Dentro de los múltiples géneros videojueguiles, hay uno de ellos que se enfoca mayormente en la narrativa por sobre cualquier otro aspecto. Denominados Walking Simulator, este tipo de juegos muchas veces dejan que los sucesos y desenlaces queden a libre interpretación del jugador, aunque la mayoría de las veces nos dejan con una sensación en el cuerpo, sea de alegría, tristeza, nostalgia o algo más. Confieso que cuando vi las primeras imágenes de EDENGATE: THE EDGE OF LIFE no me imaginé que el juego iba a ser así. Y, si me preguntan, creo que ni los desarrolladores tuvieron en claro que tipo de juego estaban haciendo.
EDENGATE: THE EDGE OF LIFE se encuentra disponible para Playstation 4, Xbox One y PC
MALDITA PANDEMIA
Según palabras de Matthew Seiji Burns, director y guionista del juego y también de la popular novela visual Eliza, EDENGATE es una alegoría a los sucesos que vivió la humanidad durante la reciente pandemia de COVID-19. Soledad, tristeza, aislamiento y la pérdida de seres queridos, todo eso trató de plasmarse en la historia de éste título.

El argumento nos pone en la piel de Mía, una muchacha que despierta repentinamente en un hospital desolado, sin saber cómo es que llegó hasta ahí. Al empezar a recorrer los pasillos, pronto descubrirá que está completamente sola, no solo en este edificio sino también en la ciudad entera. Además, todo está invadido por una especie de enredadera orgánica, que Mía debe sortear todo el tiempo en su camino.
A medida que vayamos avanzando, iremos descubriendo más hechos de la vida de Mia, mediante flashbacks que se activan al interactuar con determinados objetos. Así, vamos a enterarnos de que Mía es una importante científica que estaba a punto de descubrir la cura para todas las enfermedades existentes, lo cual le trajo problemas con los grandes corporaciones farmacéuticas que no iban a permitir que termine su investigación para no perder su negocio. Los flashbacks irán cada vez más hacia atrás, pasando por la adolescencia de Mía y los problemas con su pareja por priorizar su trabajo, hasta llegar a su infancia, en la que era una niña solitaria sin interés en hacer amigos y solo dedicarse al estudio.

CAMINE, SEÑORA, CAMINE
Si bien las imágenes de los tráilers daban la impresión de que estábamos ante un juego de acción/Survival Horror, la realidad es que EDENGATE: THE EDGE OF LIFE no es nada de eso
Sé que me estoy repitiendo, pero vuelvo a decirlo Se trata simplemente de un título donde avanzamos a través de una serie de capítulos cortos, buscando la forma de acceder a la siguiente sección. Para ello debemos ir encontrando los pasajes correspondientes o resolviendo sencillos puzzles que nos abren el camino una vez resueltos. No hay ítems recogibles, no hay armas, barra de vida ni nada de eso. De hecho, no hay enemigos en todo el juego y Mía no puede morir de ninguna forma. El único obstáculo vivo que encontramos todo el tiempo es esa suerte de enredadera tentacular que cubre todos los escenarios, pero que no nos hace daño de ninguna manera y a la cual debemos superar ya sea pasando por algún hueco que así nos lo permita o buscando alguna fuente de luz para iluminarla y que así nos deje el camino libre.

Para añadirle un poquito de sal al juego, hay bastantes items coleccionables para encontrar, para aquellos que gusten de explotar cada zona a fondo. De todas formas, el recorrido es bastante lineal y es casi imposible perderse o no saber que hacer. La resolución de los puzzles está siempre explicada en la misma zona en que está el puzzle, ya sea con un documento que nos diga el orden en que debemos accionar una serie de palancas o un grafitti en una pared que nos indique el número con el que se abre un candado. Otros puzzles requieren el uso de objetos empujables para sortear pozos o acceder a lugares elevados, pero el mismo juego nos indica mediante una especie de “imagen espectral” donde debemos colocarlos exactamente al momento de interactuar con ellos. Además, y si tardamos un poquito en avanzar por alguna zona, aparecen flechas que nos indican a través de que pasaje meternos o hueco agacharnos.
Cómo se lee, todo es sencillo, y además es bastante rápido. Bah, más que rápido, es corto. El título tiene 6 capítulos que se pueden recorrer sin apuro en poco más de dos horas, así que si nos ponemos no vamos a estar más que un rato desde que arrancamos hasta que terminamos, así que no es un juego que tenga mucha vida útil, lamentablemente.

