Es difícil de imaginar en 2021, pero alguna vez BloodRayne fue una franquicia popular. El mundo era un lugar muy diferente dos décadas atrás, y la fórmula pulpy de vampiros, nazis y tetas de aquella primera entrega de 2002 resonó entre los fans de un medio que estaba pasando por su adolescencia, y que buscaban historias más adultas (y sí, esto es lo que pasaba por “adulto” por aquel entonces).
A pesar de la tibia recepción crítica, el éxito de BloodRayne fue suficiente para asegurar una secuela bastante mejor recibida lanzada en 2004, y una serie de CUATRO películas a cargo de -me toco el huevo izquierdo- Uwe Ball, protagonizada por Krystanna Loken de Terminator 3 en el papel titular, y Ben Kingsley porque es un mercenario sin estándares. No creo que haga falta mencionar su calidad.

WISE FWOM YOUR GWAVE
Versión reseñada: PlayStation 4
La historia de BloodRayne transcurre entre 1933 y 1938, y es básicamente una excusa gigante para matar olas y olas de zombies, nazis y criaturas paranormales en los pantanos de Luisiana, una base nazi en Argentina (porque claro que sí) y un castillo en Alemania. Las cinemáticas son puro queso edgy de comienzos del 2000. Escuchar a Laura Bailey, quien hoy es una institución en el mundo del voice acting, dar voz a Rayne en una performance digna de los primeros Resident Evil de PS1 es increíble.

Llamar a ReVamped un remaster es bastante generoso, la verdad. Sacando algunas mejoras gráficas en sus texturas y presentación, a nivel gameplay es exactamente el mismo juego que hace diecinueve años, con todo lo que esto implica. Cosas que eran aceptables en 2002 hoy en día son arcaicas, y es raro que haya habido cero esfuerzo por modernizarlas aunque sea un poco, al menos como alternativa para quienes estén jugando a la serie por primera vez y no les interese una experiencia 100% auténtica a la original. La diversión que uno pueda sacar del juego entonces vendrá de la tolerancia personal que tenga por el jank de la era PS2, y si bien es algo que a mí en particular no me molesta (y en algunos casos hasta le agrega encanto) no veo a ReVamped sumando muchos nuevos fanáticos a la serie.
Los controles son una reliquia de la época en la cual el movimiento analógico estaba en pañales y no existían los estándares a la hora de mapear las acciones a cada botón. Tener el ataque melee asignado a L1 y disparar a R1, mientras que L2 y R2 alternan entre nuestras armas, es poco intuitivo. Hay dos modos de movimiento y control de cámara para elegir (inexplicablemente llamados “primera persona” y “tercera persona”), y ninguno se siente natural en 2021.
La performance del juego se mantiene en unos 60 fps estables el 99% del tiempo, pero cuando no lo hace cae a números bajísimos y francamente inentendibles para un port de un juego de PS2. Por suerte son algunos momentos puntuales nomás y en líneas generales es más que correcto.

El combate es apropiadamente tosco también. La mayoría de las armas se sienten como que hacen cosquillas a los enemigos normales, que tienen cero reacción a los balazos. El combate cuerpo a cuerpo no tiene ningún tipo de lock on, y muchas me encontré revoleando golpes al aire esperando pegarle a algo. Rayne solo puede curarse bebiendo sangre de los enemigos, así que al encontrar un enemigo solo o un grupo pequeño lo más sensato (y aburrido) es simplemente matarlos bebiendo y así ahorrar munición y mantener nuestra barra de vida llena. Eso sí: el Rage Mode de Rayne, que activamos tocando triángulo al llenar la barra de Rage, está absolutamente OP y destruye hasta a los bosses en segundos.

ReVamped tampoco tiene un sistema de checkpoints actual. Morir nos transporta siempre al comienzo del nivel, igual que cargar la partida. Podemos guardar el juego en cualquier lado, sí, pero cargar el save comienza el nivel desde cero. Esto se vuelve bastante molesto en la segunda mitad del juego donde hay algunos picos de dificultad bastante ridículos, pero tan típicos de la época también.
Lamentablemente esto último termina siendo una molestia mucho más grande de lo que debería, porque al momento de escribir esta review, ReVamped está roto en PS4. No exagero cuando digo que durante mi playthrough el juego se congeló dos veces en los primeros 20 minutos, y una docena de veces más en las horas siguientes. Muchas veces durante una cinemática que se rehusaba en avanzar, otras simplemente se congelaba en medio de la acción. Un nivel en particular, de los más largos del juego, me tomó literalmente horas en completar, y estoy seguro de que en otras circunstancias mi run habría terminado ahí mismo. Encontré también varios glitches de audio, y que un trofeo que debería haber desbloqueado por matar a un boss nunca lo hizo. Y no soy solo yo: solo con hacer una búsqueda rápida en Twitter es fácil encontrar montones de reportes de otros jugadores con experiencias similares, con Ziggurat asegurando que están preparando un parche para resolver los problemas, y si bien se agradece la buena onda que le están poniendo que haya salido en este estado en primer lugar desafía a la comprensión.
Ah, la versión de PS4 también deshabilita los cheats, a pesar de que la opción sigue en el menú. Aparentemente los devs tuvieron que hacerlo por pedido de Sony, ya que interferían con los trofeos de alguna forma.

BloodRayne: ReVamped me genera sentimientos encontrados. Las pocas mejoras gráficas que recibió el juego poco hacen para compensar la falta de actualización a nivel control y la plétora de nuevos problemas técnicos que introduce esta versión, y no puedo en buena conciencia recomendarlo hasta que funcione a un nivel aceptable ¿Lo disfruté? Sí, claro, pero fue a pesar de que el juego activamente saboteaba mi diversión a cada momento. Y si bien no tengo problemas personalmente con los gráficos y el gameplay manteniéndose intactos con respecto a su versión original, porque me toma dos minutos acostumbrarme, no puedo evitar preguntarme para quién es este remaster realmente, porque dudo que el paquete sea atractivo para un jugador joven que no conoce la serie con anterioridad.
Si tu única manera de rejugar BloodRayne es este remaster, o si nunca lo jugaste pero tu curiosidad pudo más que vos, dale para adelante. Eso sí: esperá el parche.

1 thoughts on “BloodRayne ReVamped Review: un remaster anémico”