La pesadilla se convierte en realidad y solo tenían que pasar 13 años para vivirla. Pobre Alan tuvo que esperar a que Remedy encontrará el camino amarillo y guiará a su protagonista al mágico, tenebroso y único mundo de Alan Wake 2.
Alan Wake 2 esta disponible para PC, PS5 y Xbox Series X/S.
Quizás comenzar esta review haciendo referencia a dos obras del cine sea la mejor manera de comprender el trabajo que hizo Remedy con Alan Wake 2. No solo es un juego auto referencial; ya que es una historia dentro de una historia, también es un juego que habla y refiere al universo del estudio. Por un lado ya se había confirmado que Alan Wake y Control pertenecen al mismo universo (Pueden leer la review del DLC Control: AWE). También se abren teorias sobre ciertas conexiones con Quantum Break (su protagonista el actor Shawn Ashmore trabaja en ambos juegos). Y finalmente tenemos Max Payne; que más que mundos conectados si hay cierto mimo para los fans con Sam Lake (director creativo) que interpreta al agente del FBI Alex Casey con la voz de James McCaffre (adivinaron Max Payne).

Hubo una vez que solo había oscuridad
Sin entrar en spoilers voy a contar algunos elementos principales de Alan Wake 2. La historia se divide en dos protagonistas. Por un lado tenemos a Alan Wake; el escritor que estuvo encerrado en The Dark Place durante 13 años; intentando escapar. Un lugar que convive con la realidad y que se encuentra ¿debajo? del pueblo de Bright Falls. Obviamente si quieren saber más sobre la historia del protagonista tienen que jugar el primer juego de la saga (aunque todo se entiende sin problemas). Al mismo tiempo que hay una serie web que funciona como precuela (abajo tienen los capítulos en youtube).
Por otro lado, tenemos a Saga Anderson, la agente del FBI que llega con su compañero Alex Casey al pueblo de Bright Falls investigando un asesinato a manos de la secta «The Cult of the Tree». Los métodos de este grupo parecen sacados o inspirados por las novelas de Alan Wake. La realidad y lo inexplicable comienzan a mezclarse en el relato de Saga. Para entender un poco… ya hay que entrar en terreno de spoilers.
El juego, al igual que el primero, se divide en capítulos como si de una serie se tratara. Al principio seguimos la linea de uno u otro personaje; pero en cierta parte de la historia nos dejarán elegir si queremos hacer primero la investigación de Saga o tratar de resolver los enigmas en la cabeza de Alan.

Se nota que Remedy quizo abarcar todo lo que más pudo en Alan Wake 2. Son claramente dos historias pero lo fascinante es como se mezclan ambas. Al mismo tiempo que hay tres estilos muy marcados que conviven en la narrativa. Por un lado el policial moderno; que tuvo su auge en la década de 1990 con películas como «El silencio de los inocentes», «Pecados Capitales», «Fargo» o «El Coleccionista de Huesos». Y continuó en la era actual con series como «True Detective», «The Following», «Mare of Easttown» o «Sharp Objects«.
Luego tenemos el lado paranormal del relato con Alan Wake; en donde Remedy ya desde el primer juego referenciaba las historias del maestro del terror Stephen King. Aunque también me atrevo a decir que en esa mezcla podemos encontrar la serie «The Leftovers» de Damon Lindelof.

Pero hay un último estilo o género que toma mayor peso en esa segunda parte de Alan Wake que es el surrealismo; especificamente el de la obra del director David Lynch.
El título de esta nota reriere a una escena en «The Lost Highway» pero también hay inspiración en otros trabajos del director como «Blue Velvet» o «Mulholland Drive». Y no me olvido claramente de la serie «Twin Peaks».
Mi mundo, mis reglas
La acción de Alan Wake 2 es bastante continuista aunque todo está mucho más pulido y tiene mucho mayor sentido en relación a la historia. Más alla de las armas que tenemos, nuestra mayor defensa sigue siendo la linterna y su luz especial que a veces acaba con los enemigos y otras les da forma corporea para rematarlos con pistolas, escopetas, pistola de bengalas o una ballesta.
Los enemigos van in crescendo a medida que avanza la historia; su dificultad va en relación a cuanto más cerca estamos del verdadero villano. Al mismo tiempo que la mayoria son bastante inteligentes para aparecernos de golpe o desaparecer de un lugar a otro.

En cuanto a las mecánicas hay varias novedades. Tanto Alan como Saga tienen un «Palacio de la Mente». Al mejor estilo de Sherlock Holmes; los personajes pueden acceder a este lugar para ir uniendo los puntos de la historia. Saga con su estilo policial de encontrar pistas, colocar fotos e ir recolectando los manuscritos del libro que cuenta el juego. A medida que resolvemos los casos podemos archivalos.
Y por otro lado, Alan que de alguna manera tiene control de lo que pasa; y cuando accedemos a su palacio mental hay una obligación a reescribir el relato y alterar la «realidad» para poder avanzar en cada zona.
Ambos palacios mentales se pueden acceder en cualquier momento del juego con un solo botón; pero ¡ojo! no estamos en pausa en el mundo real y todavía estamos indefensos.

