Review Those Who Remain: entrega especial para los que le temen a la oscuridad

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Proyecto desarrollado por el estudio independiente Camel 101. Un juego de terror psicológico en primera persona con una historia para contar, pero con problemas en su concreción.

Disponible para PC, Xbox One y PlayStation 4.

Este juego es otro de los muchos juegos independientes que intenta rescatar el género del horror, tan olvidado por las grandes empresas. Con una atmósfera bastante espeluznante y con controles tan malos que asustan nos embarcamos en la aventura.

Un historia tan oscura que no se llega a ver.

Comenzamos el juego en la piel de Edward, un hombre con un dilema existencial que habita en el tranquilo pueblo de Dormont, EEUU. En este pueblo, recientemente comenzaron desapariciones misteriosas de personas. De buenas a primeras, y sin ninguna explicación mediante, nos encontramos atrapados en una realidad en la cual estamos rodeados de seres malignos con ojos azules que nos miran desde la oscuridad esperando para despedazarnos. Debemos tratar de sobrevivir manteniéndonos dentro de la luz, porque en cuanto pongamos un pie en la oscuridad moriremos irremediablemente. El origen de estas criaturas estaría relacionado con ciertos ritos satánicos que alteran la realidad.

Durante cada escenario que transcurramos debemos ir resolviendo algunos puzles interesantes y tratando de desentrañar un misterio relacionado con un homicidio. Con las pruebas expuestas, finalizando algunos de estos escenarios el juego nos dará la opción de tomar decisiones sobre el destino de las personas involucradas en la muerte; juzgándolas, pudiendo decidir entre el castigo eterno y el perdón con su correspondiente salvación.

La historia en sí, si bien no es novedosa, es bastante entretenida. Lamentablemente, presenta problemas groseros de cohesión en su narrativa. Terminando cada escenario somos transportados al siguiente nivel, sin saber cómo ni por qué llegamos allí. Ni adónde vamos, ni porque debemos decidir el destino de esta gente. En el medio aparecerán algunos fantasmas para guiarnos, un monstruo horrible que nos perseguirá para matarnos y un hombre con una máscara tétrica que no encaja en la escena y nos da consejos de cómo actuar. De acuerdo a las decisiones que tomemos durante el juego impactará en el ending que recibiremos. Todo esto vuelve bastante confuso el objetivo del juego, quiénes somos y qué propósito tenemos en el destino.

Tan malo que asusta

La jugabilidad es el punto más débil del juego. Los controles son tan simples como toscos. Podemos interactuar con múltiples objetos, cajones, puertas, sillas, cajas. La enorme mayoría de estas interacciones son inútiles. No aportando nada al juego salvo perder tiempo. La movilidad también deja mucho que desear, atorándonos en espacios reducidos con facilidad, lo cual lo vuelve muy molesto al tener que huir del monstruo que nos persigue.

Estos controles torpes también nos juegan en contra al tener que pasar al límite de la oscuridad para ciertas acciones, pudiendo lograr un game over por un error milimétrico que nos obligará a empezar el nivel desde el inicio. A pesar de todo esto, hay que reconocer que el juego es bastante llevadero y entretiene durante las 3 o 4 horas que puede durar el gameplay inicial.

Gráficos y sonidos: la luz al final del túnel

La parte gráfica del juego es lo mejor del juego: el arte de los escenarios es destacable, el detalle puesto en objetos cotidianos y el juego de luces y sombras son realmente buenos… demasiado buenos en comparación con algunas otras cosas del juego. Entre lo peor: las figuras humanas son tan tétricas como mal diseñadas. Las características faciales de los personajes se asemejan a una máscara de cera a medio derretir. No vamos a profundizar en otros detalles gráficos porque seríamos injustos, somos conscientes que se trata de un juego indie. También cabe destacar que la versión de PlayStation que jugamos no presenta los problemas gráficos que se han visto en las versiones de Xbox One respecto a la baja frecuencia de cuadros por segundo que perjudica la experiencia de juego.

En lo que ha sonido respecta: los efectos de sonido son aceptables. La banda sonora es inexistente, sin embargo, esto acompaña a lo lúgubre de la escena. Las voces en off y los diálogos son bastante flojos, pero no desentonan con el resto del juego.

Conclusión

Those Who Remain es un juego indie de terror psicológico entretenido y con una buena idea aunque nada novedosa. Buen diseño gráfico de escenarios y puzles interesantes. Es corto y puede lograrnos algún que otro susto. Sin embargo, falla estrepitosamente en su jugabilidad y en su narrativa. Está muy lejos de merecer el gasto de 20 dólares que cuesta en el PS Store.



Médico a medio tiempo y gamer a tiempo completo. En mis ratos libres me gusta leer, tocar la guitarra y montar chocobos.


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