En el mes de Diciembre se lanzó Gris del estudio español Nomada Studio, una de las aventuras indies más inolvidables de los últimos tiempos.
El encuentro de nuestro yo
Sin lugar a dudas hoy en día hay muchos juegos que están orientados a una historia mas metafísica y de descubrimiento por parte del jugador que algo más clásico narrativamente hablando.
Gris nos pone en la piel de una chica que despierta al lado de una estatua rota. Sin voz, sin color y apenas con fuerzas para caminar, el camino la llevará por diversos escenarios con el objetivo de encontrar el color en este mundo, recuperar sus habilidades y finalmente su preciada voz que despierte este mundo en silencio.
Hay muchas interpretaciones a lo que significa el trayecto y desafío que enfrenta la protagonista. Se podría decir que en estos tiempos en donde la lucha de la mujer esta muy presente en Argentina y en el mundo, el juego refleja como estos miedos y este mundo destruido en el pasado puede reconstruirse en un mejor camino.
También cabe destacar que la historia es una interpretación a la obra del mismo nombre realizada por Guim Tió.
El desafió de Gris
El primer concepto que hay que destacar de Gris es que nuestra protagonista no puede morir. Eso da libertad al jugador de no tener el miedo a equivocarse.
Los niveles se van destrabando a medida que encontramos estrellas que completan constelaciones. Las mismas están ubicadas en diferentes puntos del mapa. No hay indicaciones de como llegar a ellos pero el jugador en ningún momento se siente desorientado.
Gris tiene habilidades como mencionamos que se irán destrabando a medida que avanzamos. Una que destruye parte del piso, un doble salto y la voz. Todos elementos que le servirán al jugador a pasar lugares inaccesibles.
Nuestro enemigo principal, la oscuridad toma formas corpóreas por momentos como un gran ave o una serpiente que persigue a la protagonista. El miedo a perder es constante, aunque sepamos que no hay un «game over».
Ritmo visual y sonoro en un videojuego
No hay muchos referentes que puedan alegar que un videojuego encuentra el equilibrio entre su apartado gráfico y su estética sonora o musical. Gris toma como ejemplo Journey (2012) creado por Thatgamecompany, pero lo toma como inspiración para crear otro mundo. Y en vez de jugar con elementos tridimencionales apuesta al lienzo y a que sean la paleta de colores que generen el contraste.
Como ver una obra de arte interactiva, el artista español Conrad Roset da vida y forma a Gris y su mundo. Con elementos del arte abstracto, pero también guiños al cine como Laberinto de Jim Henson o La tortuga roja de Michaël Dudok de Wit, producida por el Studio Ghibli del gran Hayao Miyazaki (El viaje de Chihiro, La princesa Mononoke, El castillo en el cielo); del cual también se ven en su inspiración.
Pero esta obra no estaría completa sin su increíble banda sonora interpretada por el grupo Berlinist. Aunque gran parte de sus canciones son para sentirse a gusto con la exploración, hay otros momentos donde la misma se intensifica a la par que nuestra protagonista escapa de la oscuridad. Finalmente todo se compagina con los ruidos naturales del juego y la voz de Gris cuando podemos usarla.
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