recomendada para veteranos del género.
Pero un RPG no es solo su combate, y por suerte Asterigos no se queda corto en ninguno de sus otros aspectos. La dirección de arte del juego es excelente y rebosa personalidad. A pesar de la maldición Aphes se siente como un lugar vivo, con cada personaje que encontramos perteneciendo a alguna de las facciones que intenta hacerse con el control desde hace un milenio, con distintos fines y metas por supuesto. Sacando algunas excepciones que rozan lo caricaturesco, casi todos ellos operan en algún área gris del espectro moral en donde por extremos que sean sus métodos, sus motivaciones siempre tienen lógica, con lo cual el conflicto de la historia nunca se siente como un “bien vs mal” genérico.
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La historia del juego, además, se va adaptando a las decisiones que Hilda va tomando en determinados momentos, o si decidimos ayudar a ciertos personajes con tareas o pedidos específicos que tengan para nosotros. No estamos hablando del nivel de ramificaciones de un juego de Bethesda obvio, pero es más que correcto.
Si bien la influencia de la serie de From está claramente ahí, lo está en una forma mucho más accesible y menos obtusa que en cualquiera de sus juegos
Gráficamente el juego es más que correcto, y es elevado por una excelente dirección de arte. Todas las áreas de Aphes que visitaremos durante el juego, desde sus aldeas y callejones hasta sus bosques y cuevas llenas de piedras brillantes, están muy bien logradas y demuestran una calidad que nada tiene que envidiar a muchos juegos con valores de producción más grandes, y si bien no es más que básicamente una versión fantástica de Grecia antigua tiene suficiente personalidad para destacar. Esto también es en gran parte gracias a su excelente diseño de niveles y mundo interconectado, demostrando que en Acme tomaron todas las lecciones correctas.
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Solo quedan en evidencia sus limitaciones con las animaciones repetitivas que veremos una y otra vez durante el diálogo, y que muchas veces son tan cortas que los personajes solo se mueven cuando comienzan a hablar, dejando gran parte del diálogo sin movimiento de boca o gesticulación. Y este juego tiene *mucho* diálogo, eh? Demasiado por momentos diría. Hay secciones largas en las cuales no haremos otra cosa que escuchar exposición de parte de uno o más personajes. Todo skipeable por suerte, pero si realmente quieren sumergirse en la narrativa prepárense para leer bocha. Por suerte el voice acting es muy bueno también, lo cual aliviana un poco la carga.
De todos modos el juego en líneas generales se ve y suena fantástico, gracias a una banda de sonido buenísima (que incluye un track vocal cantado por la fantástica Emi Evans, conocida por su participación en las BSOs de la serie NieR y, por supuesto, Dark Souls). La performance en PS5 es impecable, manteniendo 60 fps a todo momento, aunque la resolución parece ser algo baja comparada con otros juegos recientes de la consola.
Pero no todos son flores, y por momentos Asterigos me dejó rascándome la cabeza. Sin ningún orden en particular, cositas que fui notando durante mi experiencia.
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Nuestros consumibles no se recargan automáticamente en los Conduits, y necesitamos volver al hub cada vez que queramos reponer curaciones desde nuestro almacenamiento, una pérdida de tiempo total que no suma nada. Acme, si están leyendo esto: POR FAVOR déjenme restockear ítems desde los Conduits.
Hilda lleva un diario donde va dejando registro de nuestros objetivos principales y secundarios, lo cual es una idea fantástica en teoría, pero en la práctica lo que termina sucediendo por momentos es que es poco claro cómo avanzar ciertas quests por lo críptico del diario y la poca información que proporciona.
Las cinemáticas al final de cada misión y del final del juego están super comprimidas en PS5 y la diferencia de calidad de imagen con el resto del juego es violenta. No veía pixeles tan grandes desde que tenía 13 y descubrí el hentai.
Ah y con el 75% de la historia terminada el juego me bajó una actualización que me cambió el esquema de control que venía usando hasta ese momento y ninguna de las cuatro nuevas opciones coincidía al 100%, con lo cual tuve que volver a adaptarme a los controles solo durante el último tramo, lo cual debo decir que fue bastante molesto.
Pero nada que realmente le baje puntos a la experiencia, y la mayor parte de las críticas que tengo son cosas que estoy seguro de que en Acme Gamestudio están a tiempo de corregir o, en caso de no poder, llevarse como experiencia para próximos proyectos.
Aun con sus fallas y cosas a corregir a futuro, Asterigos: Curse of the Stars es un debut remarcable de parte de un estudio que entra derecho a mi lista de indies favoritos, y estoy gratamente sorprendido con todo lo que hicieron bien al primer intento. Si te gustan los RPGs de acción pero todavía le tenés miedo al Dark Souls, o si ya gastaste los jueguitos de Miyazaki y querés ver una nueva vuelta de tuerca en el género (subile la dificultad nomás), Asterigos es una recomendación fácil, y uno de los mejores indies de 2022.
1 thoughts on “Asterigos: Curse of the Stars Análisis – Un debut impresionante”