Graven Review: una cuestión de fe

522

Luego de que unos tipos muy malos asesinaran a su hija, un sacerdote se encarga personalmente de matarlos en venganza.  Castigado por ese crimen, es exiliado a unas tierras inhóspitas en donde tendrá que valerse de su fe y lo que encuentre para purificar la maldad que acecha en cada rincón.

Desarrollado por Slipgate Ironworks y publicado por 3D Realms & Fulqrum Publishing. GRAVEN está disponible en PC.

LEER Y ENTENDER

Graven es una aventura de fantasía medieval en primera persona, si bien tiene algunos componentes de FPS, no se llega a sentir “de tiros”.

Se siente un poco más moderno, sigue un poco la onda de lo que hace Blood West. Son juegos que se ven old-school, con algunas mecánicas modernas en su estructura, pero hechos para PC pensada como plataforma. Para jugar idealmente con teclado y mouse.

Algunos componentes más “roleros” de cómo avanza la historia y se manejan las quest hacen que Graven se sienta casi como un RPG.

El juego viene con un interesante manual ingame, de esos que daría gusto tener en la vida real. Este nos explica las diferencias entre los niveles de dificultad y otras técnicas particulares. Nos ofrece bastantes opciones en lo que a dificultad respecta, al mismo tiempo que recomendarnos el del medio como la experiencia “normal” y balanceada para Graven. Cada dificultad no afectaría el combate directamente, pero sirve para ajustar la cantidad de enemigos, su posicionamiento y la cantidad de recursos que podamos encontrar.

A poco de llegar a estas nuevas y amenazantes tierras, vamos a ver que aún quedan atisbos de civilización a pesar de la plaga de infectados que afecta la zona. Antes de que nos dejen entrar a la ciudad, nos mandan a limpiar las cisternas de estos infectados, que en este mundo hacen las veces de zombies y enemigos comunes. Luego de prender fuego unas pilas de cuerpos, podremos entrar en la ciudad y considerar formalmente empezado el juego.

Arrancamos armados con un palo y un libro de hechizos, que van a servirnos para las primeras horas de juego. Graven tiene un ritmo y un formato, que hacen que algo que es un poco lineal no lo parezca tanto. La ciudad funciona a modo de hub en donde vamos a ir habilitando salidas, que van a niveles en donde explorando tendremos que resolver las quests necesarias para ir avanzando la historia.

Las quests y su manejo están bien retro, no vamos a tener grandes marcadores indicándonos adonde ir y qué hacer. Graven requiere cierto grado de compromiso y comprensión lectora (oh no). No es el clásico juego de acción que podemos jugar sin pensar mucho. Cada actividad que tengamos que hacer seguramente requiera de recolectar ítems específicos o llevar objetos de un lugar a otro, muchas veces interactuables del mismo mapa. 

Y hasta ahí va más o menos bien, pero más seguido de lo que uno creería, poder avanzar con el juego requiere resolver algún puzzle.

La mayoría de estos pecan de ser en exceso crípticos y poco claros. Algunos hasta confusos en sus pistas y presentación.

CREER O REVENTAR

Los que me conocen saben que me gusta hablar del arsenal de este tipo de juegos.

En este caso creo que más que arsenal lo interpreta como las herramientas de las que disponemos en un ambiente más de rol que de acción. El palo/cetro/staff que nos dan al principio va a ser lo que más usemos, va bien con la temática de que somos un sacerdote o monje de combate y sirve como ataque melee multiuso. A medida que completamos quests y avanzamos, vamos a ir desbloqueando unas piedras especiales con distintos efectos que le podemos ir equipando. Para enemigos más susceptibles a daño de corte, podemos elegir usar una espada alternativamente.

Nuestro libro de hechizos empieza chico y vamos a ir ampliandolo, arrancamos con un hechizo de fuego sencillo que va a servir de mucho a lo largo de la aventura. Es bastante amplia la cantidad de cosas que podemos prender fuego, tal vez no ofensivamente en combate. Sobran también barriles explosivos para usar de formas imaginativas. El hechizo de electricidad puede stunear enemigos por un corto tiempo y encender mecanismos.

No podían faltar opciones de rango desde ya. Clásicas armas como la pistola y la escopeta están presentes en Graven pero con un skin medieval. Tenemos un arco montado en la mano, muy fachero y a lo Guts de «Berserk». Con este vamos a poder disparar de forma bastante rápida y precisa flechas. Las veces de escopeta las hace el “fletcher”, una especie de ballesta que dispara ocho proyectiles sin tanto abanico, pero haciendo mucho daño, mi favorita.

La mayoría de estas armas y herramientas las podremos mejorar en el herrero, todo por una módica suma de oro. Recomiendo hacer los upgrades a medida que se pueda, los beneficios que dan pueden hacer mucha diferencia. Toda arma o item usable podemos equiparlo en la barra numérica, algunos objetos y armas van a ocupar más que otros, por lo que podamos tener a mano es limitado y hay que planear acorde. No pueden faltar siempre a mano las pociones, que si bien hay de distintos efectos, las de curación son las más importantes.

