En Diciembre se estrenó en PC, PS4 y Xbox One una nueva propuesta de estrategia por turnos Mutant Year Zero: Road to Eden y con un apoyo en el sigilo.
El mundo mutado de Mutant Year Zero
La historia nos ubica en un futuro distante donde los humanos o los antiguos son parte del recuerdo, como viejos dioses que habitaron la tierra. El juego nos pone en la piel de exploradores mutantes, al principio Dux y Bormin.
Ambos parten de El Arca, un lugar de refugio para mutantes, y se adentran en el peligroso territorio de La Zona, con el fin de encontrar al ingeniero Hammon.
En su camino enfrentarán Gules (carroñeros caníbales enemigos de El Arca) y se irán topando con otros exploradores como Farrow, Selma y Magnus.
La idea de reciclar chatarra que tiene el juego y el concepto de exploración en un mundo desolado y hostil, nos lleva un poco a la novela y posterior adaptación de «La carretera» de Cormac McCarthy. También obviamente las edificaciones y algunas armaduras y vestimentas nos recuerdan a la saga «Mad Max» obviamente.
En la historia y los diálogos tampoco falta el humor; aquellos momentos que más se disfrutan son cuando los personajes hacen suposiciones de objetos corrientes de la modernidad.
Escóndete, planea y dispara
En un juego de estrategia por turno claramente el punto más fuerte tiene que ser el de la jugabilidad y aquí Mutant Year Zero: Road to Eden no defrauda.
Aunque gran parte de su trabajo se lo debe a la saga XCOM, algo asumido por la misma empresa The Bearded Ladies. Hay varias funciones que se acoplan perfectamente al concepto del juego.
Las partidas por turnos son intensas, pero la astucia es la única manera de completarlas. Los personajes se definen por niveles y sus barras de salud. Hay diversas clases de enemigos, aquellos cuerpo a cuerpo o los que te disparan a distancia, también combatiremos contra robots y otros animales salvajes.
Todos los personajes llevan una linterna consigo, que prendida, los hará ir más rápido pero que si no queremos ser detectados tendremos que apagarla y caminar sigilosamente.
En los diversos niveles que atravesamos iremos encontrando armas de disparo (una lastima que no hayan añadido cuchillos o armas cuerpo a cuerpo), otras para lanzar como granadas, armaduras o cascos.
Finalmente chatarra, objetos curiosos o partes de armas. Estas podrán ser canjeadas en El arca por diversos elementos o agregadas a las armas que ya tenemos.
Los ataques durante la batalla cuestan uno o dos acciones según la que elijan y tendrán que prestar mucha atención si esconderse, recargar un arma o prepararse para el ataque enemigo.
Hay un complemento de rol muy bien aprovechado en el juego que es el de las mutaciones de cada personaje. Las mismas se irán destrabando a medida que avancemos de nivel y son muy variadas y útiles como alas, saltos largos o embestidas que destruyen las edificaciones del terreno. También hay otras que aumentan nuestra salud o nuestro poder de ataque.
La movilidad de la cámara puede ser un punto difícil de manejar para algunos jugadores no habituados a este tipo de juego. Y muchas veces por una falta de práctica quedaremos arrinconados en la vista del enemigo.
El silencio de la zona y su construcción visual
Como mencionamos antes, el juego tiene una vista panorámica que controlaremos circularmente alrededor de los protagonistas. La falta de hacer zoom en el escenario es un punto débil del juego, debido a esto no podemos ver en detalle algunos de los escenarios. Pero todos se sienten muy realistas y trabajan muy bien las físicas cuando son destruidos por algún ataque (teniendo en cuenta que el juego corre con el motor Unreal Engine 4).
Con respecto al sonido, hay muy poca música ambiental pero me parece que es una decisión correcta en los creadores, reforzando la idea del apocalipsis y apostando fuerte a los diálogos y los sonidos reales del escenario.
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