Desarrollado por Terri Vellmann, Doseone y publicado por Devolver Digital, luego de dos años nos traen la secuela de aquel lisérgico y bizarro juego de 2021. Personajes de lo más raros, graffitis, mugre y cigarrillos nos esperan en este loco e insólito juego.
Sludge Life 2 está disponible en PC.
RESACA, CIGARRILLOS Y SUCIEDAD
Sludge Life es una experiencia muy extraña. Quienes conozcan el primer juego sabrán a lo que me refiero. Es un juego que no sigue las estructuras clásicas de lo más conocido, sino que hace su propia cosa. Funciona como un platformer 3D con mucho énfasis en la exploración de cada rincón del mapa. Sludge Life 2 es mecánicamente y estructuralmente, bastante parecido a la primera entrega, pero suma muchos más items/power ups y verticalidad a la exploración. Se siente una mejora importante, y al mismo tiempo más de lo mismo. Esto no tiene que ser un problema necesariamente, ya que el producto es buenísimo.

Nosotros en este mundo somos Ghost, artista de graffiti y actual Manager de Big Mud, un famoso anfibio rapero. El juego arranca despertándonos en la ducha de un departamento del complejo Ciggy City Suites, después de una clara noche de consumo de sustancias, descontrol y fiesta. Resaca aparte, nos damos cuenta que nuestro amigo Big Mud desapareció y nadie sabe dónde está. Nuestra misión principal es encontrarlo y llevarlo a grabar un clip musical.
El juego es una aventura en primera persona con mucho plataformeo, carente totalmente de combate, centrado en la exploración y descubrimiento de secretos.
Podemos hablar con casi todos los NPCs y hacer bastantes cosas en el mundo aparte de la misión principal. Y a poco de empezar vamos a ir descubriendo las particularidades de este mundo. Para empezar, estamos en Ciggy City, que sería algo así como “ciudad pucho”, lo cual me voltea de la gracia de sólo pensarlo. Ciggy City Suites es un complejo hotelero dentro de esa misma ciudad. La misma está ubicada sobre un mar de lodo tóxico y pantanoso (sludge), y sus habitantes viven en estado bastante precarizado. Casi todos fuman o están re en una, a algunos los vamos a encontrar literal y figurativamente dados vuelta, otros viven en containers apilados sobre el lodo. Realmente abunda la marginalidad, es un mundo distópico que resulta bastante familiar y en ocasiones no muy distintos a cosas que nos toca vivir en el día a día.

Esto es presentado con mucho humor, tanto en los escenarios como en los diálogos. Muchas veces los chistes pasan por lo que vemos en este mundo, ya sea en carteles o situaciones. Los NPCs tienen al menos dos líneas de diálogo y mucho que decir, la mayoría de las veces es hilarante. Las situaciones que menciono van desde las publicidades de cigarrillos para chicos, hasta ver un torneo de fumadores competitivos, pero hay de todo. Fumar y el cigarrillo como objeto son algo muy importante del lore de este juego, por lo que vamos a encontrar cigarrillos tirados por ahí, podemos fumarlos, o dárselos a algunos NPCs a cambio de información o simplemente por simpatía.

A medida que hablamos con distintos NPCs vamos a ir encontrando pistas sobre el paradero de Big Mud, y también sobre qué está pasando en Ciggy City Suites. Hay muchos NPCs y mucho diálogo, gran parte de la narrativa del juego se construye a través de esto. El juego tiene tres finales muy distintos, y algunos requieren investigar más sobre otros eventos que están sucediendo por fuera de nuestra misión principal. Para darles un poco de contexto, mientras buscamos a Big Mud, vamos a ver que al mismo tiempo hay una protesta por la encarcelación de cierto personaje que ya aparece en el primer juego (y que parece estar gestando algo grosso), y mientras tanto también hay indicios de que el “lodo” está evolucionando en algo más. Hablando de cárceles, Ciggy City cuenta con una fuerza policial. Estos policías serían “Clops”, cíclopes policías. Son de lo más antipáticos y hablar con ellos significa que casi siempre nos van a golpear porque si, a menos que anden distraídos. Hay un comentario muy obvio sobre brutalidad policial y abuso de poder, así como críticas a las grandes corporaciones y las cosas inmorales que hacen.

DEJANDO NUESTRA MARCA
Como buen artista de graffiti, Ghost va a dejar su marca en todo lugar que pueda. Una de las actividades más divertidas dentro del juego es pintar paredes y dejar nuestra marca personal.
Estos están distribuidos por el mundo y hay un total de 100 para hacer, algunos bastante escondidos y casi mala leche. Pero nada que no podamos encontrar, ya que como mencionaré más adelante, contamos con herramientas para esto. Para llegar a algunos de estos lugares difíciles, el juego nos da una muy buena capacidad de movimiento, podemos saltar y trepar por todo lugar al que podamos más o menos llegar, movernos se siente mecánicamente bien y ayuda a que sea satisfactorio el gameplay. Muchos edificios están cerrados y vamos a necesitar acceder por el techo u otras entradas misteriosas.

