Rock of Ages 3: Make and Break Review. A rodar y a rodar mi vida.

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El estudio ACE Team, en colaboración con Giant Monkey Robot nos traen una nueva edición del juego de la (no tan) amigable piedra rodante Rock of Ages 3: Make and Break. Un juego fuera de lo común, con un estilo tan único que lo hace difícil de categorizar.

Rock of Ages 3: Make and Break esta disponible para PC en plataforma Steam, Google Stadia, Nintendo Switch y PlayStation 4.

Llegó la secuela de este bizarro juego que mezcla estilo tower defense y… una piedra enorme que rueda y rompe todo a su paso. Con su mística intacta y un novedoso editor de mapas, Rock of Ages 3 promete darnos un rato de diversión.

Un cacho de cultura.

Modo historia. El juego comienza relatando la historia del desventurado Odiseo, protagonista de la legendaria epopeya de Homero La Odisea. Encarnaremos a Elpénor, el miembro más joven de la tripulación. Regresando a Ithaca después de la guerra de Troya, Odiseo y su tripulación son atrapados en la caverna del cíclope Polifemo. Odiseo logra dañar el único ojo del cíclope y dejarlo ciego; la tripulación logra escapar del cíclope invidente escondiéndose debajo de unas ovejas. Al darse cuenta del engaño, Polifemo va a exigir venganza a su padre Poseidón, el dios de los mares. (Hasta acá todo es igual que La Odisea original… a continuación se empieza a poner bizarro…) –PD: si no leíste La Ilíada y La Odisea deja lo que estás haciendo y anda a leerlas.

En una vuelta de tuerca cómica al estilo Monty Python, Poseidón decide maldecir el barco de Elpénor y Odiseo, pero por error se le caen los frascos de todas las maldiciones griegas juntas en el caldero. Lo que hace que el barco se teletransporte y empiece a vagar en forma errante por los tiempos. Tendremos que navegar los mares de la historia derrotando a enemigos tan diversos como Gengis Khan, Guillermo Tell, Rasputín, etc. en un cross-over más ambicioso que Marvel vs Street Fighter. Nuestro modo de “combate” se debatirá rodando rocas gigantes por pendientes sinuosas llenas de trampas, con el objetivo de llegar con nuestra piedra lo más intacta posible para dañar las puertas del castillo enemigo, derribarlas y aplastar al rival. También podremos realizar carreras de rocas, tower defense y un modo de construcción de mapas para jugar multiplayer.

Flojo pero divertido.

Lo bueno: La jugabilidad de este juego no es para nada complicada. Solamente tendremos que utilizar los direccionales para movilizar nuestra roca colina abajo y usar un botón para saltar.

Cualquiera lo puede jugar y es muy entretenido, sobre todo en multijugador.
La física del juego, si bien está lejos de ser perfecta, es bastante acorde a la realidad. Podremos seleccionar entre un nutrido menú de rocas y trampas, con diferentes características y habilidades cada una para experimentar la forma más truculenta de acabar con nuestros enemigos.

Lo no tan bueno: en primer lugar, la inteligencia artificial del modo historia deja muchísimo que desear. Es recurrente ver como la roca manejada por la máquina cae al mismo barranco o entra en la misma trampa 10 veces seguidas hasta que fortuitamente logra superar el escollo o fracasa miserablemente hasta que logramos terminar la partida saliendo victoriosos.

En segundo lugar, tenemos un editor para crear nuestros propios mapas (¡que bien!) pero el editor de mapas es poco práctico y difícil de usar. O al menos lo es para la versión de consola PS4 que testeamos. Tanto que ni dan ganas de usarlo (que mal…).

En tercer lugar, el juego es un festival de bugs de todos los tipos. Desde cosas sencillas como glitches visuales simples, hasta cosas graves como crashear el juego (a mi particularmente se me crasheó y cerró el juego cuatro veces en las 6 horas que toma superar el modo historia).

No tan redondito

Los fondos de los escenarios son artísticamente atractivos, los mapas son bastante creativos y presentan gran cantidad de detalles gráficos. Sin embargo, a dichos detalles les falta pulido. Con objetos repetidos, bordes poligonales notorios, fallos de cámara frecuentes… da la impresión que a la terminación le falto cariño.

Los sonidos del juego son bastante simples, demasiado… al punto que los diálogos del juego son reemplazados por un balbuceo ininteligible. Lo único atractivo de este apartado es la banda sonora, un remixado de una selección (escueta, pero de grandes ejemplares) de música clásica como las Czardas de Monti o el Rondó alla turca de Mozart.

Conclusión

Un juego que es fiel a sus predecesores, respetando su original formato histórico. Con un toque de absurda comicidad y un atisbo de historia y literatura por detrás posee un atractivo particular.

Como novedad contiene un editor para crear mapas para que desarrollemos toda nuestra malicia y creatividad, lamentablemente, el editor es muy rústico para poder hacer un mapa atractivo utilizando un joystick y no se luce. Al juego le falta una pulida en el tema gráficos y corrección de bugs. Sin embargo, y a pesar de todo, el juego es bastante divertido y nos puede entretener un buen rato.



Médico a medio tiempo y gamer a tiempo completo. En mis ratos libres me gusta leer, tocar la guitarra y montar chocobos.


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