Yuu es una niña humana, que fue criada en el bosque desde bebé por el Rey Dragón, el poderoso y querido soberano de todos los monstruos, y a quien llama su papá. Todos los días, Yuu practica con una ramita de árbol su técnica con la espada. Todas las noches, Yuu le pide a su papá Dragón que vuelva a contarle la historia de su verdadero padre, el gran héroe que derrotó al temible Rey Demonio y trajo la paz al reino. Por supuesto, él lo hace con gusto, tras lo cual Yuu se duerme soñando con ser una gran héroe también algún día. Y mientras ella duerme, el Rey Dragón se pregunta si algún día estará lista para escuchar la verdad: que el Rey Dragón y el Rey Demonio son uno mismo, y algún día será el turno de Yuu de enfrentarse con él.
The Cruel King and the Great Hero se encuentra disponible para PlayStation 4 y Nintendo Switch.
Debo decir que banco fuerte esta movida de hacer RPGs más chiquitos y experimentales que vimos en los últimos años. Desarrollado por Nippon Ichi Software (NIS), The Cruel King and the Great Hero nos presenta una historia con una presentación visual cuidadísima, con todos los niveles, personajes y criaturas ilustrados en el estilo de un libro de cuentos para niños. Hasta tenemos una narradora que, al igual que en los recientes Voice of Cards de Square Enix, también se encarga de dar voz a todos los personajes. Todos los mapas del juego además fueron dibujados a mano, dándole al juego una estética muy coherente y particular que le sienta muy bien.

JUGUEMOS EN EL BOSQUE
El gameplay en The Cruel King no rompe el molde en ningún momento y es apenas lo mínimo necesario para un juego de esta clase. El combate por turnos es bastante standard y no hace nada interesante con la fórmula. La progresión es casi metroidvaniesca, con algunas áreas del mapa bloqueadas hasta que la historia nos pida ir hasta allá o consigamos una habilidad que nos permita llegar (aunque es mucho más común lo primero). Nuestra base de operaciones es Monster Village, que tal como su nombre indica es una aldea habitada por toda clase de monstruos, todos con excelentes diseños llenos de personalidad. Aunque al principio no comprenden por qué una humana querría ayudarlos con sus problemas diarios, no pasa mucho tiempo hasta que se genera una relación de confianza entre la niña y los monstruos, quienes llegan a depender de ella tal vez hasta demasiado. No es que a Yuu le importe igual, ya que ella está feliz de ayudar a todo el mundo y aceptará cada pedido con una sonrisa en la cara, sin importar lo complicado, peligroso, o decadente que sea. A lo largo del juego Yuu también conocerá distintos compañeros de aventuras, quienes por lo general se unirán a nosotros por la duración de ese capítulo en particular, dando variedad al sencillo sistema de combate.

El juego no es muy largo, y la historia se puede completar en unas 10 horas sin hacer sidequests, de las cuales hay montones. Aun así para el final del juego la poca variedad de mapas es aparente y el backtracking se hace extremadamente tedioso, sobre todo cuando la gran mayor parte de las quests secundarias consisten en volver a mapas donde ya estuvimos para recolectar varios objetos (o varios del mismo objeto) y llevárselos a algún NPC. Para el final del juego las misiones secundarias ya requerían hacer esto dos o tres veces seguidas, a veces haciéndonos correr de una punta a la otra del mismo mapa para hablar con dos NPCs diferentes ubicados en cada extremo del nivel. Lo que sí, las quests del juego están muy bien escritas y es remarcable igual cómo todas ellas, sin importar lo mecánicamente repetitivas que sean, nos enseñan un poco más sobre los personajes y el mundo.
Mi única crítica fuerte al gameplay en The Cruel King sería que varias decisiones parecen estar tomadas para comer la mayor cantidad de tiempo posible, estirando el que de otra forma es un juego bastante pequeño. Además del ya mencionado backtracking excesivo, la cantidad de encuentros random en el mundo es enorme, con algunas áreas metiéndonos en combate literalmente cada unos pasos, y los repelentes de monstruos hacen poco para reducir la frecuencia. Otras veces necesitaremos usar una habilidad de un compañero para superar un obstáculo, lo cual requiere ver una animación bastante larga e imposible de saltar cada vez. Hasta la lista de trofeos del juego parece estar hecha para estirarlo, con un trofeo en particular pidiéndonos levelear a Yuu hasta nivel 50, cuando el juego se puede completar sin mucha dificultad antes de llegar a nivel 30.

Del apartado gráfico no hay mucho para decir que no haya dicho ya, es realmente impecable. La banda de sonido es perfecta para el mood que quiere transmitir el juego, y está llena de instrumentalización medieval y melodías memorables, con los temas de Monster Village (y sus guiños al Canon de Pachelbel) y la flautita jethrotullesca de Hunee Crystal Woods siendo mis favoritas. Lamentablemente The Cruel King comete el que para mí es uno de los pecados capitales de un JRPG por turnos: la música vuelve a comenzar tras cada batalla en vez de continuar desde donde había sido interrumpida. Sumado a la cantidad obscena de encuentros mencionada anteriormente, hacía que para el final del juego solo escuchara básicamente los primeros 5-10 segundos de cada canción antes de ser interrumpida por otra batalla. Juicio y castigo.
Pero mis problemas realmente son menores en consideración, y The Cruel King and the Great Hero es una recomendación fácil para quienes quieran un RPG cortito lleno de personajes coloridos y una narrativa que nos dispara derecho al corazón. Si bien no tiene el sistema de combate más complejo del género, y su mundo por momentos patina peligrosamente la línea entre la economía y el reciclaje, el juego es mucho más que la suma de sus partes.

Ojo igual: no tiene traducción al español, lo cual es una lástima cuando tanto el look como la dificultad del juego parecen estar apuntados a un público más pequeño.