Unicorn Overlord: Review – la comunidad del anillo

528

Después del excelente 13 Sentinels: Aegis Rim, Vanillaware y Atlus regresan con un throwback hermoso a los RPGs tácticos de antaño con Unicorn Overlord, que aun con sus influencias a flor de piel logra destacar por mérito propio y convertirse en un clásico instantáneo del género.

Unicorn Overlord esta disponible para PS4, PS5, Xbox Series X/S y Nintendo Switch.

El reino de Fevrith fue conquistado por el general Valmore, a quien un día aparentemente le pintó cambiarse el nombre a Galerius de Zenoira y rebelarse contra la familia real de Cornia. La reina Ilenia, traicionada por su general de confianza, entrega a su único hijo Alain a su guardaespaldas Josef, sabiendo que pronto ella misma caerá ante Galerius y ya no quedará nadie para luchar por el reino. Diez años más tarde: Todo Fevrith es controlado por el imperio de Zenoira. Alain, habiendo entrenado todo este tiempo bajo el ala de Josef, finalmente está listo para hacerles frente. Pero su fuerza no será suficiente para detener a Galerius hasta que logre explotar el verdadero poder del Anillo del Unicornio, símbolo real de Cornia, y el último regalo de su madre. Acompañado de sus amigos de la infancia, Scarlett y Lex, Alain deberá ir salvando cada nación de Fevrith y sumando gente a su causa, haciéndose más fuerte con cada victoria.

Si lo anterior te sonó a caldo genérico de sustantivos propios, no te culpo ni un poco. Es difícil explicar qué es exactamente lo que hace tan bueno a Unicorn Overlord sin probarlo en persona.. A simple vista parece otro RPG táctico del montón, sacando por supuesto que cada fotograma del juego podría ser un wallpaper gracias al increíble estilo visual característico del estudio. Definitivamente no es su historia, que es un rejunte bastante estándar de lugares comunes de la fantasía medieval con malos muy malos, buenos muy buenos, y algún que otro personaje moralmente gris (que en realidad resulta que también era bueno).

Lo que Vanillaware lograron acá es crear un loop de juego tan refinado y adictivo que es difícil de soltar. Vas a explorar una zona y conocer personajes y participar en batallas para reclutar a estos personajes y liberar ciudades y fuertes para poder mejorar tus unidades lo que te permite ganar batallas más difíciles y conseguir mejores personajes y cuando te diste cuenta pasaron cuatro horas y así y todo decís “bueno, una más y ya.” Una gran parte de lo que vuelve tan adictivo este ciclo es la cantidad de control y granularidad que tenemos sobre prácticamente todos los aspectos del gameplay.

El combate en Unicorn Overlord es automático, y las batallas simplemente nos muestra en tiempo real un resultado que el juego ya calculó por nosotros basado en varios factores como las clases de nuestros personajes, sus puntos de vida total y su ubicación. Las acciones que cada personaje va a ejecutar dependen de su AP y PP total, representados in-game por cristales naranjas y azules respectivamente. Cada acción consume una cantidad fija de AP o PP, y al ir mejorando a nuestros personajes o dándoles mejor equipo aumenta su cantidad disponible.

Presionar ZR sirve para acelerar la velocidad a la que corre el juego tanto en el overworld como durante el combate. Como todas las batallas nos muestran el resultado final antes de empezarlas, podemos saltarlas directamente si queremos sacárnoslas de encima rápido, cosa que vamos a querer hacer bastante, sobre todo con las menos importantes.

Las clases por supuesto funcionan como un piedra papel o tijera gigante: magia y daño perforante es mejor contra enemigos armados, los arqueros son efectivos contra las clases voladoras, etc. Cada una de nuestras unidades nos permite ubicar a nuestros personajes sobre una grilla con seis lugares, tres delante y tres atrás, y a veces ganar una batalla o no se va a decidir por algo tan sencillo como reubicarlos en la grilla sin modificar su estrategia o equipo. Podemos editar también a cada personaje individualmente para elegir qué skills van a usar o no, en qué orden, o hasta bajo qué condiciones se van a activar con montones de opciones distintas, en una mecánica que me recordó bastante al sistema de Gambits de Final Fantasy XII. La posibilidad de hacer estos cambios justo antes del combate es realmente un golazo. Ver cómo la barrita del resultado ahora sí muestra una victoria se siente como darlo vuelta en el minuto 90.

Ganar batallas y liberar pueblos nos recompensa con dos recursos importantes: Renombre y honores. El primero decide el tamaño máximo de nuestras unidades y nos habilita poder ascender a nuestras clases a sus versiones avanzadas, mientras que el segundo es básicamente la moneda que usaremos para hacer todo esto.

Liberar fuertes también nos permite contratar mercenarios, básicamente versiones genéricas de cada clase que podemos usar si queremos una copia de alguna en una unidad y ese personaje ya está ocupado, o incluso si no reclutamos esa clase aún. Estos mercenarios pueden customizarse por completo, eligiendo desde sus colores de ropa y cabello hasta su nombre y stats.

Por si esto fuera poco, hay lugares en el mundo con los cuales solo podremos interactuar una vez que tengamos a un personaje específico para ayudarnos a reparar puentes, conseguir armas en templos ocultos o conseguir materiales especiales. El mapa de este juego es uno de los más satisfactorios de limpiar que haya visto hasta ahora, porque si bien no hay mucha variedad a la hora de interactuar con él la velocidad a la que podemos ir completando objetivos y la posibilidad de viajar en cualquier momento a cualquier punto hacen que se sienta como algo divertido y nunca como un laburo.

