Pacer Review: un nuevo heredero

1938

Allá lejos, por 1991, iba a nacer un nuevo concepto de videojuegos de carrera, género muy popular en el mundillo gamer por su rejugabilidad: el de carreras de naves aerodeslizadoras. El primer “F-Zero” para Super Nintendo estaba saliendo a la luz. Fue un éxito rotundo tanto de crítica como de ventas y produciría algunos dignos sucesores. Uno de los primeros de ellos, en  1995 para la primera Playstation, fue el Wipeout. La historia de Wipeout y Pacer tiene un hilo que las une.

Velocidad sin límites

Lo que digo del Wipeout no sale de un huevo o de mi PRODIGIOSA (¿) imaginación. Detrás del desarrollo de Pacer está R8 Games fundada por personas como Andrew Walker que hasta ganaron premios gracias a la creación del Wipeout 3 y aparte, para el diseño general y el marketing, se asoció a The Designers Republic, el estudio que estuvo ocupado de las mismas tareas en los tres primeros de aquella saga.

Desarrollado mayormente en Unreal Engine 4, Pacer tuvo un largo camino hasta ver la luz como videojuego hecho y derecho. Los devs se valieron de un kickstarter allá por el lejano 2015 para comenzar su progreso. En el medio hubo cambios de nombre, de estilo, de concepto. El juego multiplataforma que hoy jugamos tiene cinco largos años de pulido. Ni Kojima se atrevió a tanto. 

Lo primero que destaca de este videojuego son tres cualidades muy variopintas: la cantidad de modos de juego (1), la variedad y multitud de escenarios (2), las posibilidades de modificación y customización de las naves (3).

Uno, dos y tres

Hay una variedad de escenarios basados en grandes ciudades

Aparte de un modo online, y un modo carrera, dentro del modo ‘Juego Rápido’ encontramos ocho opciones de juego. Desde el clásico Carrera Rápida o Resistencia hasta un original modo llamado “Flowmentum” que nos hace acelerar cada vez mas atravesando una suerte de portales. Realmente es una cantidad muy interesante de opciones para quienes no sean amantes del online o no tengan buenas conexiones de internet.

Toda esta excelente gama de modos se puede disputar en catorce escenarios distintos que homenajean a ciudades y lugares distintos del mundo. Como Niagara con unas cascadas con buen mapa a la lejanía, o Mannahatta que si les tengo que decir que esta homenajeando les pido que dejen de leer la reseña ahora mismo. También hay un mapa con Trump Vibes (?) llamado «EL MURO. Cada escenario aparte, puede jugarse en sentido inverso y en dos situaciones horarias, día y noche, con lo cual terminan siendo de alguna manera, el triple de mapas.

Y para correrlos tenemos que elegir nuestra nave aerodeslizadora de entre cinco disponibles, cada una con sus stats base pero que son totalmente intercambiables dado que cada nave viene con cuatro modos de rendimiento y otros cuatro sets de armas. La cantidad de opciones termina siendo extensa si aparte podemos modificar totalmente la estética en el Taller. Lo suficiente como para conformar a los mas ambiciosos.

Pacer está musicalizado como cabría esperar, con tintes electrónicos modernosos concebidos por la prolífica mano de CoLD SToRAGE (el compositor Tim Wright) que ¿de donde lo van a conocer? Asi es, del Wipeout, entre otros videojuegos.

Mete sexta

Como otros integrantes del género, Pacer es bastante jodido de dominar. La jugabilidad es ajustada pero solo después de acostumbrarse al drifteo con los gatillos del control. Hasta que suceda eso, cada curva va a ser un suplicio, y las pistas están plagadas de las mismas, porque el Pacer apuesta a ser lo más cercano a lo que se podría esperar de un simulador de una tecnología que no existe. Al menos no de esa manera. La velocidad que alcanzan las naves es altísima, y se siente. Pocas veces en el pasado sentí tanto como en Pacer el frenesí de correr y lo digo como elogio porque creo que es lo que todos queremos sentir jugando un videojuego de estas características.

A la vez, la mezcla entre vértigo y simulación no sale tan bien parada porque una de las dos necesariamente hay que sacrificar. Simular significa que no vas a hacer en el Gran Turismo lo que harías en el Need for Speed. Porque uno de ellos tiene la ambición de realismo. “Pacer” busca de alguna manera eso, forzando al jugador a mejorar en su conducción. Sin embargo eso significa desacelerar todo el tiempo, restándole diversión a lo que debería ser un “Rock & Roll Racing” con navecitas donde le disparas a tus rivales y pasas por al lado como si estuvieras haciendo Buenos Aires / Mar del Plata en dos horas y media.

Conclusión

Pacer es un videojuego brillante para la gente que amó el Wipeout y sentía que había un hueco que llenar. En un género que ha tenido representantes del automovilismo, las motos, las lanchas, las bicis y tanto mas, es de aplaudir que aparezca un sucesor digno de lo que fue realmente un fenómeno y es de ovacionar que haya llegado mediante un kickstarter y que no defraude en lo mas mínimo..



Gamer de muchos años. Creador de la comunidad Old Gamers. Redactor.


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