Para golpear, saltar y movernos tenemos un sistema de stamina que no me termina de cerrar sinceramente. Al pelear casualmente, parece que ni usaramos energía. Pero cuando corremos y saltamos parece no durar nada, si combinamos movimiento y combate, podemos encontrarnos de golpe con la barra vacía, y recuperarla lleva un tiempo que no agrada.

Las armas están muy bien y cumplen bien su propósito, quizás mi problema es que parecen carecer de impacto al usarse, ni los efectos de sonido ni el daño acompañan de alguna forma que se sienta satisfactoria de usar. Tal vez que los enemigos tengan bastante vida hace que no se sientan superpoderosas.

Los enemigos son en su mayoría bastante simples, llevando consigo los vicios que un juego old-school con combate melee pueda tener. Graven tiene cuidado de que la AI haga un poco más que correr hacia nosotros y pegarnos de cerca, por lo que es común que varios enemigos intenten escapar a media pelea, o intenten hacer alguna táctica similar. Los enemigos de rango saben reposicionarse para que nos esforcemos en apuntar, con eso ya hace más que muchos juegos.

Pelear con enemigos cuerpo a cuerpo, que termina consumiendo gran parte de combate y tiempo de juego, requiere pegar apuntando muy bien y sabiendo todo el tiempo medir las distancias. Otros van a intentar dispararnos de lejos, y son en general los más letales, algunos porque atacan de mucho más rango que el nuestro y muchas veces fuera de nuestra visión. Pero la mayoría de las veces, esta letalidad se da en la velocidad de reacción que tienen, disparándonos de forma instantánea al vernos con proyectiles que no llegamos a esquivar. Parecen hit scanners, pero no lo son.

El problema con el combate es que si recargamos el juego, vamos a volver al hub. Si morimos vamos a spawnear en algún checkpoint (estos siempre amrcados con cuervos en postes) y en ambos casos, respawnean los enemigos. Teniendo que volver a encontrarnos con todos los enemigos que a veces con mucho esfuerzo fuimos limpiando. A la segunda vez esto ya se hace un pelín repetitivo, la mayoría de los niveles tiene bien puestos algunos shortcuts a medida que vamos avanzando, pero no siento que alcancen a hacer que este backtracking sea ameno.

La muerte no viene gratis, cuando nos pase, vamos a perder una suma del oro que llevamos encima. Si no tenemos más oro, vamos a respawnear con menos vida de la total.  Algo bastante molesto es que hay que acercarse bastante a las monedas para recogerlas, es algo tedioso farmear oro si queremos buscar algún upgrade.

Los ambientes son altamente interactuables. Barriles, calabazas, cabezas, todo se puede reventar de un palazo.

Vamos a querer hacer esto seguido, ya que romper cosas en general nos deja recursos como maná o munición. Asimismo, podemos levantar objetos y reposicionarlos o apilarlos entre sí. Esto no está necesariamente implícito, pero puede ser usado para llegar a lugares inaccesibles, que no estoy seguro si el juego estaba diseñado para eso. Pero considero positivo que nos den la posibilidad. Parte de esto se integra al puzzle solving de algunas partes, en donde podemos llevar un barril explosivo para reventar una puerta más de una vez.

La ambientación y presentación de Graven están muy bien. Todos los menús son entendibles y cómodos. Hay algunos problemas al cambiar de resolución o ventana que alteran el tamaño de los mismos, lo cual no rompe el juego pero es extraño. Por otro lado, a pesar de todo tener una apariencia retro, está ejecutado con un detalle súper cuidado. Todos los lugares que visitemos se ven interesantes de explorar, junto con un diseño de sonidos acorde, hacen que sea una experiencia muy inmersiva.

Nos podemos perder hasta que nos trabemos con un puzzle, eso sí. Ayuda a todo esto algunos pequeños extras, como que nuestro personaje limpie la sangre de las armas cada tanto. No acompaña tanto a mi gusto la historia, con la que no me pude enganchar mucho, no digo que sea mala, fue más una sensación personal mía, Graven tiene un buen worldbuilding y presentación. Lo mejor es que podemos acariciar a los perritos:

Se entiende que la estética y presentación sea old school y algo retro, pero Graven tiene algunos problemas de performance que no debería. En ocasiones las texturas tardan en cargar o cargan en menor resolución, y por momentos en los que se sobrecarga de objetos o efectos la pantalla puede parecer que hace cuello de botella. Entre otras cosas hace que se sienta todavía como un título de early access al que le falta un golpecito de horno.

LO MEJOR

  • Una aventura muy inmersiva.
  • Varias opciones para ajustar la dificultad y la experiencia.
  • Altamente disfrutable a pesar de sus evidentes falencias.

LO PEOR

  • Algunos problemas de performance inexplicables.
  • Los puzzles pueden llegar a ser bastante mala leche.
  • Combate repetitivo y que podría estar un poco más pulido.

Graven

  • 7.0

    Score

    Graven seguramente tiene más potencial del que puedo encontrarle en su estado actual. Aún habiendo salido de early access, se siente como si todavía estuviera ahí. Es un producto muy entretenido que tiene un nivel de frustración que no llega a ser el justo, sino que molesta de más. Confío en que con algunos parches va a quedar mucho mejor.
User Rating: 0 ( 0Votes )


Me gustan los carbohidratos, la cafeína, los jueguitos y el aire acondicionado. Tengo todas las vacunas al día.


Deja un comentario