Durante estos últimos años, y probablemente sea un debate para muchos más, innumerables jugadores informaron sobre su descontento sobre la exclusiva dificultad sobre ciertas entregas; alegando que dichas dinámicas los excluía sin miramientos y hasta con cierto rencor.
Como es de esperarse, una de las primeras empresas que cae en tal lista fue FROMSOFTWARE y su gran bitácora denominada sencillamente como SOULS. Estos presentan un estilo de juego que conquistó corazones y mandos a lo largo de muchísimos años, pero en contraposición anegaba de cierta forma a los jugadores casuales debido al grado de dificultad que manejaba y el tiempo que había que invertirles en cuanto a MEJORAR como jugador.
Con el pasar del tiempo FROMSOFTWARE logra implantar el término Souls así como hace décadas surgía la palabra Metroidvania; el término Souls-Like había pasado a usarse como la descripción de un estilo de juego y no a una entrega en particular. Todo lo que vino después es historia.
Un gran porfolio de RPGs
En esta oportunidad vislumbramos un nuevo desarrollo de Team Ninja, una compañía caracterizada por su fuerte peso en cuanto a la creación de innumerables RPG de un tinte más clásico, como Final Fantasy, Fire Emblem para luego experimentar los Souls-Like como el gran Nioh.
Mañana 22 de Marzo ve la luz una entrega la cual varios vienen teniendo entre ceja y ceja desde hace un tiempo y un nuevo exclusivo de PS5, Rise of the Rōnin.
Fragmentos de tiempo
Si nos situamos históricamente en la información de la cual nos empapa Rise of the Rōnin, todo está casi miméticamente pensado para reflejar la historia. Los acontecimientos de la entrega nos sitúan en la última fracción de la época Edo y posterior a la llegada del Comodoro Mathew Perry, el cual logra sacar del aislamiento económico y político a todo Japón.
A partir de este contexto la Nación Nipona entra en disonancia civil, ya que el Shogunato pierde poder político y empieza a tener más peso la decisión de que Japón adquiriera un poder unificado militar como en el resto del mundo; lo cual pone en jaque psíquicamente a la nación, ya que no solo encontraremos una “convivencia” áspera entre japoneses, norteamericanos, ingleses y hasta franceses, sino en una falta de identidad sumamente importante para el pueblo japonés.
En medio de esta tramoya política, experimentamos la separación de dos guerreros; básicamente criados como hermanos y entrenados para ser una misma alma guerrera, guerreros capaces de entender sus necesidades en batalla y con una sensación de hermandad que va más allá de la sangre. En medio de una misión, perdemos a uno a nuestra otra mitad, para poco después emprender nuestra vida de Rōnin con el objetivo de volver a reunirnos. Lo que aún no sabemos es que la separación nos arrebatará aún más de lo esperado.
Si nos situamos históricamente en la información de la cual nos empapa Rise of the Rōnin, todo está casi miméticamente pensado para reflejar la historia.
Dime con quién andas y te diré quién eres
Entrando de a poco a la parte más compleja de la entrega, hay que aclarar que la arista más filosa e importante radica en la historia y lo que podemos hacer con ella. Una vez que los caminos de los guerreros se separan empieza la travesía de no solo encontrar a la otra parte de nuestra alma, sino a volver a encontrarnos a nosotros en un contexto japonés sensible.
Durante la historia iremos entablando relaciones con innumerables personajes, todos con vivencias, nacionalidades y objetivos muy diferentes a los nuestros; todo el tiempo Rise of the Rōnin nos hará sonar ese cascadeo de que todo empieza y termina en nuestra relación con un otro, sea fuera o dentro del combate.
Cada relación que hagamos tendrá para nosotros un fin personal, pero tal vez no lo sea para la otra persona, con lo cual toda relación nueva tendrá un fin político el cual deberemos de elegir; ¿seremos parte del fundamentalismo del Shogunato o alzaremos nuestra espada hacia la revolución civil con vías de ver un Japón nuevo y poderoso? ¿A quiénes no me gustaría tener de enemigos en un futuro?
Otro apartado importante y que más llamó la atención en las previas presentaciones fue la similaridad a innumerables entregas asiduas de PlayStation; difícil es separar a Rise of the Rōnin con Ghost of Tsushima, Assassin’s Creed, Nioh y el gran Sekiro; pareciera que nada queda afuera. La segunda joya recae en el sistema de combate, tocando terrenos souls, sin ir más lejos, pero con mucha más flexibilidad.
Para empezar, podremos elegir nuestro mejor estilo de combate, seleccionando el que más se adapte a nosotros: DEX, FUERZA, INTELIGENCIA o ENCANTO. Estas serán todas nuestras estadísticas, con lo cual es sencilla la dinámica de building. A niveles de armas, podremos ir casi con lo que se nos antoje, desde espadas dobles para potenciar nuestra DEX, armas de fuego inglesas como rifles, arcos, katanas, etc. Y por último un sistema de combate que usa Ki, el cual deberemos de ir agotando en nuestro adversario para lograr derrotarlo, logrando un ritmo de juego bastante más lento que en Ghost of Tsushima, pero con un grado de flexibilidad mayor que lo demandante de Sekiro. Cada arma asignada tendrá su propia curva de aprendizaje, con lo cual no solo iremos encontrando armas más complejas y son mejores técnicas, sino que cada arma tendrá al menos 5 tipos de estilos diferentes que podremos aprender a lo largo de las batallas; con lo cual Rise of the Rōnin cuenta con una personalización de estilos de juego super profunda.
Hay que aclarar que no todas las nuevas relaciones tienen que ver con un nuevo compañero de batallas, otras servirán para tener mejores misiones o recaudar mejor calidad de información.
Un sistema importante que no merece dejar de lado, es que habrá misiones que podremos realizar con un acompañante que hayamos entablado algún tipo de relación dentro del juego, y podremos usar a ambos personajes en dicha misión, aumentando en gran medida el tipo de jugabilidad y el grado de combinaciones de armas.
Hermanos separados al nacer
Gráficamente estamos ante un buen contendiente, aunque hemos visto entregas mejor logradas. Vemos unos gráficos sumamente pulidos, precisos pero que no resultan ultra contrastados; dan la sensación de ser más reales que en otro tipo de entregas. A nivel sonoro vemos una gran sobriedad, ya que Team Ninja replica la precisión historia también en su ambientación. Salvo en cada combate en donde es entendible que haya musicalización, en el resto de la aventura escucharemos pistas mucho más sobrias y hasta casi nulas, dando una mayor prioridad a la ambientación.
LO MEJOR
- Un muy buen sistema de combate, versátil, dinámico y sumamente entretenido.
- Logra desafiarte y frustrarte, pero la curva de mejora es menos pronunciada que un souls convencional, lo cual puede ser muy bueno para cierto tipo de jugadores.
LO PEOR
- Más allá del mundo abierto, no logra separarse de las mismas misiones secundarias que muchas otras entregas.
- En el modo performance hay muy mala optimización, con lo cual solo se recomienda el modo requerimiento; por ahora.
