En junio del 2013 salió a la venta Rogue Legacy, un rogue-lite que se caracterizó por sus mecánicas innovadoras y su gran dificultad –aunque esto último es acorde a su género–. Finalmente, después de meses en early access, su secuela, Rogue Legacy 2, ya se encuentra disponible para PC y Xbox One.
La narrativa te la debo
En muchas ocasiones, la historia es el elemento principal de algunos videojuegos (como suele ser en el caso de las aventuras gráficas). En otros, en cambio, la narrativa puede pasar sin pena ni gloria (como suele ocurrir en muchos shooters). En el caso de los roguelites, nos encontramos con un “miti-miti”, algunos desarrolladores deciden ahondar en este punto, mientras que otros lo ignoran por completo.



En Rogue Legacy 2 ocurre mucho más esto último que lo primero. Si bien hay una historia en la cual se ahonda a lo largo de todo el título, la realidad es que no marca un punto crucial para el jugador; no es lo que incentiva a que uno siga jugando. De hecho, es algo que queda en un plano completamente secundario, casi olvidado en algún lugar recóndito de la mente. El juego nos invita a otra cosa: la acción.
De tal palo tal astilla
Es de público conocimiento que los rogue-lite están diseñados para que nuestro(s) personaje(s) muera(n) decenas, cientos, miles de veces. Si bien Rogue Legacy no inventó la regla, si supo tomar esta base y darle una vuelta de tuerca por demás prometedora: cada vez que morimos, un nuevo personaje nos precede.



La gracia está en que el personaje que nos precede en cuestión –tendremos que seleccionar uno entre tres opciones que se nos den–, cuenta con algún rasgo que podrá solucionarlos la vida o arruinárnosla para siempre. ¿Qué quiero decir con esto? Podremos seleccionar un cocinero –sí, es una clase dentro del juego–, que tenga como rasgo pacifista. ¿Entonces? Nuestro personaje no podrá hacer ningún tipo de daño a los enemigos, pero, logrará juntar una cantidad de oro abismal rompiendo tan solo unos pocos muebles. Dejo a tu criterio si es algo bueno o malo.
Los rasgos de los personajes no son lo único a tener en cuenta, como deje entrever previamente, también contamos con razas. Existen 15 en total, algunas de ellas tradicionales, como arqueros y magos, y otras más originales, como boxeadores y cocineros –la mejor, en mi opinión–. Cada una de ellas cuenta con un estilo de juego específico.



Para desbloquear las razas en cuestión necesitamos oro. Este metal precioso también nos permitirá obtener (comprar) ciertas mejoras, como más vida, más daño, más capacidad de peso, etc. A medida que hagamos las compras deseadas, iremos construyendo nuestro castillo de ensueño.
Y aún hay más… Si bien hasta acá puede considerarse un título más que completo, la gente de Cellar Door decidió incorporar más cuestiones a tener en cuenta para el jugador. Una de ellas son las reliquias, con las cuales, a cambio de determinación (elemento que dependerá de cada pj.), podremos modificar nuestros atributos y/o habilidades.



Si bien una de las características del género son los mapas generados de forma aleatoria, la realidad es que en Rogue Legacy 2 esto realmente se siente poco presente. Si bien no se repiten entre sí, las habitaciones lucen demasiado similares y los enemigos se repiten constantemente, además de ser escasos para todo lo que pretende ofrecer el título.



El pixel art es cosa del pasado
Dejando de lado ciertos agregados, la jugabilidad de Rogue Legacy 2 no cambió mucho respecto a su antecesor. Sin embargo, en lo que respecta al apartado gráfico, los desarrolladores decidieron pegar un volantazo. En esta ocasión, dejaron de lado el tan amado pixel art y se volcaron a una estética 2,5D, es decir: personajes animados en 3D, acompañados por fondos dibujados a mano.



En lo que a diseño de personajes, enemigos y mapas refiere, me encontré con una de cal y otra de arena. En lo que respecta a personajes y enemigos, no tengo nada para criticar. Cada uno de ellos cuenta con una impronta propia. Y ni hablar de algunos rasgos que hasta cambian la paleta de colores del juego. El único problema en esta instancia es, como mencioné previamente, la falta de variedad de escenarios. No sólo es un problema la construcción de los mismos, sino que artísticamente se ven también muy similares.
Banda sonora decente, ambienta sonora excelente
No hay mucho para destacar de la banda sonora del juego. No está mal, pero realmente no aporta absolutamente nada a la experiencia. Como dije muchas veces: pasa sin pena ni gloria. Ahora bien, algo que sí me llamó la atención fue la ambientación sonora. El juego cuenta con sonido único para cada elemento que se nos muestra en pantalla. En lo personal, me resultaron mucho más inmersivos estos sonidos que la banda sonora en sí.



Requisitos del Sistema
MÍNIMO: Requiere un procesador y un sistema operativo de 64 bits – SO: Windows 7 – Procesador: 2.0 Ghz – Memoria: 8 GB de RAM – Gráficos: Nvidia GTX 680, AMD R9 280X – DirectX: Versión 11 – Almacenamiento: 3 GB de espacio disponible
RECOMENDADO: Requiere un procesador y un sistema operativo de 64 bits – SO: Windows 10
Procesador: 3.0 Ghz – Memoria: 8 GB de RAM – Gráficos: Nvidia GTX 680, AMD R9 280X – DirectX: Versión 11 – Almacenamiento: 3 GB de espacio disponible
One thought on “Rogue Legacy 2 Review PC: ¿Un digno sucesor?”