Tin Hearts Review: los hombrecitos de hojalata

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¿Qué pasa si mezclas dos productos recontra clásicos como el legendario Lemmings y el eterno cuento de El Soldadito de Plomo? Sale algo como TIN HEARTS, la nueva apuesta de la desarrolladora británica Rogue Sun. Un título disfrutable por toda la familia, pero evidentemente dirigido a los más “viejitos”.

TIN HEARTS se encuentra disponible para Playstation 4, Playstation 5, Xbox One, Xbox Series, Nintendo Switch y PC

TOY STORY

La historia de TIN HEARTS es relativamente simple, aunque se nos va contando muy de a poquito a medida que vayamos avanzando a través de los niveles. Básicamente la trama gira en torno a un famosísimo juguetero, quien había diseñado los juegos y juguetes más maravillosos del mundo. Todas las creaciones de este señor fueron creadas para el uso y disfrute exclusivo de Rose, su hija. Pero pronto algunas corporaciones avariciosas se enterarían del éxito y el amor puesto en las creaciones del juguetero, por lo que tratarán de convencerlo de que les venda su producto, con métodos cada vez menos …amables.

Ni hace falta decir que la trama es una mera excusa para meternos de lleno en un mundo mágico, donde los juegos y juguetes son las atracciones principales, y dónde vamos a ser participes de los puzzles más lindos y adictivos que se han visto en mucho tiempo.

TODO MILIMETRICAMENTE CALCULADO

Hace mucho tiempo, más precisamente en el año 1991, llegaba a PC y consolas uno de los juegos más innovadores y atractivos del momento: LEMMINGS. El juego trataba básicamente de guiar una hilera de lemmings (unos bichitos poco inteligentes basados en los roedores del mismo nombre) hasta una zona segura. El problema venía por el hecho de que estos animalitos solo sabían avanzar en línea recta, y además sin frenar, por lo que eran incapaces de detenerse o esquivar cualquier tipo de peligro mortal que encontrasen en su camino, y por lo tanto, podían morir muy fácilmente.

Nosotros tomábamos el rol de una especie de espectador/protector de los bichos, y mediante el uso de diferentes herramientas debíamos ir liberando el camino por dónde pasasen los pequeños seres estos, y así todos (o al menos la mayoría) llegasen a la zona segura de cada nivel.

Decenas de herramientas, niveles, estrategias y una jugabilidad y adicción sorprendente convirtieron al título en un clásico instantáneo, que por supuesto tuvo varias secuelas y spin-offs. Incluso sirvió de inspiración para otras títulos similares y muy buenos también, como la franquicia de Krusty’s Fun House, donde el payaso Krusty de The Simpsons debía deshacerse de una invasión de ratas en su casa.

Es así que con este antecedente, 32 años después llega a nuestras manos TIN HEARTS. La premisa es parecida: tenemos que guiar a un escuadrón de soldaditos de plomo a través de una serie de niveles ambientados en una mansión, y hacer que todos alcancen la puerta del final de nivel vivos. Estos soldaditos, en principio, solo se dedicarán a caminar hacia adelante, y dependerá de nosotros, haciendo uso de diferentes ítems y artilugios que hay en el nivel, que cambien la dirección de su marcha, caigan en un tambor que los haga saltar o se deslicen por alguna rampa hecha de algún instrumento musical. Si bien, como mencioné, la premisa es parecida, la fórmula no fue simplemente repetida, sino mejorada y ampliada hasta el infinito, con múltiples opciones y herramientas que hacen más amigable la experiencia, que ya de por si es bastante desafiante.

JUGABILIDAD MUY COMPLEJA

Y hablando de herramientas y posibilidades, la lista es muy, muy amplia. Las cosas empiezan relativamente fácil, en los primeros niveles nuestra única función es desviar el camino de los soldados usando unos bloques triangulares marcados, haciendo que encastren exactamente en las bases que tienen la misma marca. Pero más temprano que tarde las cosas van a ir escalando rápidamente, y vamos a tener multiplicidad de opciones a nuestra disposición. Bloques que se pueden girar y rotar en cualquier dirección y colocar en cualquier lado, control del tiempo que nos permite adelantar, retroceder o pausar la acción, también control sobre otros juguetes, como trenes de madera, tambores o cañones, para que sirven de camino a los soldados o abran secciones del escenario cerradas, y quizás la opción más interesante una vez que la desbloqueamos: controlar directamente a uno de los soldados en una vista en tercera persona. A partir de ese momento, el juego se vuelve literalmente un platformer en 3D, donde corremos, saltamos, esquivamos obstáculos y activamos mecanismos directamente en control del soldadito. Genial

Por supuesto, el camino nunca será fácil y cualquier error conducirá indefectiblemente a nuestra tropa a la muerte, tanto por caídas de lugares altos como el ataque de otros muñecos malvados, que fueron desarrollados por los empresarios avariciosos.

Todo este cóctel de cosas genera uno de los juegos de puzzles ambientales  más complejos que he tenido la oportunidad de probar en mí vida. Empieza lento, sencillo y hasta aburrido, pero cuando ya le agarramos la mano, es tremendamente, y repito, TREMENDAMENTE adictivo. Sus más de 40 niveles van adquiriendo tal dificultad y complejidad que para cuando vayamos aproximadamente por la mitad podemos llegar a tardar horas, literalmente horas en descubrir la solución a algún puzzles. Pero la solución está ahí. Siempre está ahí.

UNA HISTORIA EMOTIVA QUE ACOMPAÑA

Y, como mencioné más arriba, el título tiene además una bonita historia que va axompañando nuestro recorrido por la mansión, a través de flashbacks fantasmales. Así, seremos testigos de la historia de Albert, un juguetero que vive con su esposa Helen y su hija Rose. Los tres forman una familia feliz, y Albert se dedica a hacer los mejores juguetes que puedan existir, pero solo para su hija.

La historia se irá develando de a pedacitos a medida que vayamos avanzando en los niveles, y nos mostrará desde la más primera infancia de Rose, hasta su adolescencia, la muerte y enfermedad de Helen y la depresión de Albert a causa de esto. La verdad es que toca temas bastante fuertes, y le dan al título un aire más de “experiencia cinemática “ que de solamente un juego de puzzles.

Técnicamente el juego está más que correcto. Los diferentes ambientes de la casa están muy bien representados y tienen multitud de detalles, y si bien cada zona tiene una temática particular, cada uno de los niveles tiene suficientes variantes como para no caer en la repetición. Desde ambientes de tonos oscuros y cerrados en el interior de la casa, hasta lugares muy amplios y abiertos, llenos de colores, como puede ser el patio trasero. Todos ellos pueden ser recorridos en una visión en primera persona, clásica de los “juegos-experiencias”, y usar la cámara para encontrar alguno de los muchos objetos interactuables.

Las actuaciones de voz son muy lindas, y transmiten a la perfección todos los sentidos por los que están transitando los personajes. Especialmente la pequeña Rose, que con sus ocurrencias e inteligencia nos va a sacar más de una sonrisa.

ENTRÁ SI QUERÉS, SALÍ SI PODÉS

Confieso que durante mis primeros momentos al mando de TIN HEARTS sentí que me estaba aburriendo, desilusionando. La verdad no tenía ganas de probar y reseñar un juego que se me antojó, de entrada, tan soso y mecánico. Por suerte, decidí seguir con mí misión, un poco porque soy terco y otro poco porque, bueno, si no lo juego no voy a poder escribir sobre el mismo.

Y acá hago un punto para pedir perdón a los desarrolladores, porque realmente prejuzgué su producto de manera errónea. A medida que las cosas avanzaban, las opciones y posibilidades se desbloqueaban y la complejidad y dificultad de cada escenario aumentaba, irremediablemente el juego me iba enganchando más y más.

Si bien me gustan los juegos de puzzles ambientales, y tengo gratos recuerdos de títulos como MANIFOLD GARDEN o MAQUETTE, la verdad es que no es mí género favorito, sobre todo por lo, muchas veces, rebuscado de sus planteamientos.

TIN HEARTS me terminó sorprendiendo gratamente. Si bien es realmente difícil y nos va a hacer sudar la gota gorda más de una vez, cuando encontramos sus respuestas nos damos cuenta de lo fácil y lógico que era todo, y que simplemente no lo veiamos. Si a todo esto le sumamos, además, una linda historia, el juego nos va a terminar enamorando y seguramente les va a pasar como a mí, que en más de una oportunidad me pasé (lejos) de la hora en la que me iba a ir a dormir por estar con un puzzle a medio resolver. Así que es un peligro, jaja.

LO MEJOR

  • La enorme cantidad de posibilidades
  • Una bonita historia que une las mecánicas jugables
  • El agregado de un genial modo platformer

LO PEOR

  • Técnicamente le falta un poquitín
  • Algunos puzzles son muy largos y complejos
  • Tarda un poco en demostrar sus cualidades

Tin Hearts

  • 8.0

    Score

    Tarda un poquito en arrancar pero una vez que metió segunda no para más. Difícil, complejo, hecho con nostalgia y mucho amor, TIN HEARTS terminó resultando en un agradable sorpresa. Los que jugaron en su momento LEMMINGS y sus derivados deben probarlo casi obligatoriamente. El resto, también. Paciencia, nadie se va a arrepentir.
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Gamer furioso desde el lanzamiento de la Atari 2600, hace mucho (mucho) tiempo. Orgulloso padre de dos hijas que siguen mis pasos. No quiero morir sin ver el final de Berserk, Shenmue y la vuelta de la revista Action Games.


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