Hace casi tres años salió para PC Green Hell, un aclamado juego de supervivencia desarrollado por Creepy Jar. Sus desarrolladores decidieron ir por más y lanzaron una versión para VR del título homónimo. ¿Te animas a pasar tus días en medio de la selva?
Sentite parte de un programa de Discovery
El título nos invita a ponernos en la piel de Jack Higgins, un famoso antropólogo que se encuentra haciendo tareas de investigación en el medio del Amazonas junto a su compañera Mia. La joven decide ir por su cuenta a tratar de entablar una mejor relación con una de las tribus indígenas de la zona. Luego de unos días, Mia comenta desesperada que algo salió mal y, acto seguido, la comunicación que mantenían por walkie talkie se interrumpe abruptamente.

Con los nervios a flor de piel, Jack intenta ir en su rescate, pero sufre un accidente en medio del camino. Luego de caer por una catarata, despierta completamente desorientado y prácticamente sin elementos de supervivencia. Ahora, su objetivo no sólo es descubrir que le pasó a Mia, sino tratar de sobrevivir a todos los peligros de la selva.
Pese al esfuerzo por darnos una historia repleta de suspenso, la realidad es que la misma se va desdibujando segundo a segundo. El hecho de ir ahondando en ella muy de a poco (sumado a una jugabilidad que te mantiene siempre alerta), hace que rápidamente se pierda el interés y pase a un plano completamente secundario. Una lástima visto y considerando la cantidad de elementos narrativos que se pueden desprender a raíz de las diferentes tribus de la zona.


Si no fuese por el VR…
Para cualquiera que haya jugado algún survival, le debo advertir que no se va a encontrar con mecánicas innovadoras ni mucho menos. En papeles, es similar a cualquier otro título del género. Es decir, nos encontramos en medio de la nada y debemos utilizar los elementos de nuestro alrededor (generalmente brindados por la naturaleza) para poder construir distintos tipos de artefactos que nos permitan sobrevivir, siempre teniendo en cuenta la sanidad, la sed y el hambre.

Realmente Green Hell no es mucho más que eso. Juntar recursos, ver cómo se pueden unir para construir un elemento en cuestión y tratar de sobrevivir. Cabe aclarar que esto último no es precisamente una tarea fácil. Estar en medio del Amazonas significa estar rodeado de insectos ultra-venenosos que en cada paso amenazan con acabar con nuestra existencia.
Pero, al ser un juego VR, la jugabilidad no se queda sólo en lo previamente mencionado. La realidad es que el título adaptado a realidad virtual suma y mucho. La forma en la que se nos exige como jugadores movernos (o al menos mover nuestras manos) es por demás interesante. Todo tipo de gestos que el personaje tenga que hacer con sus manos (como un cuenco para tomar agua, o vendarse un brazo) nosotros debemos imitarlo.

De esta manera, el título pasa a ser aún más inmersivo. Prácticamente cada acción que nuestro jugador haga, nosotros la replicaremos con nuestro cuerpo en la vida real (excepto caminar, claro está). Es así que, si bien en papel, como dije anteriormente, Green Hell es un survival del montón, la realidad virtual logra darle un plus que hace que la experiencia se sienta completamente renovada.
No apto para aracnofóbicos
Algo fascinante de los cascos de realidad virtual es la capacidad de trasladarnos a un determinado lugar y que realmente podamos sentir que nos encontramos ahí.
Al ser Green Hell un título que se desarrolla en medio del Amazonas, el alrededor está repleto de mucha flora, animales salvajes y decenas de insectos. De esta manera, si sos una persona bastante impresionable, es un juego que en múltiples ocasiones va a hacer que te caiga la gota gorda. Como persona que no sólo sufre de aracnofobia, sino también de rechazo (miedo) general a todo tipo de insectos, debo confesar que la pasé bastante mal en varios momentos.


Y esto, lejos de ser un punto negativo, es algo por demás positivo, porque habla del buen trabajo visual que hay dentro del Green Hell.
De hecho, apenas me puse los cascos, quedé fascinada con el apartado visual. Cuando no tenía arañas, serpientes o escorpiones a mi alrededor, podía disfrutar de los distintos tipos de aves, mariposas y demás insectos/animales de mi agrado.

Realmente es una experiencia por demás inmersiva en lo que a gráficos respecta. Claro está que muchos objetos no tienen la definición que se puede encontrar en un AAA de consolas de última generación, pero para lo que realidad virtual significa, es un título por demás logrado en ese sentido.
Por otra parte, la banda sonora de Green Hell básicamente brilla por su ausencia. Pero, lejos de ser un punto negativo –como remarqué en otros títulos–, es una decisión acertada en esta ocasión. En cambio, sus desarrolladores decidieron hacer foco principalmente en el sonido ambiente. Este mismo alcanza y sobra para hacernos sentir parte del Amazonas. No se necesita una serie de canciones que nos marque el ritmo de la trama, el sonido ambiente ya es suficiente para recordarnos dónde estamos y todos los peligros que hay a nuestro alrededor.

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