Otra mecánica que suma el juego es un dispositivo que puede absorver luz y colocarla en otro lugar (quizás a algunos les recuerde el desiluminador de Harry Potter). El Clicker ya había aparecido en el primer juego pero aquí tiene mucha más interacción. Con este aparato podemos resolver puzzles muy ingeniosos colocados en el entorno y que sirven para poder atravesar ciertas zonas.
Es de esta manera que los escenarios, la historia y la acción buscan un equilibrio. Claro que Remedy se toma más tiempo en explorar sus entornos y avanzar en el «lore» del juego que ir a los tiros limpios. La acción no es la base principal del juego y salvando algunos momentos y la excasa falta de municiones y bateria para la linterna; el combate es directo y más un tramite que un desafio. Y no hay tanta variedad de enemigos o armas. En este sentido; Control era un juego que se apoyaba mucho más en sus alocados combates.

Hay otra gran dificultad que presenta Alan Wake 2 que es el realismo de sus entornos. La idea de ser un pequeño ratón en un laberinto.
En los niveles en el bosque o en los túneles van a perderse más de una vez. Más alla de que tenemos mapas para ir marcando al estilo Silent Hill; van a tener que abrir bien los ojos y utilizar la memoria para seguir el camino. Después de todo somos detectives resolviendo un caso.
Los coleccioniables no son solo estéticos o mero capricho de Remedy, aquí todo tiene importancia para la jugabilidad. Un caso de esto son ciertos grafities que encontramos y mejoran atributos de Alan y Saga. Un añadido interesante si quieren explorar los puntos más ocultos de los escenarios (y hay bastantes).

¿Qué hay en la caja?.
La imaginación es nuestra mayor arma para crear ideas y mundos; pero también puede ser el detonante de nuestros principales miedos. David Mills preguntaba desesperado ¿qué había en la caja? al final de «Pecados Capitales»… aunque minutos antes de que John Doe lo confesara; ya su miedo lo había respondido.
Los juegos de Remedy construyen su propio universo y tienen sus propias reglas. El primer juego de Alan Wake era esa caja misteriosa mientras el protagonista preguntaba constantemente que había adentro y una vez abierta esta «caja de pandora» terminaba alterando nuestra realidad y dando más preguntas que respuestas. Trece años después el estudio decidio expandir mucho más la propuesta.

Claro que a algunos les va a molestar que Alan Wake 2 se tomara más el tiempo para abrir su universo que de cerrar los cabos sueltos. Aunque creo que si le prestan mucha atención a los detalles y si tuvieron la suerte de seguir de cerca todo lo referido a este universo; van a ir armando su propio tablero de pistas. Aunque tranquilos; Remedy ya tiene planeados dos expansiones: Night Springs y The Lake House (esta última parece tener relación directa con Control).
El universo es muy confuso realmente
Las ventajas de las consolas de nueva generación y PC brindan una variedad de escenarios impresionantes. Con detalles únicos y lugubres. Desde los frondosos bosques y el pueblo de Bright Falls a una lluviosa y oscura ciudad de New York.
Obviamente que los efectos de luces y sombras son lo mejor que el título brinda; pero también entra en juego otra realidad que es… la misma realidad del material filmado con actores reales. Si… dije real tres veces.
Hay escenas completas que se fusionan dentro del gameplay y en ningún momento sentimos que estan forzadas. Esta ambición de Remedy demuestra lo que se puede hacer hoy en día en el arte de los videojuegos (sin ir más lejos el juego argentino Tenebris Somnia esta produciendo algo parecido).

El sonido y la música son otro punto realista en Alan Wake 2. Las voces de los enemigos se mueven por todo el escenario, los crujidos de las pisadas, el viento en los árboles. El entorno nos hace pasar verdadero terror si lo juegan con unos buenos auriculares.
Al final de cada episodio hay una canción para destrabar; que después podemos volver a escuchar en nuestro palacio mental. Pero una genialidad es «Old Gods of Asgard» este himno de los 70/80 tiene dos de los momentos más bizarros y épicos en la aventura de Alan y Saga.

LO MEJOR
- Un argumento bien contado que se va revelando de a poco.
- Personajes principales y secundarios bien escritos y con mucho por explorar.
- Momentos únicos que mezclan acción, terror y locura.
- Un apartado visual que abre las puertas a lo que se viene a partir del 2024.
- Pasar de un mundo abierto en su primer juego a zonas grandes pero cerradas.
LO PEOR
- Que hay que esperar para el lanzamiento de sus dos expansiones.
- Los combates en espacios reducidos terminan siendo un poco incomodos; aunque son situaciones muy puntuales.