Allá por el año 1986, la empresa Escape, posteriormente conocida como Westone, saca a la luz mediante SEGA a uno de sus grandes niños de oro. El cual con el pasar de los años formara a miles de millones de gamers, y seguramente también convirtiendo a varios miles más.
Este 3 de junio nuestro querido Wonder Boy vuelve al ruedo con una colección de sus mejores y más entrañables entregas:
- Wonder Boy
- Wonder Boy In Monster Land
- Wonder Boy In Monster World
- Monster World IV
Todos estos números podemos encontrarlos en plataformas como PS4, PS5 y Nintendo Switch.

Poco que explicar y mucho que andar
La realidad es que no planeo detenerme demasiado en el tópico que honda la explicación de en que se basa cada una de las entregas, siendo que estamos hablando de grandes clásicos del género plataformero.
Si puedo comentarles que en cada entrega tendremos un increíble protagonista con el afán de salvar al mundo, derrotando monstruos a mano de una gran espada y un pequeño escudo (y también una patineta).

Realmente mí idea es centrarme en la evolución de la saga en sí y en su crecimiento a lo largo de todos estos años.
Wonder Boy tiene una de las líneas temporales más confusas en el repertorio de SEGA, en donde sentimos que cada una de las entregas funciona por si sola, sin interpelarse con las demás. Sí, pero no.
En todos sus años de actividad, Westone ha sabido crear y desarrollar una saga que marcaría a los jugadores desde el día uno. Tal vez aludiendo a un libreto fuerte, pero innovando en cada paso.
En el caso específico de esta edición, podremos saltar a cada juego con una simple combinación de botones, podremos rebobinar la partida en tiempo real y también guardar al mejor estilo emulador pirateado.
Una colección con brillantes pixeles y sonidos que vale la pena recordar
Sí hay algo que no tiene desperdicio de Wonder Boy, es su constante evolución grafica y sonora. Por aquella década estaba mas que claro que no se disponía de potentes componentes y grandes consolas, la evolución debía de venir por el conocido “hagamos mucho con muy poco”.

Encontramos un crecimiento que es muy cercano a exponencial en la saga. Colores contrastados, brillantes y algo rígidos empapaban Wonder Boy; para luego transformarse en grandes degrades pixelados, iluminaciones muy bien pensadas y mejoras enormes en las animaciones en su entrañable Monster World IV.
Y sí queremos hablar de la cereza del postre, su banda sonora no tiene ni un segundo de desperdicio. Wonder Boy siempre ha sabido resaltar sus elementos sonoros contando con grandes mentes adiestradas auditivamente.
Conclusión
Por más que ame esta saga, hay algo que no funciona en esta edición de colección. Lamentablemente Wonder Boy Collection falla justamente en la forma de presentar su colección, básicamente falla en un todo. ¿A qué voy con esto? Pareciera que el único fin de esta entrega fue juntar los grandes hitos de Sega y largarlos al mercado “así nomás”.
A mí criterio, Wonder Boy se merece un poco más de amor.