Podría decirse que si un juego cuenta con respaldo de la editora Devolver Digital es sinónimo de garantía. En su haber cuentan con los españoles Gris y The Red Strings Club y los exitosos Fall Guys y Hot Line Miami. Ahora decidieron apostar por Olija (desarrollado por Skeleton Crew Studio), un plataformero de lo más clásico. A continuación, te comentamos que nos pareció.
Olija ya esta disponible para PC, Switch, PS4 y Xbox One.
Una historia que poco aporta a la experiencia
Olija nos pone en la piel de Faraday, un aventurero que naufraga, junto a su tripulación, por las aguas de un archipiélago conocido como Terrafagia. Nuestro objetivo principal parece ser, en un comienzo, conseguir las llaves necesarias para abrir la Puerta de las Sombras y escapar de una vez por todas de Terrafagia. Claro que en el medio también debemos concentrarnos en rescatar a los marineros que se encuentran secuestrados en islas aledañas y llevarnos a Marearroble, nuestro campamento. En el medio de nuestra aventura nos toparemos con la intrigante princesa oriental Olija. También nos encontraremos con una particular raza de esclavos y otros peculiares personajes.

El problema con la historia general de Olija es que va y viene, lleva y trae, pero nunca parece ubicarse en un punto concreto. Como si eso fuese poco, la realidad es que la forma en la que está narrada (una voz en off inentendible) le saca lo poco atractivo a la propuesta en esta materia. La historia pasa por completo inadvertida. No llega a aportar lo necesario para darnos el puntapié necesario para adentrarnos en las aguas de Terrafagia (algo que haremos de todas maneras).
Figurita repetida…
Se sabe lo difícil que es innovar en materia de videojuegos. Ya todo parece haber sido creado. Se entiende, también, que no es necesario que los estudios se preocupen por sacar títulos 100% originales y nunca antes vistos. Ahora, cuando hay tanta, pero tanta, oferta, ¿Qué pasa?. Claramente, algún mínimo cambio marca mucho la diferencia. Olija, por su parte, es una figurita repetida en cuando a los plataformeros. Copia la misma fórmula que se vio decenas, cientos, miles de veces.

Como cualquier plataformero 2D, nuestro objetivo es, lisa y llanamente, enfrentarnos a los enemigos que se nos crucen, derrotar a los jefes en el final de cada isla y… fin. Como arma principal contaremos con un arpón mágico, el cual podremos utilizar tanto para el combate cuerpo a cuerpo, como también para lanzar a la distancia. Además, nos servirá como “gancho” para “saltar” de un lugar a otro. También contaremos con la posibilidad de acceder a armas secundarias, como una espada y una escopeta (entre otras).

Si bien son diversas las islas que recorremos a lo largo de la aventura, las mecánicas se mantienen casi igual a lo largo de toda la experiencia. Recién cuando estemos muy adentrados en la historia aparecerán nuevas opciones/dificultades. Los jefes, además, también se sienten muy similares entre sí en cuanto al enfrentamiento.
En el recorrido por las distintas islas, más allá de conseguir las llaves requeridas para avanzar en la historia, debemos concentrarnos en recolectar ciertos elementos (como plumas y collares) que luego serán claves para utilizar en nuestra “guarida”.

Marearroble es mucho más que nuestro campamento donde pasar el rato. Allí podremos recuperar nuestra vida, fabricar cartuchos para nuestra escopeta y, ¿lo más importante?, cambiar nuestro sombrero. Dicho elemento no es sólo una cuestión estética, cada uno de ellos nos brinda habilidades especiales que nos ayudarán en el campo de combate.
Un pixel art minimalista
En cuanto a su apartado visual, en un sentido más técnico, no hay mucho que destacar. El estudio japonés apostó por un pixel art minimalista, aunque abundante en colores. Pese a que recorremos múltiples islas durante la aventura, la realidad es que ellas también se sienten/ven muy similares entre sí. Además, por momentos se realizan ciertos cambios de cámara sinsentido que no sólo no aportan nada, sino que dificultan, sin necesidad alguna, la experiencia.

Su apartado sonoro no corre mejor suerte. Dejando de lado la banda sonora y los sonidos generales, los cuales cumplen con lo justo y necesario, hay un problema que destaca por completo: la voz en off. Un recurso que hubiese sido interesante y atractivo si no fuese por el hecho de que no se entiende ni una sola paralaba de lo que dice el narrador. NI UNA SOLA. Por suerte contamos con subtítulos que nos ubican en tiempo y forma.
REQUISITOS DEL SISTEMA
MÍNIMO: SO: Windows 7, 8.1, 10 x64 – Procesador: Intel Core i3-4160 (2 * 3600) or equivalent, AMD Phenom II X4 965 (4 * 3400) or equivalent – Memoria: 8 GB de RAM – Gráficos: GeForce GT 730 (2048 MB), Radeon R7 260X (2048 MB) – Almacenamiento: 2 GB de espacio disponible
RECOMENDADO:SO: Windows 7, 8.1, 10 x64 – Procesador: Intel Core i5-2500K (4 * 3300) or equivalent, AMD FX-6350 (6 * 3900) or equivalent – Memoria: 8 GB de RAM – Gráficos: GeForce GTX 660 (2048 MB), Radeon RX 550 (2048 MB) – Almacenamiento: 2 GB de espacio disponible

Conclusión
Olija es un juego que ya jugaste decenas de veces, sobre todo si tenés varios plataformeros en tu haber. O al menos así se siente. No aporta una mínima bocanada de aire fresco a la escena.
Como si fuese poco, sus 5 horas de duración, a raíz de los pocos agregados, se sienten extremadamente iguales, haciendo que la experiencia se vuelva reiterativa. Tampoco se puede destacar algo en cuanto a su historia o a su aparatado gráfico/sonoro.

