Bandai Namco nos viene acostumbrando a los videojuegos multiconsola basados en animes. En esta ocasión le toca a un clásico de todos los tiempos, el simpático gato robot Doraemon y su escuadra de amiguitos, en una aventura que los llevara a otro tiempo y otro lugar, pero rebosante de las locuras de siempre.
Doraemon Story of Seasons ya esta disponible para PS4, Nintendo Switch y PC.
Nobita, el nabito
Pero hasta ahí. En todo su esplendor, Story of Seasons es un clásico farming simulator en la vena de los míticos Harvest Moon, porqué de hecho, ES un Harvest Moon. Recapitulemos.
En el 2007, la saga Harvest Moon de simulación de administración de granja por excelencia creada por Natsume/Marvelous cambió su nombre a Story of Seasons para su publicación y distribución en EEUU y Europa. El formato que es básicamente siempre el mismo desde su juego original pasando por sus mas de veinte iteraciones, se licenció para los personajes de Doraemon, como se había hecho también para los personajes del anime “Popolocrois”. El resultado no es ni mas ni menos que un Harvest Moon con un skin copado (¿?).

El juego comienza tras los cuarenta minutos de story building mas intolerables que me haya tocado vivir en mi vida gamer donde relatan como por unas semillas mágicas y una tormenta, Doraemon, Nobita y sus otros amigos, se ven trasladados a “Natura”, un pueblo para ellos desconocido del cual no saben cómo regresar. Ranchi, un granjero amable de la edad de Nobita que nos explica todo, nos dice que en Natura es normal que todos trabajen mientras viven ahí. Uno va al restaurant, otro a la carpintería, otro a la clínica. Doraemon se ve obligado a trabajar para el alcalde de Natura, y Nobita por último, recibe un amplio terreno para ejercer de granjero.
Las tareas
Como en todos los Harvest Moon, el número de tareas a realizar es enorme. Limpiar los terrenos, recoger recursos (madera, piedra, minerales varios), sembrar de acuerdo a la estación, regar, fertilizar, cosechar. Otras faenas son adquirir gallinas y ganado, ir a la mina a picar piedra y conseguir minerales, pescar en el océano o diferentes ríos y lagos, talar árboles. Todos los recursos se pueden acumular pero también es fundamental venderlos para poder adquirir más semillas y animales así como para poder agrandar la casa para por ejemplo tener una cocina (fundamental para poder hacer comida y no depender del restaurant). Las opciones para decorar nuestro hogar son suficientes como para no pasar vergüenza ante un The Sims y le agregan un toque muy bonito a un juego que por momentos se vuelve muy esquemático y formulaico.

Para evitar que la repetición agote, es menester mejorar nuestras herramientas con el herrero. De esta manera se puede darle velocidad a las tareas cubriendo más espacio en menos tiempo. Por ejemplo, un árbol de madera dura hay que golpearlo veinte veces con el hacha básica para derribarlo, pero la cantidad de golpes se reduce cuando mejoramos la herramienta. La misma dinámica se repite con el resto de los materiales (azadón, guadaña, martillo, regadera, caña de pescar…) y su respectiva función.
Las misiones
Si el videojuego fuera esa reiteración de labores se tornaría bastante cansador demasiado pronto, y es por eso que durante nuestros días van sucediendo otros eventos que tienen que ver tanto como con el regreso a casa como con cuestiones determinadas de Natura. Como en otros Harvest Moon, es importante relacionarse con las personas del pueblo, generar amistades a través del diálogo, el intercambio de regalos, la participación en eventos culturales como los festivales de cosecha, y el comercio. Todo mientras ayudamos a Doraemon a recuperar sus chirimbolos mágicos en orden de avanzar la historia para volver a casa. Los personajes del pueblo viven sus propias historias y nos embarcan en misiones –bastante básicas- que ayudan a evolucionar nuestra amistad con ellos. A veces es pescar un pez específico, otras mediar en una relación conflictiva.

A eso se suma también la colección de insectos que podemos tener si compramos una red para atraparlos, encontrar fósiles durante nuestras sesiones de minería, coleccionar recetas de cocina y desde ya, la acumulación de recursos para decorar.
Aunque con personajes de uno de los animes más infantiles de Japón, el juego termina siendo lo suficientemente amplio como para entretener a los mayores que tengan un disfrute por el género de la administración de recursos y la simulación, pero por esto mismo, también pierde la parte mas “romántica” de la saga Harvest Moon, y ya no existe la posibilidad de casarnos, y mucho menos de tener hijos.

Cuestiones técnicas
Como muchos otros videojuegos distribuidos por Bandai Namco, y siendo honestos, como muchos juegos provenientes de Japón, el apartado gráfico es totalmente secundario. Doraemon: Story of Seasons salió en Switch hace unos años pero podría haber salido en la Wii. Ahora salió en PS4 pero realmente, podría ser un juego de PS2. Es cierto que el género no necesita visuales hiperrealistas, y aparte, considerando que los personajes son de un anime con look bastante simplón, en vez de restar, queda bastante decente.

Donde sí se nota que no se jugaron mucho es a la hora de los diálogos donde los devs redujeron el audio a solo unas cuantas onomatopeyas japonesas muy familiares (ohayo!) para los que hayan visto anime. El resto de la charla es puro texto y es por cierto una falla enorme en un videojuego donde hay tanto parloteo y comentario (¿les dije que hay cuarenta minutitos de desarrollo de la historia al principio nomás del juego? Y es todo diálogo).
La música del juego es variada y muy relajante. Se adecua tanto a zonas de Natura como a los momentos del día y de las estaciones.

A nivel gameplay se torna repetitivo porque es la norma de esta clase de juegos, pero el nivel de disfrute tiene mucho que ver justamente con eso. Si sos fan del género probablemente no te moleste levantarte cada mañana a regar, para después organizar el día de acuerdo a la necesidad de recursos, misiones, u objetivos del calendario.
El resto de los seres vivientes que trabajamos, capaz no lo gocemos tanto.

Conclusión
Doraemon: Story of Seasons va a agradar sin duda a todos los fans del Harvest Moon como también es probable que les cause simpatía a los amantes del género de la administración de recursos y simuladores de vida. Para el resto puede tornarse un poco monótono. No obstante, es una opción decorosa para cuando estamos cansados de juegos con mas acción y necesitamos un fichín que no requiera ni nervio ni pensar mucho.
Tengan en cuenta que el juego tiene una importante cantidad de cosas para hacer. Tal vez el tema es que no vale 50 dólares pero si lo consiguen con descuento es una buena opción para introducir a los más pequeños al gaming.

