Los estudios 1C Company y Layopi Games lanzaron, el pasado 17 de septiembre, Devil’s Hunt, un juego de acción en tercera persona basado en Equilibrium, una novela escrita por Paweł Leśniak.
Por el momento se encuentra disponible sólo para PC. Recién a partir del 2020 llegará para PlayStation 4, Xbox One y Switch.
Entre ángeles y demonios
Mundo post apocalíptico. Hombre con místicos poderes. Lucha y más lucha para derrotar a los demonios que parecen haber dominado la Tierra. Ruido punzante. Despertador. Finalmente todo era un mal sueño.
Desmond Pearce, nuestro protagonista, despierta en su mansión luego de haber tenido una pesadilla –al parecer típica en sí– en donde luchaba con demonios que pretendían dominar el terreno mundano. Luego de este acontecimiento iremos conociendo la rutina de él joven. De día se dedica a trabajar en la empresa de su padre –con quien mantiene una relación complicada– y de noche a peleas clandestinas.
Luego de descubrir a la mujer de su vida –a la cual acabábamos de proponerle casamiento– en la cama junto a su mejor amigo, Desmond muere en un trágico accidente de auto. Después de esta secuencia despierta en el infierno –lugar idéntico a su pesadilla inicial–, donde el mismísimo Lucifer le da la oportunidad de regresar con los humanos a cambio de una serie de promesas.
Nuestro objetivo es claro (y muy básico): acabar con la vida de aquel que nos arrebató el amor de nuestra futura esposa. Pero, la cosa no termina ahí. La realidad es que esto pasa en los primeros minutos del juego, luego todo da un giro bastante ridículo y quedamos ante la típica guerra entre ángeles y dominios, donde debemos escoger si queremos pertenecer al bien o al mal.
El verdadero infierno, la jugabilidad
Antes y después de nuestro paso por el infierno nos dedicaremos constantemente a luchar contra demonios (y contra ángeles más avanzada la historia). Usualmente los enfrentamientos se darán contra grupos nucleados por cuatro demonios. Por momentos también combatiremos contra jefes, que cuenta con mayor vida y hacen más daño.
El juego contará con un árbol de habilidades con tres estilos de lucha diferentes: “Ejecutora”, la más agresiva y directa para el combate; “Profana”, que cuenta con armas espectrales y nos permite regenerar nuestra salud; y “Del Vacío”, que le da a nuestro protagonista la posibilidad de paralizar a nuestros enemigos, succionar sus almas, etc. El estilo de lucha y los puntos de las habilidades se podrán ir cambiando a nuestra preferencia durante el combate.
También tendremos la posibilidad de convertirnos en un ejecutor (transformarnos en un súper demonio), de esquivar y bloquear los ataques (esto sólo cando el juego nos permita) y de ejecutar a los demonios, como si de una fatality del Mortal Kombat se tratase (este punto también solo cuando el juego nos de la opción).
Las peleas son fáciles de ganar. Es casi imposible perder en este juego. Si nos llegan a derrotar, en primera instancia, nos “levantamos” luego de tocar frenéticamente E. En caso de que nos vuelvan a vencer, “morimos” y ahí debemos comenzar desde el último punto guardado.
Si bien la historia constantemente nos remarca que somos el Destructor y el Salvador y que debemos elegir si queremos responder a los demonios o a los ángeles –porque no se puede estar bien con Dios y con el Diablo–, la realidad es que no tendremos el “poder” de decidir realmente, ni siquiera con las acciones que vayamos realizando¸ si queremos quedarnos del lado del bien o del mal.
Houston, tenemos un problema
Como si no tuviésemos suficiente con la historia cliché –que da manotazos de ahogado pero no lograr salir a flote–, lamento informar que la experiencia no mejora en cuanto a gráficos y sonido.
Desde el vamos, el aspecto de los personajes parecen ser sacados de un juego de hace 10 años atrás. Aunque, para ser un poco buenos, podemos destacar que contamos con decenas de escenarios y variedad de demonios para enfrentar.
Más allá del aspecto más superficial de los gráficos en sí –lo cual finalmente es más un gusto personal–, lo realmente terrible son las fallas durante la ejecución de imágenes.
Devil’s Hunt tiene bugs, problemas en su optimización y sufre de caídas de FPS.
Como si todo esto fuese poco, el sonido se traba y termina desapareciendo por completo. Problema que persiste a lo largo de la historia y se repite con más frecuencia de la aceptable.
Conclusión
Infidelidad, traición, muerte, venganza y una nueva oportunidad. Devil’s Hunt cuenta con cada uno de los clichés que una mala película hollywoodense nos puede ofrecer.
Pero el mayor problema de este juego no es su historia. Esta tan pero tan mal optimizado, que por más que tengas la computadora más nueva y completa del mercado, tarde o temprano se te va a tildar (y vas a tener que reiniciar la PC).
Como si estos puntos fuesen poco, el apartado visual y el sonoro tampoco se logran disfrutar. El sonido se corta cada 2×3 y los gráficos no sólo parecen sacados de la primera década del 2000, sino que afectan completamente la jugabilidad.
