Los desarrolladores de Dreamfall Chapters y The Longest Journey (Red Thread Games) lanzaron el pasado 29 de mayo Draugen: un walking simulator lleno de misterios a resolver. Se espera que más adelante esté disponible para Xbox One y PlayStation 4.
Misterios, misterios y más misterios.
Draugen nos pone en la piel de Teddy, un académico que viaja a Graavik (un pueblito ficticio ubicado en Noruega) en busca de Betty, su hermana pequeña. Según las últimas pistas que recibió, la joven –que se desempeña como periodista en Nueva York–, habría viajado a aquel lugar recóndito por una investigación. El protagonista no emprende esta aventura solo. A lo largo nuestro recorrido estaremos acompañados por Lizzie, una mujer excéntrica y enigmática (y algo insoportable, siendo completamente sinceros).
Una vez instalados en aquel lugar, Teddy y Lizzie se toparán con una pequeña sorpresa: un pueblo completamente fantasma. La única señal de vida parece ser por parte de un venado. Ahora, Teddy no sólo deberá preocuparse por la desaparición de su hermana, sino que también deberá ponerse al hombro la investigación respecto a qué es lo que ocurrió en aquel lugar y dónde están todos los habitantes. A medida que avanza la historia, todo se va volviendo más tenebroso y extraño.
La historia principal de Draugen es fascinante y atrapante, constantemente nos impulsa a querer saber más y más. Los dos puntos que se plantean –desaparición de Betty y ¿pueblo embrujado?– logran ser desarrollados de una manera eficaz. Debido a que es un juego corto (dura aproximadamente 3 horas) pero con varios nudos, algunas cuestiones resultan tiradas de los pelos. Claramente, hacia el final también queda algún que otro cabo suelto, aunque nada lo suficientemente grotesco como para afectar la narrativa.
Sentarse y simplemente disfrutar
El juego no cuenta con algún tipo de dificultad en concreto. De hecho, se asemeja más a una novela visual, pero con la posibilidad de explorar los alrededores por nuestra cuenta. Lo más interactivo que se nos ofrece es, en algunas ocasiones, la posibilidad de elegir entre dos opciones. Aunque, también ocurre que por más que elijamos determinada acción, el personaje terminará haciendo lo que él crea conveniente (o, mejor dicho, lo que sea necesario para que la trama avance a su tiempo). Draugen apuesta todas las fichas a su narrativa.
Breve recorrido por noruega
El apartado visual es otro de los puntos a destacar. Con detalles minuciosamente cuidados, Draugen nos coloca de lleno en un pueblito nórdico en la década del ’20. Al ser una suerte de walking simulator, tendremos la oportunidad de recorrer los diferentes puntos del mapa (aunque no una libertad absoluta, pues la trama requiere avanzar). La puesta en escena también es clave para entender el frenesí dentro de la cabeza del protagonista.
El aspecto sonoro también está muy bien logrado. El sonido ambiente es el que predomina la mayor parte del tiempo, lo que potencia el clima de tensión y de misterio constantemente latente. En cuanto a la musicalización propiamente dicha (soundtrack), las canciones elegidas son intensas, pero con cierto dejo de tranquilidad: parecen formar parte de la “calma que antecede al huracán”.