Pasaron 11 años desde la salida del último Super Mario tradicional en 2D (New Super Mario Bros. U, sin contar la remake del mismo para Switch), así que Nintendo tenía por delante un desafío interesante. Por suerte la “N” casi siempre cumple con las exigencias de los que aman sus sagas y esta no es la excepción: Super Mario Bros. Wonder es un juegazo que entretiene y asombra a la vez que reinventa muchas de las tradiciones de Mario.
Super Mario Bros. Wonder está disponible para Switch.
Un nuevo reino
La historia/excusa para esta nueva aventura de Mario y su pandilla es simple: los hermanos Mario, las princesas Peach y Daisy, y varios Toads y Yoshis se van de visita al Reino Flor, dominado con puño de hierro por el Rey Florian. Mentira, el rey es una simpática oruga, y el reino es un paraíso floral habitado por unos seres mezcla de toad pero con una flor en la cabeza. Lamentablemente apenas llegada la comitiva aparece Bowser, que en esta ocasión no rapta a nadie, sino que aprovechándose de una Wonder Flower (un objeto mágico que permite modificar la realidad) consigue unirse al castillo principal de Florian y encarcela a muchos de los habitantes del Reino Flor. Por supuesto, es nuestra tarea liberar a la población y derrotar a Bowser.

Criticar la historia de un juego de Mario es un poco tonto, ya que no es la razón por la que los jugamos, pero igual lo voy a hacer. Es totalmente olvidable y creo que desaprovecha los personajes, que rebosan en personalidad. Es cierto que siempre deben ser algo simple porque en definitiva se busca que cualquiera sin importar su edad los pueda disfrutar, pero estoy seguro que si hay alguien que podría presentarnos una historia capaz de entretener a grandes y chicos por igual, es Nintendo.
¿Están listos para reír?
Por suerte lo más importante del juego, la jugabilidad, es sencillamente perfecta. Ya desde el primer momento, controlar al personaje que elijamos (Mario, Luigi, Peach, Daisy, Toad en dos colores, Toadette, Yoshi en 4 colores y Caco Gazapo) se siente bien. Las acciones básicas, correr, saltar en el aire o sobre plataformas o enemigos, tienen el peso justo, los personajes son livianos, flotan un poco, pero al mismo tiempo tienen la cuota justa de inercia. Y estos movimientos van aprovechadísimos y de la mano con los niveles y power ups que encontramos en ellos.

Los niveles son realmente una muestra más de la inventiva que poseen los desarrolladores de Nintendo.
En todos el objetivo es llegar al final del mismo para recolectar una Wonder Seed, pero muchos tienen más de una de estas semillas escondidas, y por su puesto hay también pequeños secretos (monedas, vidas extras) ocultos aquí y allá. Cada mundo, seis en total, tiene su contador de Wonder Seeds, y vamos destrabando niveles a medida de las coleccionamos. A su vez en muchos niveles encontramos la principal novedad de este juego, las Wonder Flowers. Estas flores, cuando las tocamos, modifican el escenario en el que estamos, muchas veces de formas casi psicodélicas. Así es que un nivel clásico con plataformas se transforma de pronto en una carrera para evitar quedar atrapado bajo una avalancha, o tendremos que atravesar una estampida de búfalos saltando sobre los lomos de los mismos, o la cámara cambiará de lugar y controlaremos a nuestro personaje desde una perspectiva distinta, para mencionar algunos de estos efectos. Esto genera el clásica pensamiento, “un nivel más y lo dejo”, porque queremos ver que sorpresa nos depara el próximo escenario. Se nota que los diseñadores pasaron mucho tiempo eligiendo y puliendo los niveles para que todos sean divertidos y además nos dejen una sensación de sorpresa.

Abundan las sustancias para mejorar el rendimiento
La dificultad general es baja, aunque hay algunos niveles endiablados, sobre todo si no sabemos que power up usar. Los poderes que tenemos a nuestra disposición son la flor de fuego y tres nuevos: el lanzador de burbujas, el taladro y el, me pongo de pie, elefante. El primero es bastante intrascendente, nos permite atrapar enemigos con burbujas, que también atraviesan paredes. El taladro es útil para los niveles preparados especialmente para él, ya que nos permite enterrarnos en el suelo, paredes y techo y así acceder a lugares ocultos. Pero el elefante es lejos la joya de la corona. Además de la imagen absurdamente graciosa de ver a nuestro personaje convertido en un paquidermo, con la trompa podemos golpear a los enemigos y lanzarlos volando fuera de la pantalla, romper obstáculos y hasta guardar agua, que después podemos lanzar de a chorros.

Además, como novedad contamos con insignias, efectos varios que vamos consiguiendo durante nuestro periplo por el Reino Flor (algunas comprándolas, otras después de completar un desafío específico). Estas se equipan antes de cada nivel y van desde efectos pasivos (ganar monedas al derrotar enemigos por ejemplo) a nuevas habilidades, como saltos más altos o impulsos extra al nadar. Son 24 en total, por lo que van desde los extremadamente útiles a los que nunca vamos a usar, pero en conjunto son bienvenidas, sobre todo cuando intentemos completar el 100% de los niveles.
La importancia de llamarse Mario
Una de las cosas que hace que un juego de Mario sea un Mario es la animación de nuestros personajes. Otra son los efectos de sonido. Ambos, en Super Mario Wonder son simplemente de-li-cio-sos.

Las poses de los personajes al saltar, la dificultad del Mario-Elefante al entrar en una tubería, la carita de los enemigos cuando notan que están por ser aplastados, y mil ejemplos más, le hacen honor al título del juego. El “oh no” de Mario cuando caemos por un agujero, el sonidito clásico cuando agarramos una moneda, y también mil ejemplos más, son tan Mario, tan clásicos, que nos costaría pensar que podrían ser diferentes. Más en general, los gráficos son excelentes, tanto en modo TV como en portátil brillan, con buenas resoluciones y una inventiva casi inagotable. Y la música me pareció muy muy buena también, con versiones homenaje a los clásicos de siempre y nuevas melodías de gran calidad, todas las canciones a tono con la excelencia general.
Mamma Mía! Todo lo que se pueda escribir se queda corto si lo comparamos con la experiencia de controlar a Mario (o Peach, o Yoshi). Super Mario Bros. Wonder genera alegría, como la que sentíamos en nuestra niñez mientras jugábamos al Super Mario original, o la alegría de nuestra adultez cuando nos encontramos con un viejo amigo. Mario es para todos, porque Mario está absolutamente despojado de cualquier tipo de cinismo. Lo que rebosa en estos juegos es la alegría, es lo maravilloso de jugar.

LO MEJOR
- La jugabilidad general
- Modo Elefante
- Las animaciones están perfectamente logradas
- Muchísima inventiva en todos los niveles
LO PEOR
- La historia es menos que básica
- Demasiado fácil por momentos