Phoenix Springs es un título que atrapa por su atmósfera, pero que, al mismo tiempo, nos desafía con una jugabilidad pausada y una narrativa que no siempre se deja entender a la primera. Desarrollado por Calligram Studio, el juego nos invita a sumergirnos en un mundo enigmático donde la desaparición de un hermano es solo la punta del iceberg de una historia mucho más compleja.
Phoenix Springs se encuentra disponible para PC.
¿Qué sentirá Darío Sztajnszrajber con este juego?
En Phoenix Springs tomamos el rol de Iris Dormer, una periodista que viaja a la ciudad homónima en busca de su hermano desaparecido, Leo. La trama, de corte neo-noir, se adentra en temas filosóficos y existenciales, dejando de lado las respuestas fáciles para optar por una narrativa críptica que invita a la reflexión.

El mundo de Phoenix Springs no es uno que se explique abiertamente: la protagonista, como los jugadores, debe interpretar lo que ve a través de los escenarios y las pistas dispersas en su camino.
Lo interesante del juego es cómo, a través de una estructura minimalista, logra hacernos sentir la desconexión emocional de Iris, quien, a pesar de la tragedia personal que enfrenta, se mantiene distante y reservada. Las interacciones con otros personajes son limitadas, siempre a través de una voz en off que narra sus pensamientos.
Que se note que soy periodista
En cuanto a la jugabilidad, Phoenix Springs se aleja de los points & clicks más convencionales. En lugar de un inventario tradicional lleno de objetos, el juego se basa en un sistema de «pistas» que el jugador debe recolectar para avanzar en la investigación.

La mecánica de combinar pistas y deducir relaciones entre ellas es fundamental para resolver los enigmas, y aunque el sistema funciona de manera efectiva, también puede resultar desafiante en algunos momentos.
El juego te obliga a pensar de manera más abstracta, Relacionando conceptos en lugar de objetos físicos, lo que aporta una sensación más profunda de ser un detective o un periodista en una investigación complicada.
Sin embargo, no todo es perfecto. La falta de interacción directa con los objetos, como se esperaría en otros juegos de aventuras, limita las opciones de acción en ciertos momentos. Aunque no se trata de una limitación importante, la falta de flexibilidad en el sistema de resolución de puzles puede sentirse algo restrictiva en algunos casos.
A pesar de esto, la forma en que Phoenix Springs maneja la progresión es notable. Las pistas se actualizan o desaparecen cuando ya no son útiles, lo que evita que nos quedemos atascados en callejones sin salida. Este diseño evita frustraciones comunes en otros juegos de este género, aunque, en ciertas ocasiones, el ritmo se ve afectado por la necesidad de observar y procesar cada detalle con más calma.

Un mundo visualmente cautivador
Una de las grandes fortalezas de Phoenix Springs es su dirección artística.
El juego hace uso de un estilo visual muy característico, con un fuerte contraste entre sombras profundas y colores planos.
Este enfoque recuerda al cine negro, pero con una estética más moderna y surrealista que aporta una atmósfera única.
Cada escenario tiene una narrativa propia, no sólo a través de sus detalles visuales, sino en la manera en que se utilizan las sombras y los colores para guiar nuestra atención hacia los elementos más importantes.

La ciudad de Phoenix Springs, con su mezcla de ruinas y tecnología arcaica, se siente viva, incluso en su decadencia, y es fácil perderse observando sus paisajes, cada uno cargado de historia.
A pesar de la belleza de los entornos, la falta de una navegación ágil entre los diferentes escenarios es un inconveniente. En ciertos momentos, el desplazamiento por las zonas de la ciudad puede hacerse tedioso, especialmente cuando los lugares son grandes y no se cuenta con un sistema rápido para cambiar de un área a otra.

Menos es más; ellos lo entendieron
El apartado sonoro de Phoenix Springs sigue la filosofía de «menos es más», con una banda sonora ambiental que se hace presente en momentos clave, pero que en su mayoría se mantiene en silencio, dejando que los sonidos del entorno —como el viento o la lluvia— hablen por sí mismos.

Otro punto en donde me saco el sombrero es con el trabajo de la actriz de voz que interpreta a Iris. Alexandra logra una particular voz monótona, que encaja a la perfección con el mundo presentado en el juego. Su trabajo es realmente notable, transmitiendo la emocionalidad de su personaje con sutileza.
LO MEJOR
- La historia, pese a sus fallos, logra mantener la atención en todo momento.
- El apartado sonoro y gráfico realmente se encuentran bien cuidados.
LO PEOR
- La mecánica, por momentos, resulta un tanto reiterativa (y rebuscada).