Las aplicaciones del tiempo, mal llamadas “aplicaciones del clima” han estado en auge en los últimos años, en diversos dispositivos tecnológicos, pero fundamentalmente en los celulares. La gente de a pie puede acceder al pronóstico del tiempo de forma rápida y práctica sin recurrir a encender un televisor para consultar con un profesional o entrar en la página oficial del servicio meteorológico de cada país.
El GRAN problema de las aplicaciones del tiempo

Sin embargo, muchos usuarios desconocen que los pronósticos presentados en estas aplicaciones no son generados por meteorólogos profesionales, sino que obtienen los datos crudos de los modelos meteorológicos o también llamados modelos de pronóstico numérico del tiempo. Estos modelos no son más que un conjunto de programas informáticos que resuelven en forma aproximada un enorme número de ecuaciones “en tiempo real” a partir de los datos obtenidos por el Sistema de Observación Global y que, mediante el uso de supercomputadoras, prevén la evolución de la atmósfera.

El VALOR del meteorólogo PROFESIONAL
Las aplicaciones del tiempo solo pueden resultar útiles en ciertas ocasiones en donde los pronósticos son altamente predictibles.
La atmósfera es un sistema físico caótico de alta variabilidad, por lo que previsiones a mediano y largo plazo en los modelos meteorológicos suelen ir apartándose del estado real a medida que el plazo de pronóstico se incrementa, aumentando considerablemente los errores en los pronósticos. Incluso estos errores, pueden ser grandes en dentro del corto plazo, en ciertos casos en donde la atmósfera presenta alta incertidumbre
Dado que, tanto las observaciones son imperfectas y los modelos imperfectos, deben ser meteorólogos profesionales, los encargados de analizar la información provista por dichos modelos meteorológicos, que además de conocer los procesos físicos y mecanismos que rigen el funcionamiento de la atmósfera, tiene la posibilidad de recurrir al pronóstico por análogos, es decir, pronósticos basados en situaciones meteorológicas pasadas similares, y herramientas de juicio propio para poder realizar comparaciones entre modelos y decidir en muchos casos en base a su experiencia, superando con creces a los resultados provistos por las aplicaciones.

Alarma de lluvia: puede brindar valor al usuario si se conocen sus limitaciones
No obstante, existe una aplicación, que trabaja exclusivamente con datos provenientes de los radares meteorológicos ubicados en diversas partes del mundo, y que, mediante algunos avisos, puede alertarnos de un potencial peligro o simplemente de las precipitaciones que se aproximan.
Sin embargo, esta aplicación, también tiene sus inconvenientes. Estos datos, también deben ser analizados por un profesional, ya que, en algunos casos, cierto “ruido” generado por algunos fenómenos atmosféricos puede generar información que puede ser confundida con lluvia, nieve o tormentas, cuando no lo es.
El radar meteorológico: principio y particularidades
Primero empecemos por entender cómo funciona un radar meteorológico. El principio de funcionamiento del radar meteorológico es el de emitir a través de una antena un pulso de energía electromagnética.
Cuando el pulso emitido por el radar alcanza una nube, parte de la energía es dispersada en múltiples direcciones. En particular parte es retro dispersada de vuelta hacia la antena.
Esta porción de energía que es retro dispersada hacia la antena se utiliza para inferir propiedades de la nube.
A partir de la potencia recibida, conociendo las características del radar y asumiendo que la dispersión que ocurre es de tipo Rayleigh y los dispersores son esferas de agua se calcula un factor de reflectividad equivalente. Entonces es posible generar una imagen, con diversos colores, que van del azul al rojo, y que indican la intensidad de las precipitaciones.

Limitaciones de la aplicación
Ahora sí, veamos uno de los posibles inconvenientes o limitaciones en la interpretación de estas imágenes. Por ejemplo, en condiciones de alta estabilidad atmosférica, es posible que se produzca una propagación anómala del haz del radar meteorológico, dando lugar a un fenómeno llamado superrefraccion de entubamiento. El haz del radar toca la superficie (puede ser del mar o la tierra) generando “ecos” que pueden estar relacionados a olas o al mismo terreno irregular, siendo en algunos casos intensos y confundiéndose con, por ejemplo, tormentas eléctricas. Esto ocurre ya que, por norma general, la intensidad de los fenómenos se asocia a diferentes colores, siendo los rojos y fucsias los más fuertes, incluso con tormentas y hasta granizo.

De todos modos, y aún considerando este tipo de fenómenos que pueden generar ecos falsos, creemos que puede ser una herramienta útil para el usuario, ya que, en tiempo real, la aplicación nos advertirá mediante una alarma (puede ser el sonido de un trueno) que esta próxima una tormenta y nos indicara tanto el área comprendida como la intensidad (de 1 a 10) siendo 10 la más alta, algo muy fácil de interpretar por cualquier persona.



En nuestro caso hemos probado la aplicación en un Moto Edge 20 Lite y ha funcionado a la perfección. La aplicación cuenta con personalización, en la que podremos elegir entre varias opciones que van desde el sonido de la alarma, la sensibilidad de detección de las lluvias, hasta la posibilidad de generar un widget que en forma muy didáctica nos dirá la proximidad de la tormenta, la intensidad y el área afectada.



Como conclusión, esta aplicación NO reemplaza el pronóstico de un profesional meteorólogo o de un servicio meteorológico, sino que puede ser de ayuda complementaria al usuario, en casos de no poder contar con dichos servicios en algún momento dado. Puede avisarnos mediante alarmas que una tormenta con potencial de generar impactos, está cerca de nuestra zona. Es una herramienta a tener en cuenta siempre que asumamos sus limitaciones y que, como decíamos antes, bajo ningún punto de vista debe ser utilizada como reemplazo de los pronósticos oficiales de cada país.