Lunacy: Saint Rhodes Review – Calaveras y diablitos

Desarrollado por Stormling Studios y publicado por Iceberg Interactive, nos traen un juego de terror en primera persona más cerca de lo clásico. Siniestros rituales y oscuros secretos nos esperan más detrás de las puertas de la mansión Rhodes.  

Lunacy: Saint Rhodes está disponible en PC.  

LA VIEJA MANSIÓN DE LOS RHODES  

Nuestro protagonista, George Rhodes, recibe un llamado inesperado. Un detective, Roy Millard, le informa que es heredero de una mansión familiar importante (de la cual el primero no estaba al tanto), pero que necesita su ayuda para resolver un caso de hace una década vinculado a la mansión. Deciden encontrarse en la entrada de la mansión inmediatamente.  

Arrancamos tomando el control de nuestro avatar al llegar al pueblito que rodea a la mansión, Saint Rhodes, pueblo fundado por los descendientes de George. Nuestra llegada se ve afectada por una feroz tormenta, que entremedio de la oscuridad y maleza nos obliga a buscar refugio. Entramos por la ventana en una casa vecina e inmediatamente empezamos a experimentar algún que otro suceso inexplicable, así como evidencia de que nuestros ancestros esconden algo siniestro.  

También es evidente que el pueblo rural que rodea la mansión está desierto. Saliendo de esta casa, a través de oscuros caminos y bloqueos, terminamos llegando a nuestra propiedad heredada, la vieja mansión Rhodes. Sin novedades del detective Miller, decidimos entrar sin saber lo que nos espera.  

El juego por suerte no nos confina en una sola mansión gigante, sino que todo el pueblo de Saint Rhodes va a servir de mundo explorable.

Saint Rhodes es un muy pequeño pueblo rural, tiene una oficina de correo, una iglesia, y algunas residencias particulares. Sin spoilearles mucho, vamos a ver algunas otras locaciones variadas e inesperadas dentro de este juego.  

NO ESTAMOS SOLOS, NUNCA  

El juego funciona como un clásico y buen juego de terror en primera persona, tenemos que explorar y abrirnos paso interactuando con el entorno y resolviendo puzzles mientras avanzamos la historia. El primer punto importante de nuestras habilidades, es que contamos con una linterna que, por suerte, tiene batería infinita. Esto va a ser necesario ya que el juego es muy pero MUY oscuro. En varios lugares hay velas prendidas, que iluminan en una titánica distancia de 15 cm alrededor de su llama. También podemos ir prendiendo velas especiales si tenemos un encendedor a mano, estas cuentan como un collectible pero no aportan a la iluminación. Por lo que vamos a necesitar la linterna si o si casi todo el tiempo, las pocas partes en donde no tenemos acceso a ella, por suerte están suficientemente bien iluminadas para que sea visible. Esto puede remediarse subiendo el brillo, pero le quita la gracia a usar la linterna.  

A poco de empezar vamos a encontrar otra herramienta importante para el resto del juego, una gema con la que podemos repeler entidades malignas y encontrar ítems ocultos, para hacer esto, la cargamos hasta que se ilumina y soltamos para “atacar” o usarla. Es la única forma de encontrar objetos ocultos. Esta gema, que luego pasan a ser dos en un cráneo de herbívoro, es la única herramienta que podemos usar para defendernos de casi todos los agresores. Es irónico que sirva para esto, ya que usarla para buscar ítems también “atrae” a estas entidades malignas. Por suerte carga y se recarga rápido, podemos usarla seguido, y los espíritus menores son eliminados de dos golpes. Pero las entidades más poderosas apenas son aturdidas por este poder. Estas entidades o enemigos, van a estar mucho más presentes de lo que podríamos predecir. Habiendo secciones con exceso de estas en momentos, lo bueno es que los sustos no sólo pasan por esto, sino que el juego se encarga de siempre dejarnos atentos al peligro.   

Ya sea una puerta o ventana que se cierra de golpe, o ruidos extraños, nunca nos van a dejar estar relajados.

Lunacy maneja con muy buen gusto el terror, no hay sobresaltos o jumpscares de mala leche que pueda recordar. Incluso si estamos explorando tranquilos, este juego logra inquietar de alguna forma, a pesar de que no haya peligro real en esa situación, es algo que muchos juegos intentan y no siempre consiguen.  

Contamos con un inventario sin límite para recoger objetos, el progreso en general está atado a recolectar estos y usarlos en puzzles. En los casos más simples es simplemente usar una llave en una puerta, pero luego hay puzzles más complejos. Si prestamos atención al entorno y todo lo que nos rodea, no son difíciles de resolver. Esto está muy bien armado a comparación de otros títulos que suelen tener mucha más abstracción en sus puzzles.  

La construcción de la historia se forma no solo por lo que nos va pasando, sino por lo que recolectemos de documentación, todo papel tiene algo que suma a ir construyendo la narrativa. Tenemos además un árbol familiar que a medida que juntemos documentación y veamos la historia, va a ir llenándose. La historia está buena, es entretenida con sus sorpresas y misterios. No es nada que nos vaya a volar la cabeza, pero está muy bien. El juego ofrece dos finales, dependiendo qué hagamos en las secuencias finales (podemos recargar el save para no jugar todo de nuevo), y ninguno es la gran cosa, pero ambos le dan un buen cierre a la historia. Además de las antes mencionadas velas, el juego cuenta con otros collectibles, en el menú de pausa se puede hacer seguimiento de esto, además de otros achievements.

FRUSTRACIÓN INFERNAL  

A medida que nos vamos acercando al final de esta historia, es cuando el juego cada vez más empieza a hacer agua mecánicamente.

Ya que los enemigos que nos acechan y el peligro que enfrentamos va siempre en aumento, y esto termina no siendo manejado de la mejor forma.  

Hay secciones en donde el juego nos bombardea con entidades malignas menores que nos persiguen, si bien estas pueden ser fácilmente repelidas, no pasan ni 5 segundos que ya nos tiran dos más. Esto termina siendo bastante molesto, no asusta ni es un peligro, es solamente tedioso. Ni hablar cuando además de esto nos suman distintos enemigos, algunos que pueden matarnos de un golpe.  

Cerca del final vamos a estar casi constantemente en peligro, y hay secciones específicas que podrían haber estado mejor diseñadas. Hay muchas veces puzzles complicados que tenemos que revolver mientras nos persiguen, algo que es extremadamente difícil y frustrante. Hay otras situaciones así en donde lo que tenemos que hacer mientras nos persiguen no es del todo claro, lo que lleva a repetir demasiadas veces una misma sección.   

El largo del juego no está mal, la realidad es que la mayoría de los juegos de este estilo están viniendo con de tres a cuatro horas de duración casi por default. En este caso, la duración puede extenderse bastante si nos trabamos en alguna parte por no poder ver bien con qué cosas interactuar, debido a lo oscuro que es este título por defecto. Así como trabarse y repetir infinitamente las ya mencionadas secuencias que podrían estar mejor diseñadas acercándonos al final. Por eso Lunacy no se siente tan “corto” y puede durar un par de sentadas.