Tales of Symphonia Remastered Switch Review: Rompiendo lo que estaba roto

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Acérquense, niños. Tengo una historia para contarles. Corría el lejano año de 2003 cuando Namco lanzó Tales of Symphonia, la quinta entrega de su serie de JRPGs, para la por entonces flamante Nintendo Gamecube.

El juego se convirtió en uno de los más queridos de la biblioteca de la consola, y sigue siendo considerada uno de los Tales Of más queridos entre los fans de la serie y hasta entre el público casual. Tal fue el éxito que al año siguiente una versión para PlayStation 2 incluyendo montones de contenido extra fue lanzada exclusivamente en Japón..

Acto seguido, de alguna forma Namco perdió el código fuente de la versión de Gamecube.

Esto significa que todas las versiones posteriores de Tales of Symphonia a partir de ese momento estuvieron basadas en la versión inferior de PlayStation 2, lo cual incluye a las versiones de PS3, Steam, y la que hoy nos compete: Tales of Symphonia Remastered.

BAJANDO LA VARA

Bastante debate hemos visto en este último tiempo sobre qué constituye exactamente un remaster, debido a la disparidad de calidad que se puede apreciar entre distintos ejemplos. Mientras que algunos remasters son básicamente ports con algunas mejoras de calidad y retoques gráficos, otros fácilmente podrían pasar por remakes completas. Hace semanas nomás la misma Switch vio la salida de Metroid Prime Remastered (review acá), donde pudimos apreciar un laburo de modernización soberbio, dejando por resultado un juego que podría pasar como un nuevo release de 2023.

Tales of Symphonia Remastered no hace nada de esto. Honestamente llamar a esta versión un remaster ni siquiera sería generoso, es directamente insultante. Estamos hablando de la que seguro sea la peor versión disponible de Symphonia en cualquier plataforma, acarreando todos los problemas de las versiones anteriores al mismo tiempo que introduce problemas propios a cada rincón de la experiencia.

Para empezar, producto de código basado en la versión de PS2, el framerate está lockeado a 30 fps, un downgrade instantáneo de la versión de Gamecube que corría a 60 hace veinte años en hardware magnitudes de potencia más débil. Esto ya había sucedido en todos los ports subsecuentes, pero Remastered además tiene caídas violentas del framerate exclusivas a esta versión por momentos.

Un área desértica temprana, por ejemplo, tankeaba los fps a números que se pueden contar con los dedos cada vez que había un efecto de arena soplando en la pantalla. Cuanto menos vergonzoso.

La imagen en general parece haber perdido el color y se ve mucho más lavada que las versiones anteriores, perdiendo mucho del encanto del original. Los modelos de personajes apenas fueron retocados y en muchos simplemente recibieron un upscaleado de texturas por IA espantoso, que por momentos parece haber entendido mal lo que se supone que debían recrear. Este tratamiento además de feo es inconsistente: los modelos de armas, por ejemplo, tienen una línea negra gruesa alrededor que originalmente también tenían los personajes. Por alguna razón decidieron dejarlo solo en ese caso, o se olvidaron de sacarlo. Sea como sea solo agrega a que todo se vea amateur e incompleto.

Este escalado de texturas también se aplicó a los escenarios -que ahora están llenos de manchones irreconocibles donde antes había piedra o vegetación- y hasta a los menúes y fuentes. Todo tiene un look pixelado muy amateur, con algunas letras en particular hasta mostrando artefactos donde la IA hizo cualquiera y claramente hubo cero trabajo humano de retocado o supervisión. Hay hacer un esfuerzo mínimo y hay hacer literalmente *cero* esfuerzo.

Pero no es lo único que rompieron, no señor. Los tiempos de carga en Switch son larguísimos, tardando casi 10 segundos en volver al mapa del mundo cada vez que salimos de un pueblo o terminamos un combate. Las transiciones al combate fueron arruinadas también, con el efecto tradicional de vidrio roto reemplazado por una pantalla completamente blanca. Hasta se escucha el sonido del vidrio pero no sucede nada. Inentendible. Hay pantallas negras por todos lados, reemplazando a los fade ins mucho más naturales de las versiones anteriores.

Y hablando de eso: Symphonia Remastered arruinó todos los menúes y los clásicos skits de la serie introduciendo pantallas negras que antes no estaban ahí. En vez de ver el juego corriendo de fondo oscurecido, los skits ahora transcurren en un vacío negro desconectado de la acción. Este problema, al igual de las transiciones faltantes, no solo es exclusivo de esta nueva versión sino que solo ocurren en la versión de Switch aparentemente. Buscando imágenes del juego corriendo en otras plataformas, algunos de los efectos faltantes parecen funcionar. No perfecto, porque obvio que están rotos de alguna forma, pero al menos están ahí. Así que jugando en Switch estás recibiendo la peor versión de la peor versión del juego. Buen trabajo, Bandai Namco.

Y todo esto es aún más inentendible porque la Switch ya tiene desde hace varios años otro Tales Of que se ve y corre muchísimo mejor en todo: Tales of Vesperia Definitive Edition. Aquel también tuvo algunos compromisos visuales (como 30 fps fuera del combate), pero logró mantener una paridad visual casi total con el resto de las versiones. Y todo sin estamparle una etiqueta mentirosa de “remaster”. Si tan solo Symphonia Remastered hubiera recibido la mitad del cuidado de aquel estaríamos hablando de una excelente conversión, pero no fue así y en su estado actual es fácil y hasta recomendable saltarse esta versión. Tal vez mejore a futuro con parches pero primero, no hay ninguna garantía y segundo, no debería haber sido lanzado en estas condiciones en primer lugar. Una vergüenza realmente.

Tales of Symphonia Remastered

  • 5.0

    Score

    La vara está más baja que nunca. Tales of Symphonia Remastered es la peor versión de un clásico de Nintendo Gamecube, y la versión de Switch es la peor entre todas ellas. No recompenses este monumento a la vagancia con tu plata.
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Técnicamente un otaku de más de 30, pero les juro que soy buena gente. Cuenta la leyenda que antes era músico. Me gustan el Dark Souls y las empanadas de carne (pero sin aceitunas).


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