LA DECEPCIÓN, LA TRAICIÓN HERMANO
Y es una pena que sea así. Porque EDENGATE es un juego que a nivel técnico está bastante bien y que parecía tener buenas ideas, pero ninguna fue siquiera explorada y da la sensación de que todo fue hecho a las apuradas.
Gráficamente es un título más que decente. Los modelos de personajes y escenarios están bien realizados. Los ambientes son variados y están llenos de detalles, así que lo corto que resulta el viaje, al menos es visualmente atractivo. Sonoramente ésta más que correcto también. Las actuaciones de voz (que además de la de Mía, al resto escuchamos solo en los flashbacks) están bien logradas y sumergen al jugador en la historia que se trata de contar. La banda sonora suena linda, y acompaña adecuadamente, incluso con cortes vocales en más de una ocasión.
Pero lo que no acompaña a unos aspectos gráficos y sonoros aprobados es todo lo demás. Jugablemente es un título muy limitado. Limitadísimo. Y si, he jugado decenas de walking simulators y sé que en general la parte jugable suele ser escasa. Entonces tal vez sea yo el que esperaba otra cosa de un título que no me lo terminó dando. Tal vez esté equivocado, pero en un ratito les cuento por qué me siento así de decepcionado.

Como dije, el juego tiene puzzles sencillisimos que no nos van a costar absolutamente nada resolver, ya que además el juego nos está prácticamente dando las respuestas todo el tiempo o indicándonos exactamente por dónde pasar o en qué lugar colocar algún objeto. Pero el problema es que la mecánica de atravesar un pasillo estrecho o subir a una plataforma determinada se repite decenas de veces en lo poco que dura el juego. Y además si no es el único sector habilitado por el juego para avanzar, nuestro personaje no lo subirá o atravesará a pesar de que físicamente sería totalmente posible. Esto genera situaciones ridículas donde a veces nos bloquea el paso alguna plataforma que Mía no sortea, y que termina siendo más baja que la indicada a la que finalmente si se sube.
Pero el problema más grande que tiene el título es su historia. Y si, me hace mal porque justamente al tratarse de un walking Simulator, la historia es uno de los puntos más importantes del título.

Y, si me apuran un poco, tengo que confesar que realmente entendí poco y nada. El juego trata de ser una alegoría a la reciente pandemia de COVID-19. La soledad y el aislamiento del personaje, los tentáculos que se van expandiendo por la ciudad, incluso la aparición de un niño espectral que controla los tentáculos (¿ese niño sería el virus?) y con el que jugamos brevemente. El tema es que realmente hay que hacer un esfuerzo mental enorme para relacionar lo que vemos en el juego con lo que verdaderamente pasó en el mundo real con este tema. Obvio, le ponemos onda y sumamos Enfermedad, Cura, Virus que se expande, gente que se fue (representado mediante ciertos espíritus que aparecen en algunos lugares del juego) y todo lo que se te ocurra, pero la verdad es que en ningún momento llegué a sentir que este juego me provocó alguna sensación o sentimiento relacionado a todo eso. Y miren que juego hace más de 30 años y vi miles de historias, pero la verdad que a ésta o me la contaron mal o no la entendí.
Y BUENO, NO MUCHO MÁS
La realidad es que EDENGATE: THE EDGE OF LIFE no va a ser un juego particularmente recordado por nada. Prometía mucho más de lo que terminó cumpliendo y la verdad que una vez terminado solo nos queda la sensación de que no sabemos ni que pasó. Ni siquiera el mensaje del final tipo “Dedicado a todos aquellos que se fueron y a los que aún se están recuperando “ me movió un pelo, y eso que soy bastante sensible a todos esos temitas medio lagrimescos en los juegos. Pero, una vez más, todo lo que quisieron contarme, seguramente de forma metafórica, con este título, estaba tan alejado de la premisa desde la que partieron que encontrar una relación entre eso y lo que se ve, si existe, es una tarea casi imposible. Si, zafa visual y sonoramente, pero la nula jugabilidad, la extremadamente corta duración y la falta de contexto en todo, todo el tiempo, terminan conformando un producto que no llega a convencer. Una lástima.

LO MEJOR
- Interesante a nivel visual.
- Lindo apartado sonoro, especialmente las actuaciones de voz.
- Que haya partido de la base de ser una especie de homenaje a lo que todos pasamos con la pandemia de COVID-19.
LO PEOR
- Cortisimo. No dura ni dos horas.
- Que el juego nos lleve prácticamente de la mano todo el tiempo.
- La historia, lamentablemente, es demasiado confusa e inentendible.