La primera vez que vi un tráiler de THE INQUISITOR, enseguida me llamó mucho la atención. Se antojaba una especie de The Witcher, en un escenario medieval, pero con elementos religiosos y mecánicas de investigación. Un cóctel muy interesante, por supuesto. Y si, me terminó atrapando, aunque haya mucho, mucho que pulir…
THE INQUISITOR se encuentra disponible para Playstation 4, Playstation 5, Xbox One, Xbox Series y PC.
TRAS EL RASTRO DEL CHUPASANGRE
En el universo del juego, nos ponemos al mando del inquisidor Mordimer Madderdin, representante del Santo Oficio en el año 1500 y monedas. En este mismo universo, se cuenta que Jesús no murió en la cruz como en el Evangelio Cristiano, sino que bajó de la misma e inició una cruzada sangrienta de venganza contra todos aquellos que lo traicionaron o no demostraron la suficiente fé. Un milenio y medio más tarde, es tarea de los Inquisidores continuar con la tarea de Nuestro Señor, obrando ante todo y todos los que actúen de alguna forma contra la Santa Iglesia. Los Inquisidores son elegidos prácticamente omnipotentes, que pueden ir a dónde quieran y hacer lo que quieran. Además, su “rango” y su posición les permite juzgar las acciones de cualquier otra persona y determinar si las mismas atentan de alguna forma contra la voluntad del Señor. En caso de que así lo consideren, sea por el motivo que sea, pueden incluso decidir libremente si la persona pecadora recibe o no un castigo, y además, hasta pueden determinar que tipo de castigo se aplica. Son jueces, jurados y verdugos al mismo tiempo, y nadie puede contradecir sus decisiones.

Como seguramente sabrán, los Inquisidores también se dedicaban a la cacería de seres sobrenaturales, como brujas o vampiros, que en realidad no eran tales sino que eran simplemente personas que estaban en contra de las doctrinas de la Iglesia o hacían algo que les parecía sospechoso (como pensar), lo que bastaba para que sean acusados y ejecutados inmediatamente.
La historia del juego comienza con Mordimer llegando al puerto de la ciudad de Koneigstein, dónde el Santo Oficio lo ha enviado a investigar la aparición de un supuesto vampiro, una situación ya de por sí bastante inusual ya que no se han reportado casos similares en más de cien años.
Colaborando con la Catedral y la milicia local, Mordimer descubrirá durante su investigación que en la ciudad están empezando a aparecer personas asesinadas, de forma brutal y en lo que parece algún tipo de ritual. Al mismo tiempo, tendrá que lidiar con grupos de rufianes que no están de acuerdo con el poder que tiene la Iglesia, y que intentarán acabar con él a cada instante. Por supuesto, las cosas van a volverse cada vez más oscuras y enrevesadas, y la misión de Mordimer no va a estar ni cerca de lo que él creyó en principio.

GRANDES IDEAS, POBRE EJECUCIÓN
En este título tomamos el control de Mordimer mientras recorre la ciudad de Koneigstein mientras habla con sus habitantes, busca pistas, lucha con su espada contra los rufianes y además toma decisiones de carácter moral, ya que puede impartir justicia por mano propia o ser piadoso si lo desea, sin consecuencias por su obrar. Y este es justamente uno de los aspectos más interesantes del juego: estamos trabajando como representantes de un Dios vengativo, y tenemos total libertad de acción. Nada de lo que hagamos o a quien matemos será mal visto, porque al ser los representantes de Dios en la Tierra, nuestras decisiones son directamente las decisiones del Señor.
Mordimer tiene varias habilidades en su haber. Aparte de ser una maestro espadachín, su principal arma es su fé. Cada vez que el muchacho decida rezar, todas las personas y objetos interactuables del escenario van a resaltar, además de que se le va a marcar la dirección hacia donde debe dirigirse. Además, tiene un oído sobrehumano y, si se concentra lo suficiente puede escuchar todo tipo de conversaciones ajenas a la distancia. Eso sin mencionar que tiene capacidades investigativas y deductivas dignas de Sherlock Holmes o Hércules Poirot. Pero sin dudas su habilidad más impresionante es la de poder transportarse al Unworld cada vez que lo necesite.
El Unworld es un plano paralelo a la realidad, dónde Mordimer puede juntar ciertas esferas de luz mientras esquiva a enemigos en forma de sombras rojizas.

