En noviembre del 2020 salió a la venta Chicken Police: Point it Red (The Wild Gentlemen). Cuatro años después, sus desarrolladores decidieron retomar la historia y brindarnos una segunda parte: Into the HIVE!
Cuatro años después volvemos a encontrarnos con Sonny y su fiel compañero Marty. Estos pollos-humanos-detectives están a punto de encontrarse con el caso más emblemático de su vida.

La realidad es que la demo (como es obvio) no tenía lo suficientes minutos como para que pueda ahondar en dicha promesa –de ser un caso épico–, así que les debo si los rumores son ciertos o no. En lo personal, de hecho, el punto más flojo de Point it Red (la primera entrega) me resultó su historia, la cual caía en lugares comunes constantemente.
Sin embargo, más allá de que la primera entrega no me voló precisamente la cabeza, lo poco que pude jugar de Into the HIVE sí me dejó con ganas de más. Reitero, no puede ahondar mucho en el juego en sí, pero me generó ganas de seguir jugando y eso ya me parece un punto a favor.

Por otro lado, en cuanto a la jugabilidad no noté grandes cambios –aunque tampoco creo que los necesitaba–. Chicken Police es un clásico point and click, aunque no nos invita sólo a estar atentos a nuestro alrededor, sino que, como detectives, la interacción con los personajes también es clave. Aunque, en esta demo, no se pudo terminar de apreciar al 100% esto. Las conversaciones fueron más al grano, mientras que en su antecesor se requería más atención para hacer la pregunta correcta (en caso de no hacerlo podíamos no conseguir la respuesta/pista deseada).

Los gráficos, por lo poco que pude probar, resultan igual que la primera entrega (un mundo noir, repleto de animales-humanos (gatos, lobos, colibríes, babosas y todo lo que te puedas imaginar), aunque, en esta ocasión, los desarrolladores nos dan la posibilidad de disfrutar la experiencia a color. Sin embargo, si tenemos en cuenta que es un título noir y también tomamos la recomendación de los mismísimos creadores, lo ideal vivir esta aventura en blanco y negro.

Cabe destacar, igual, que decir que gráficamente es igual a Point it Red no es precisamente algo malo. De hecho, uno de los puntos que más me gusto de la primera entrega fue, justamente, su apartado gráfico.
Y, otro de los puntos que también disfruté, fue su apartado sonoro, enfocado principalmente a las actuaciones de voces. En Into de HIVE las voces vuelven a brillar, pero hay un pequeño problema: el volumen del apartado sonoro. Si bien es algo que uno tranquilamente puede solucionar manualmente en el menú de ajustes, el que viene seteado tapa muchísimo las voces de los personajes y hacen que se pierdan bastante frente al sonido en sí.