Para poder movernos y avanzar la historia contamos con numerosas herramientas, algunas vuelven de la primera entrega, pero Sludge Life 2 suma muchas más que hacen que esta entrega se sienta un poco más distinta. Vuelve el Glider, que sería como un parapente que podemos usar para no morirnos al caer desde muy alto (esto es el causante del 90% de las muertes que podamos tener), es un poco difícil de usar ya que no se lleva bien con usar otros ítems al mismo tiempo. Tenemos también unos Ojos de Vándalo que al usarlos van a mirar apuntando a el lugar más cercano en donde podemos hacer un graffiti, este es muy pero muy útil y va a hacer que conseguir los 100 sea mucho más fácil.

Tenemos además, una cámara para sacar fotos de lo que queramos (hay unas fotos especiales que podemos sacar a modo de collectible), y un warper, que sólo supe usar para volver al punto de partida. El ítem más importante para mí son las zapatillas que permiten hacer salto doble, como en cualquier juego, nos abre mil caminos para explorar y es súper divertido. El último ítem es un Launcher que nos va a permitir proyectilizarnos hacia arriba, este es muy difícil de conseguir y casi que hay que completar el 100% del resto para sacarlo, es casi un despropósito porque para cuando lo conseguimos ya no queda mucho para hacer, siento que no se llega a aprovechar. Hay un par de ítems que no mencioné para no spoilear parte de la trama.

Todos estos objetos los podemos encontrar en el mundo, en general vamos a adquirirlos progresivamente y algunos requieren realizar alguna actividad antes. En el caso de los ojos, estos los podemos adquirir al principio del juego si prestamos atención. Esto en particular es mucho mejor que en la primera entrega, en donde nos los podíamos perder enteramente.
La interfaz me parece muy imaginativa, el menú de pausa es básicamente una laptop que abrimos mientras se pausa el juego. Dentro de la misma podemos tocar distintas opciones y hacer seguimiento de varios objetivos. A la vez que podemos instalarle nuevos programas si los encontramos, hay incluso un juego dentro de este juego, GatoMago, en donde somos un felino que pelea con magia contra criaturas. Nada del otro mundo, pero es una adición interesante. Yo recomiendo explorar muy bien esta PC personal, hay de todo. Ahí también podemos customizar a Ghost, aunque las opciones son raras, nos permite elegir si va al baño de pie o no, si lleva alimentación vegana y si le gustan los perritos. Al salir del menú de pausa, vamos a ver que Ghost tira la laptop hacia adelante, si lo hacemos varias veces, incluso podemos crear varias copias de la misma, esto pasa también con cualquiera de los otros ítems cuando los terminamos de usar, no significa que los perdemos, es simplemente una animación divertida.

Para movernos a través del mapa, tenemos unos warp points que se habilitan a medida que los visitamos, están muy buenos para viajar rápido a otros puntos. Teniendo en cuenta que el mapa es grande y tiene bastante verticalidad, lo terminamos usando bastante.
El juego es relativamente corto, puede tranquilamente terminarse y casi completarse en una sentada. Que no se entienda mal, no hubo momento en que no fuera divertido, Sludge Life 2 es muy bueno, es divertido de principio a fin y no aburre.
Si bien personalmente no lo completé al 100%, saqué los tres finales y los 100 graffitis en dos horas y media sin conocimiento previo. Debe ser un juego muy fácil de speedrunear. Una vez terminado el juego independientemente de qué final hayamos sacado (recomiendo hacer los tres que hay), vamos a tener muchas más cosas para hacer. El juego tiene muchos collectibles y achivements raros que podemos perseguir. Y también nos pueden quedar grafitis por encontrar y hacer (aunque uno de los finales requiere hacerlos todos), la verdad que esto último no es muy difícil tampoco. Un pequeño detalle por si son de los que buscan achievements: para poder habilitarlos y que Steam los registre, necesitamos abrir la To Do List antes. Si lo que leyeron acá les gustó y si se lo pueden permitir, les recomiendo que le den una oportunidad. El juego no es tan caro y el bundle del primero junto con esta entrega suelen estar seguido de oferta.

LO MEJOR
- Una mejora notable por sobre la primera entrega.
- Una experiencia narrativa distinta a lo que se acostumbra.
- Mucho humor y eventos insólitos para entretenernos.
LO PEOR
- Es bastante corto.
- Se siente como más de lo mismo si ya jugamos al primero.