Al mismo tiempo, cada vez que entremos a este plano, una figura enorme que surca el cielo, conocida como Tinieblas, nos va a perseguir con su mirada, y en caso de que llegue a vernos nos va a perseguir y eliminar. Por eso éstas secuencias se realizan mayormente en sigilo, ya que en combate directo no vamos a ser capaces de derrotar a los enemigos. Cada viaje al Unworld proporciona a Mordimer con una visión cada vez que se completa, las cuales son necesarias para revelar pistas o darnos cuenta si algún personaje nos está mintiendo.
Descrita así, la jugabilidad suena muy interesante, y ciertamente lo es, pero…

PROBLEMAS DE PRESUPUESTO
Pareciese que los desarrolladores tenían ideas brillantes para el juego, pero dichas ideas superaron ampliamente el presupuesto con el que contaban para hacer el juego.
Para empezar, los gráficos del título no son…malos, pero la realidad es que parecen que los sacaron directamente de algún juego de hace más de 20 años. Literalmente me transportaron a las primeras épocas de la Playstation 2 y la Dreamcast. Personajes rígidos, animaciones bruscas, poca movilidad, expresiones sin sentido, bocas que no concuerdan con el audio…vamos, ya saben a qué me refiero.

Lo peor viene del lado del combate, que es súper simplón, con dos movimientos de golpe, una cobertura y un esquive. Si bien, por suerte, no ocurre seguido, nunca llega a ser divertido y se resume a machacar el botón de golpear contra los enemigos, que por suerte son más inútiles que nosotros a la hora del combate. En algunos otros momentos tenemos incluso que recurrir a QTEs para perseguir a algún ladrón, escapar de un villano o ganar en un minijuego, pero el tiempo que nos dan para hacerlo y el terrible delay que hay entre que ingresamos el comando y la acción que Mordimer realiza en pantalla hace que todo se sienta completamente inorgánico. La ciudad de Koneigstein no se ve mal, aunque no es demasiado grande y los sectores tienden a tener repetición. De todas formas, hicieron un esfuerzo por meter buenos detalles, teniendo en cuenta la época en la que se ubica el juego, así que las enfermedades y los olores prácticamente los podía sentir salir de la pantalla (como me pasó con A PLAGUE TALE: REQUIEM).
También hay mucho triperío y Gore, cosa que me agrada (en los videojuegos solamente, por supuesto) y, una vez más, es claro el esfuerzo por darle realismo al título. Los momentos en que nos vamos al Undworld, donde el juego hace un cambio completo tanto gráficamente como en su jugabilidad, son interesantes y duran lo suficiente como para no llegar a cansar.

Una de las cosas que más me llamó la atención es que Mordimer es MUY parecido a Liam Neeson, no sólo físicamente sino también en su forma de hablar.
La verdad es que no sé si esto fue hecho a propósito pero todo el tiempo que jugué me sentí que estaba siendo parte de una Búsqueda Implacable en el medioevo.
Por otra parte, el sonido está muy bien. Las actuaciones de voz están muy bien logradas, y nos meten de lleno en la historia. Todos los personajes suenan convincentes y se adaptan perfectamente al entorno en que se ubica el juego.
La jugabilidad es un tema aparte. Tengo que confesar que el título me entretuvo muchísimo, a pesar de sus evidentes falencias. Cómo mencioné, la historia está muy bien contada y es atrapante, y hay muy buenas ideas en el desarrollo y en ciertos aspectos jugables. Pero todo está ejecutado en general de manera pobre, como si esas mismas ideas no hubiesen podido llevarse a cabo de manera satisfactoria porque el equipo de desarrollo no contó con los recursos y/o el tiempo necesario. Es raro la verdad, y es una lástima porque con un poco más de pulida hubiese salido un juego genial. Cómo está hoy en día, apenas aprueba, y lamentablemente es por sus aspectos técnicos pobres porque todo lo otro es muy bueno.

SOY DIOS EN LA TIERRA
Cómo mencioné anteriormente, el juego nos permite tomar decisiones morales todo el tiempo, y si bien se nos aclara que en este universo la Santa Iglesia adora a un Dios vengativo, tenemos la posibilidad de todas maneras de ser piadosos con nuestros enemigos. Pero la verdad, considero que ser inimputables sin importar lo que hagamos es la manera más divertida de jugar. Además, todas nuestras decisiones impactan de manera significativa en la historia, por lo que la misma se irá desarrollando de manera diferente según lo que hagamos y hasta podremos arribar a diferentes finales según esas mismas acciones. No es un juego demasiado largo, y en unas 10/15 horas podemos llegar a los créditos finales, pero aún así tiene bastante variedad y rejugabilidad

LO MEJOR
- La historia cambia según nuestras acciones y decisiones
- Tiene mecánicas e ideas que “en papel “ son novedosas
- El Universo del juego es atrayente y todo el tiempo vamos a querer saber que pasa después
LO PEOR
- Gráficos toscos, animaciones simples, NPCs repetidos
- Combate soso y repetitivo
- QTEs y cutscenes de combate inorgánicos