Ravenbound Review: ¿roguelite en mundo abierto?

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Systemic Reaction, división creativa del ya consolidado Avalanche Studios Group, lanzó Ravenbound, un juego que combina muchísima acción y algunos elementos de roguelite; todo encapsulado en un mundo fantástico donde ¿predomina? la mitología escandinava.

Ravenbound se encuentra disponible para PC.

Amiga traidora tu no ríes, tu no lloras

Ravenbound nos traslada a Avalt, una isla custodiada por cinco dioses conocidos como los Ellri. Una de las diosas que conforma este grupo decide rebelarse contra sus “hermanos” y desatar el odio en la isla en pos de dominar todas las almas que habitan el lugar.

Los otros dioses deciden canalizar su energía para generar un cuervo mágico capaz de derrotar a la villana de turno. Sin embargo, los muchachos (*comienza a sonar La Mosca*) se debilitan por completo ante tal uso de poder, haciendo que “la traidora” los aprisione por la eternidad.

Los dioses en cuestión son aprisionados en tumbas ubicadas en las montañas de Avalt. ¿Nuestra misión? Liberar a los dioses buenos para que logren frenar de una vez por todas a la villana. Claro que no será tan fácil como suena en papeles, para ello debemos enfrentar al guardián de la tumba de turno.

La historia principal de Ravenbound tiene un (gran) pequeño problema y es que, básicamente, es completamente olvidada. Al inicio de la partida tenemos una larga cinemática donde se nos explica todo lo previamente mencionado y luego pasa por completo al olvido. En nuestro camino podremos encontrarnos alguna que otra piedra tallada donde se nos dé nueva información, pero la realidad es que son escasos y se requiere de suerte para encontrarlos.

Una ensalada equilibrada de géneros

Con Ravenbound, su equipo de desarrollo buscó mechar diferentes géneros y elementos de los mismos en un solo lugar. En rasgos principales es, antes que nada, un juego de acción. Sin embargo, también se destacan varios elementos de roguelite. Predomina en él, además, el mundo abierto (aunque es debatible el mismo como genero en sí). Y, quizás su pepita de oro, un particular sistema de cartas.

La mezcolanza de géneros no sólo se encuentra bien equilibrada, sino que también bien marcada para las diferentes mecánicas que se presentan en el título.

Si bien de algunos de ellos sólo tenemos un par de migajas, la realidad es que sirven como lo justo y necesario para aportar un elemento nuevo sin romper todo lo establecido previamente.

Por ejemplo, el sistema de cartas se desbloquea cuando logramos obtener tres fragmentos o cuando abrimos un cofre. Una vez hecha la acción se nos dará a elegir entre tres cartas que nos permitirán, por ejemplo, mejorar nuestra armadura, conseguir más oro, obtener más poder, etc. Eso sí, para luego desbloquear las cartas en cuestión es necesario tener maná, un elemento tan preciado como escaso en este mundo.

¿Y cómo obtenemos fragmentos? Fácil, enfrentándonos a los enemigos que se encuentran en los campamentos. En primera instancia, cada campamento contará con tres enemigos, de los cuales sólo dos nos tirarán estos fragmentos. Pasando de fase, aumentará la cantidad de enemigos, pero no así la cantidad de pepitas.

Tanta mescolanza para nada…

Ahora bien, en el párrafo anterior mencioné la cantidad estática de enemigos en cada campamento. Y esto, es un lugar donde cae siempre el título: en la repetición. Ravenbound se siente constantemente igual en todo momento, sin importar que tanto se haya avanzado. No importa que tantos bosses hayamos derrotado, ni que tantas cartas tengamos desbloqueadas en nuestro haber; la jugabilidad no sufre cambio alguno, se mantiene estática en todo momento.

No olvidemos que Ravenbound también es un roguelite, lo que significa dos cosas principalmente: que vamos a morir muchísimas veces y que entre muerte y muerte vamos a poder mejorar ciertas estadísticas de nuestro personaje. Pero… dichas mejoras no se sienten realmente presentes en la partida en cuestión. Una vez más, el juego se siente extremadamente igual en todas sus partidas, sin importar qué tantas hayas jugado.

¿Y la mitología escandinava?

Si ahondamos por un momento en lo visual, el título carece bastante de variedad de escenarios, personajes secundarios, enemigos, bosses y demás. Se podría decir que todo se termina viendo igual a la larga. Si encima tenemos en cuenta que es un juego con inspiraciones en la mitología escandinava, la realidad es que el juego no nos traslada en absoluto a ese mundo. De hecho, para un título más bien genérico.

Algo parecido ocurre con su apartado sonoro. El sonido ambiente y la música que nos acompaña de fondo no sólo no nos traslada a un mundo escandinavo ni mucho menos, sino que además carece de originalidad alguna; un vídeo de Youtube donde se buscó: música de videojuego de acción medieval con elementos de fantasía.

LO MEJOR

  • La mezcolanza de géneros se siente equilibrada.
  • Sus controles son fáciles de manejar y de entender.

LO PEOR

  • Rápidamente se torna reiterativo.
  • Te exige crear una cuenta para jugar cuando es un juego singlepayer ¿¿??

Ravenbound

  • 5.0

    Score

    Ravenbound cuenta con muy buenos elementos para ser un título innovador, sin embargo, su intención se queda a mitad de camino. Desgraciadamente, se torna muy rápidamente reiterativo en cada uno de sus aspectos, principalmente en lo jugable. Pese a contar con diversos géneros, los mismos se ven opacados por su llano sistema. A esto se le suma que tampoco logra destacar en sus otros aspectos.
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Periodista. Amante del cine y de los videojuegos. Siempre del lado Riquelme de la vida. Podra ver los captulos de Friends en un bucle infinito y no aburrirme nunca.


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