Siendo un juego de Vanillaware, Unicorn Overlord es por supuesto una maravilla audiovisual. Todo tiene el look dibujado “a mano” característico del estudio, y acá lo llevaron un paso más allá todavía con sprites enormes y detallados para todos los personajes y enemigos. Hay hasta cositas que no tengo idea cómo lograron con gráficos 2D, como efectos de iluminación metálicos realistas o detalles asimétricos en los diseños que respetan la dirección que enfrenta el modelo. Los escenarios son una locura también, con una gran variedad no solo de castillos y fuertes sino que también paisajes con biomas, climas y efectos de iluminación increíbles que no estoy seguro cómo hicieron para implementar. Lo puse más arriba pero vale repetirlo: cada screenshot de este juego podría ser un wallpaper.

La banda de sonido a cargo de Mitsuhiro Kaneda es excelente también y el complemento perfecto para la exploración y el combate.

Al menos en un nivel audiovisual, Unicorn Overlord realmente se siente como la culminación de todo lo que Vanillaware hicieron como estudio.

Por genérica que sea la historia no significa que no le hayan dado una cantidad enorme de cuidado también. El juego tiene una cantidad obscena de diálogo hablado y montones más en texto. Si bien la narrativa principal no es nada del otro mundo, es en las interacciones entre personajes donde se nota que le metieron más onda. Salvo algunas excepciones (mayormente en la segunda mitad), cada personaje que se nos une tiene una introducción bien desarrollada donde los conocemos bien como personas y sus motivaciones para unirse a nuestra causa quedan más que claros. Casi todos tienen personalidades bien definidas que ayudan a que se sientan como personajes reales, y no solo como números extra para inflar nuestras unidades. Hay montones de escenas opcionales también, que solo aparecen cuando dos personajes forman una conexión tras pasar tiempo suficiente juntos. Todas las cinemáticas son in-game así que el look actual de nuestros personajes se verá reflejado siempre.

Quizás el punto débil en todo esto que acabo de escribir sea el propio Alain, quien nunca hace nada por romper su papel de héroe de fantasía estándar. Su autoridad jamás es cuestionada, nunca debe romper sus propias reglas, y siempre está en lo correcto moralmente ya que el enemigo es una caricatura malvada. Incluso cuando el juego nos quiere poner a prueba tomando alguna decisión (que casi siempre consiste en elegir si reclutamos o ejecutamos a algún malandra), la decisión está siempre a cargo de Alain y cualquier elección será aceptada sin resistencia por los demás. De todos modos nunca me pareció un punto tan negativo como para afectarme la narrativa pero me hizo ruido.

Muchísima atención fue al worldbuilding también. En cada nueva región del mundo no solo conoceremos más personas sino que también nuevas razas que expanden la mitología del mundo y que van desde los esperables elfos, hasta pueblos enteros de gente bestia con enormes hombres lobo guerreros y conejitos vendedores. Podemos en cualquier momento acceder a un glosario para leer la historia de Fevrith, todas las naciones que la componen, y cada facción y personaje relevante para la historia, aliado o enemigo. Hay mucho lore escondido en el glosario. Tanto, de hecho, que termina siendo abrumador porque el juego solo está rascando su superficie. No es lectura requerida pero casi que da la sensación de que escribieron una enciclopedia primero y después le armaron un juego alrededor.

Puntos negativos tengo muy pocos al punto que me costó recordarlos. Me habría gustado poder elegir el orden de mis unidades, o la opción de guardar combinaciones específicas de personajes. Hay momentos en la historia que ciertos personajes se cortan solos o los perdemos momentáneamente, así que tratar de recordar cómo habíamos armado cada unidad cuando estamos balanceando 5-6 con cuatro o cinco personajes cada una puede ser un poco mucho. Después, la segunda mitad del juego depende demasiado de tener varias unidades voladoras al mismo tiempo para evitar obstáculos en el terreno. Pero son giladas realmente.

Unicorn Overlord realmente se siente como el juego que Vanillaware quisieron hacer todo este tiempo. Aparentemente llevan desarrollando el concepto desde 2014 y fueron dándole forma mientras trabajaban en otros proyectos. Y la verdad, se nota. Todo en este juego grita calidad, atención y cariño. Desde su combate sencillo a simple vista pero lleno de profundidad, su enorme cantidad de personajes con historias únicas y diseños geniales, hasta su apartado audiovisual perfectamente ejecutado. No va a ganar ningún premio a la narrativa del año, seguro, pero tampoco importa. Seas fan del género o no, Unicorn Overlord es lisa y llanamente una obra de arte.

LO MEJOR

  • Loop de juego adictivo, con combate atrapante y exploración satisfactoria
  • Montones y montones de personajes con diseños excelentes y personalidades únicas (aunque alguno que otro un pelín cuestionable)
  • Personalización de cada aspecto del juego para ajustar la experiencia de la forma que más nos guste
  • Dirección de arte increíble, la versión mejor ejecutada de Vanillaware hasta la fecha

LO PEOR

  • Algunos menús son un poco más engorrosos de lo que deberían

Unicorn Overlord

  • 9.5

    Score

    Vanillaware vuelven a superarse y nos dan su obra maestra en Unicorn Overlord, otra maravilla audiovisual con un gameplay fantástico, y que está destinada a ser un clásico del género.
User Rating: 0 ( 0Votes )


Me gustan el metal, el Dark Souls y las empanadas.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *