Tiny Thor Review: a todo mo-thor

1040

Desarrollado por Asylum Square, ya se encuentra a la venta Tiny Thor, un plataformero 2D de estilo retro que viene a aportar aire fresco a un género que se tornó algo reiterativo en el último tiempo. Un título que hará sacar una sonrisa a aquellos nostálgicos fanáticos del Sega Genesis.

Tiny Thor se encuentra disponible para PC.

El verdadero Thor Ragnarök

Cuando alguien menciona a Thor es imposible no pensar directamente en Chris Hemsworth y su interpretación del Dios del Trueno. Sin embargo, desde Asylum Square decidieron llevarnos varios años atrás de cómo nosotros conocimos a este héroe; a su infancia, para ser más precisos.

Tiny Thor nos traslada al décimo cumpleaños de Thor, donde recibe, por parte de Odín, el tan deseado Mjölnir. En ese universo, el pequeño decidió salir a probar su “juguete” antes del gran festejo, pero terminó con la responsabilidad de evitar el Ragnarök y, por ende, la destrucción total del mundo.

La realidad es que el título no de la mucha importancia a la historia principal. El contenido al respecto es el justo y necesario como para tener un hilo conductor que nos haga entender porqué vamos de A a B, pero nada más.

Thor aprieta, pero no ahorca 

Los plataformeros son un genero por demás explotado en la industria de los videojuegos. Año a año salen decenas de títulos similares que parecen ser la copia de la copia de la copia. En este mar de títulos, es difícil encontrar uno que realmente logre destacar por cuenta propia y se sienta como una cerveza bien fría en medio de un día extremadamente caluroso.

Tiny Thor es esa cerveza, esa aguja en un pajar repleto de título repetitivos, sin alma. Y puede que sus elementos no sean precisamente innovadores (arma, salto doble, salto entre paredes, etc), pero los mismos están tan bien incorporados que en ningún momento se siente como una figurita repetida.

El diseño de niveles de Tiny Thor es extremadamente original. Cada nivel está construido minuciosamente para darnos una experiencia nueva en cada paso.

Cada nivel es un desafío único. Un desafío que por momentos parece imposible, pero que siempre nos impulsa a querer jugar y demostrar(nos) que podemos avanzar a la siguiente etapa.

Porque la dificultad de este título es otro de sus puntos clave. No es un juego imposible, pero sí es desafiante. Hay un nivel en particular que me llevó 58 minutos poder terminarlo. Y, cuando crees que le estás agarrando la mano, aparecen nuevas dificultades en el camino. Dificultades justas, niveladas. Obstáculos que te exigen pensar, te exigen precisión; te exigen que realmente prestes atención a tus movimientos.

Elementos clásicos, pero sin caer en la figurita repetida

Como previamente mencioné, Tiny Thor cuenta con varios elementos clásicos del género. A lo largo de la partida nos encontraremos con gemas esparcidas por todo el mapa, diamantes usualmente ubicados en puntos que parecen imposibles de alcanzar y habitaciones secretas. Las primeras las podremos utilizar para luego comprar mejoras en el mercado, mientras que los segundos para desbloquear caminos secundarios con niveles extras.

Con respecto a la vida, Tiny Thor no tiene la típica barra de vida o determinada cantidad de corazones. Tenemos nuestra vida base, por así decirlo, y luego una suerte de corazón extra que dura una determinada cantidad de segundos (algo que podemos mejorar). Si tengo la suerte de contar con este corazón extra y un enemigo me lastima, este corazón saldrá volando y se quedará dando vueltas durante esos segundos específicos. Si tengo la suerte de agarrarlo y me vuelven a lastimar, contará con los segundos de cuándo volví a agarrarlo. Si llega a 0, el corazón desaparece. Si no tengo este corazón y me tocan, muero.

Morir en este título se volverá una moneda corriente. Por ello, y para nuestra suerte, los check-points se hacen presentes con regularidad, por lo que uno puede preservar parte de su avance en el nivel.

Y, para tratar de hacerle frente a estos enemigos que buscan acabar con nuestra vida contamos con Mjolnir, el gran martillo mágico de Thor. Un martillo que tiene la particularidad de que se puede arrojar en cualquier dirección, pero siempre volverá a nosotros. El hecho de que el martillo en cuestión se pueda arrojar en cualquier dirección y que además rebote en las paredes o en los límites de pantalla añade un condimento extra al juego. Podés arrojarlo frenéticamente o podés tratar de hacer un disparo estratégico para matar a cuantos enemigos sea posible.

Música para mis oídos

El mundo de Tiny Thor no se sentiría tan bien si no fuese por su gran apartado gráfico.

El título está construido con una estética 16bits extremadamente detallada y cuidada.

En sus más de 30 niveles, nos encontraremos con variedad de escenarios, de enemigos y de bosses. Una estética que rememora a clásicos como Tiny Toon Adventures; una cálida caricia para los más nostálgicos.

Como frutilla del postre, para coronar este gran círculo perfecto, Tiny Thor también cuenta con una increíble banda sonora. La música le aporta muchísima vida a cada nivel. No está simplemente por cumplir la cuota de estar, sino que realmente se acopla perfecto a la experiencia. Una vez más, un estilo también retro, pero no por eso reiterativo.

LO MEJOR

  • La dificultad: es desafiante, pero no imposible.
  • Un increíble apartado gráfico y sonoro.

LO PEOR

Tiny Thor

  • 9.0

    Score

    Tiny Thor es un juego ideal para aquellos amantes de los juegos de plataforma, sobre todo para aquellos que se enamoraron de este género allá por los 90. Es un título que cuenta con los elementos más clásicos, pero que sin embargo sabe reinventarse para no caer en lo repetitivo. Un título desafiante, pero no imposible; exigente, pero justo.
User Rating: 0 ( 0Votes )


Periodista. Amante del cine y de los videojuegos. Siempre del lado Riquelme de la vida. Podra ver los captulos de Friends en un bucle infinito y no aburrirme nunca.


1 thoughts on “Tiny Thor Review: a todo mo-thor

Deja un comentario

Descubre más desde Bitwares

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo