Rhapsody: Marl Kingdom Chronicles Review – NIS, la máquina expendedora de JRPG

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Que decirles, ya saben cómo me pongo con los JRPG… es cosa de todos los días. Pero en este caso tengo algunas cosas interesantes para tocar en estas páginas.

Rhapsody: Marl Kingdom Chronicles esta disponible para PS5, Nintendo Switch y PC.

NIS, o también llamado Nippon Ichi Software, es básicamente una máquina de sacar entregas cada cierta cantidad de años; y cuando pensabas que todo estaba calmado salen reediciones para no olvidarte de nada.

Si hay algo que no puedo reprimirle a NIS es que casi todos sus hijos tienen cierto grado de originalidad, cosa que es bastante difícil si nos ponemos a pensar en la cantidad total de desarrollos. Algunos de sus hijos predilectos fueron analizados en Bitwares como Phantom Brave y Soul Nomad & the World Eaters, pero nada supera hoy día el peso de la renombrada saga Disgaea.

En esta oportunidad NIS nos entrega un boleto al pasado para adentrarnos nuevamente en una saga algo injustamente abandonada, Rhapsody. Con su reaparición en el mercado este 29 de agosto, tras casi 25 años de su debut para consolas como PS5 y Nintendo Switch.

Esta crónica consta de dos entregas, seleccionadas de manera algo extraña. Dentro de Marl Kingdom Chronicles encontramos Rhapsody II: Ballad of the Little Princess y Rhapsody III: Memories of Marl Kingdom; excluyendo totalmente a su primogénita sin una razón aparente.

Ballad of the Little Princess: Los viajes bizarros de la pequeña Kururu

Antes de adentrarnos de lleno en la historia, cabe aclarar que todas y cada una de las entregas de la saga Rhapsody son directamente lineales cronológicamente, con lo cual difícil es perderse.

En esta historia acompañamos los viajes de la pequeña y revoltosa princesa Kururu, hija de Cornet quien fue la protagonista de la primera entrega de la saga.

Algunos de sus hijos predilectos fueron analizados en Bitwares como Phantom Brave y Soul Nomad & the World Eaters, pero nada supera hoy día el peso de la renombrada saga Disgaea.

La misión de nuestra travesía es encontrar a un pretendiente que esté dispuesto a tomarnos de la mano y convertirse en nuestro futuro príncipe azul; sí, demasiado cliché todo. Sé que es difícil relacionar una historia tan banal y superficial con lo intrincado de un JRPG, pero desde acá la cosa se pone bastante particular.

Kururu, al igual que su madre, posee la habilidad de controlar o invocar títeres, los cuales iremos utilizando o “capturando” a lo largo de la historia. Algunos serán solo para dar soporte a nuestro equipo y otros serán ofensivos; cabe destacar que las marionetas no forman parte de los integrantes de la party, sino que funcionan de manera independiente; seremos algo así como un summoner.

Cada una de estas carismáticas criaturas irá subiendo de nivel conforme vayamos derrotando enemigos o vayamos mejorando sus habilidades con objetos; la clave siempre está en diversificar el equipo lo más posible para lograr cubrir la mayor cantidad de aristas de la tabla de tipos, como un clásico Pokémon.

Gráficamente Ballad of the Little Princess rememora la estampa clásica de NIS, nada mejor que el jugador sepa de dónde venís sin siquiera preguntar. Vemos un ambiente colorido, contrastado y estático; pero con personajes en 2D super carismáticos y con una gran sensación de movimiento, dando como resultado escenas super equilibradas visualmente.

A nivel auditivo encontramos composiciones musicales juveniles, frescas y sencillas; yendo en composé con la temática de la trama.

Memories of Marl Kingdom: Más que una entrega, un spin-off

La tercera y última entrega de esta trilogía es bastante diferente a sus antecesoras. Para ponernos un poco dentro del contexto global de Rhapsody, su primera parte narra las aventuras de Cornet en su búsqueda de su príncipe azul, mientras que su secuela encuentra a una Cornet coronada reina y narra las aventuras de su hija Kururu.

Memories of the Marl Kingdom cuenta varias historias dentro de estas dos entregas, dándonos contexto y mucha más información e introspección sobre la evolución de los personajes de cada una de las entregas. Por ejemplo, el primer capítulo habla sobre cómo Cornet se pierde en el dichoso bosque, en donde luego conocerá a su futuro enamorado. En otros capítulos encontraremos historias sobre personajes como Kururu y porque no algunos de los enemigos que fuimos haciendo a lo largo de las dos primeras entregas.

Poco se puede resaltar sobre su evolución respecto a su antecesora directa. Las visuales se mantienen intactas, con un pixelart que enamora hasta el más reacio de los jugadores y con alguna mejora palpable en el diseño de mapas, dando algunos contrastes marcados y un uso notable de texturas en formato en tres dimensiones para lograr un poco más de profundidad al mundo ya creado en 2D.

LO MEJOR

  • Una muy buena manera de atraer al público pequeño a un JRPG entretenido y desafiante
  • Carcajadas aseguradas

LO PEOR

  • No hay correlatividad con el contenido del bundle, dejando afuera la primera entrega que da el ritmo y el color a toda la saga.

Rhapsody: Marl Kingdom Chronicles

  • 7.0

    Score

    Sacando un cierre general de lo que trae a la mesa esta versión llamada Marl Kingdom Chronicles, Rhapsody es una muy buena forma de adentrar a los poco asiduos al mundo del JRPG, no por su facilidad sino por su sensación aniñada, telenovelesca y con momentos álgidos en donde todo es color de rosas y todos cantan y bailan. No voy a negarles que en varias oportunidades estas entregas logran arrancarme más de una carcajada. Rhapsody es completamente impredecible; para los de mi generación la mejor forma de compararlo es con la memorable serie Koni-Chan de Magic Kids, bizarra por momentos, dulce y empalagosa por otros. Pero sí hay algo en lo que me pongo algo exigente es que más allá de que Rhapsoody trae lo clásico a la nueva generación, es una saga que no envejece como corresponde. Tiene mil y una reversiones desde su salida en los años 90, con lo cual se siente el paso de los años y la repetitividad de NIS en su intento de hacerlo nuevamente con PS5 y por si fuera poco, con una tercera entrega en donde solo los más asiduos jugadores podrán entender el contexto de la historia narrada; en mi opinión deberían de haber incluido las tres entregas en la misma crónica, o en su defecto, las dos primeras.
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Mi primer juego fue el Commander Keen, con eso ya saben mi edad. Entrenador Pokémon, y si me queda tiempo, trabajo un poco. Friends y Daft Punk en loop como modo de vida.


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