Un recorrido por la saga FIFA de EA Sports
Es 21 de junio de 1994, antes de la merienda. El barrio está en silencio.
En el Foxboro Stadium de Boston, la selección nacional comandada por Diego Armando Maradona despedaza a una débil Grecia como si fuera una nueva demolición del Partenón. Ningún depósito de munición turco ocasiona esta destrucción. Es la impecable conexión de D10S con el Batigol, Redondo, el Cholo Simeone, el pájaro Claudio Paul Caniggia, Balbo y el que sería llamado a ser su sucesor: Ariel “Burrito” Ortega.
El edificio del Complejo Habitacional Wilde es un polvorín. Estallan los gritos por doquier, sobre todo tras que Maradona convierte –a sus 33 años- un auténtico golazo. Todo el barrio, que digo, todo el país es una fiesta. Campeones en el ’86, subcampeones en el ’90 (por un choreo que se llama CODESAL), dos campeonatos de America consecutivos de la mano de Alfio “El Coco” Basile, un DT al que le gusta jugar al fútbol, el tiki tiki, ir para adelante.
No obstante, a la Copa del Mundo se entró por la ventana. Unas eliminatorias truncas nos tiraron a un repechaje contra Australia en el cual la AFA (y el Coco) tuvieron que “dar el brazo a torcer” y llamar a D10S para que los salve.
El partido termina, las hormonas de todo tipo fluyen: adrenalina, dopamina, endorfina. Los pibes del edificio nos juntamos en la casa de Gastón:
Hay torneo relámpago de FIFA 94.
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FIFA 22
La nueva versión del FIFA, el FIFA 22, nos llegó un poquito tarde y dada mi opinión sobre lo poco fructíferas que terminan siendo las reseñas escritas llegando al primer cuarto de este nuevo milenio, se me ocurrió redactar algo un poco distinto.
Hace unas semanas, por el día de la madre, me junte con la familia de mi mujer (también redactora acá en Bitwares). Mi cuñado menor es gamer y charlando con él de nuestros presentes lúdicos, me comenta que tanto él (que tiene 20 años) como todos sus amigos han terminado pasándose definitivamente al FIFA. No me sorprendió totalmente porque lo hemos hablado, el nuevo PES/Winning/International Superstar llamado eFootball es una verdadera garompa. Su única virtud es ser gratuito. Todo lo demás es categóricamente espantoso. La juventud que creció con Messi y con videojuegos de fútbol de alto nivel –incluso con sus fallas lógicas- no está acostumbrada a tener que lidiar con un arcade desarrollado con los pies. La larguísima saga de EA Sports llamada FIFA ha tenido mas de un año mediocre, pero nunca algo tan fallido.
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Si nos detenemos en el gameplay de manera exclusiva, desde hace una década EA viene haciendo ligeras modificaciones sin tocar el código central que llegamos a apreciar aquellos que lo jugamos de manera consistente desde siempre. EA no tiene interés en hacer una reforma completa. El tiempo de vida del videojuego es de exactamente un año. El dominio de nuevas técnicas, movimientos, sistemas o hasta “metas”, haría que perdamos bastante de ese tiempo de vida. Lo peor que puedo señalar es el sistema espantoso de pelotas paradas donde hay que lograr mantener presionados varios botones a la vez y ejecutar una combinación rarísima e innecesaria que en casi ningún caso termina siendo exitosa. Los penales son otro cantar. Nunca arreglen lo que no esta roto.
Las versiones de la nueva gen fueron desarrolladas utilizando una nueva tecnología llamada HyperMotion cuya innovación permite interacciones más realistas entre los futbolistas.
En PS4, que es donde yo testee la entrega, esto no existe. No obstante, sí advertí que los jugadores no cometen estupideces históricas como ir por defecto a buscar una pelota que indefectiblemente va a salir de la cancha, situación que generaba cientos de laterales para el equipo contrario porque en ningún lado se explicaba la combinación de botones para evitarlo.
En lo que refiere a gameplay, otra de las cuestionas mas evidentes es lo sencillo que resulta realizar movimientos especiales, y aunque yo no los utilizo porque no manejo once Neymares, da gusto que con un simple movimiento de stick, el jugador bajo mi control ejecute una finta o un quiebre de cintura que TIENE ÉXITO.
El Primogénito
Ya pasó Sue Ellen Carpenter. Ya pasó “Me cortaron las piernas”. Ya pasó Hristo Stoichkov. Y está pasando George Hagi, el Maradona de los Cárpatos. Un doloroso 3 a 2 nos deja fuera de la Copa Mundial de 1994. Adiós EEUU. Adiós.
Esa noche no hay torneo de FIFA 94 en el edificio. Solo silencio.
A fin de ese año tendré mi comunión y con el dinero de la misma podré comprar el SEGA Genesis.
De momento soy feliz con el Family en el cual aparte de los vicios de siempre (Super Mario 3), me he hecho muy fanático del Goal! Two o como se conoció por estos pagos: El Goal 2. Mis ojos de niño, el CRT de 14 pulgadas 4:3 y la imaginación infinita me hacen creer que no es tan diferente al FIFA que juegan mis más acaudalados vecinos. La disposición visual es casi igual, en diagonal al campo desde arriba sin ser top down como otro de los éxitos futboleros del momento, “Striker” exclusivo de SNES al que le damos con ganas en la tienda de alquiler por dos pesos la hora.
Me divierto con Goal 2, no lo niego.
Cuando por fin tengo el SEGA, en ese maravilloso verano de principios del ’95, el FIFA 94 es uno de los primeros que alquilo. Hasta que Fernando, el dueño de la tienda me dice: “Ya tengo el FIFA 95”. Mediados de febrero. El título había salido a la luz para la navidad del ’94. Era totalmente nuevo de acuerdo a los estándares de la época. Yo le había dado bastante a su precuela, pero esta nueva entrega iba a derretir transformadores.
Era una cosa de no creer. Tenía equipos de Ligas. Reales. La Premier League, la Bundesliga, el Campeonato Brasilero. Un disparate.
Recuerdo levantarme un caluroso lunes de febrero –la pileta cerraba el primer día laboral de la semana- e iniciar una liga con el Manchester United de Eric Cantona que estaba totalmente roto en el buen sentido. Desbordar por la derecha y patear al arco era gol hecho 9 de cada 10 intentos.
Como no había forma de guardar el progreso, llegué al final de mi día de vacaciones habiendo cumplido 22 fechas del torneo. Todavía faltaba la friolera de 16 partidos más. Tuve que, desolado, apagar la consola a sabiendas de que nadie me hubiera podido arrebatar la gloria.
No hay Rival
A nivel visual, el motor Frostbite 3 de EA otorga pocas mejoras para la gen anterior. Virtualmente inexistentes. Sin embargo es notoria la cantidad de bugs y glitches con los que salió a la luz aunque, de momento, no me he encontrado con ninguno del calibre de los descubiertos en eFootball. Alguna colisión insólita, alguna pared invisible. En los minijuegos de la sección Volta (el FIFA Street encapsulado), queda perfectamente claro que hay mucho por mejorar, en tanto nuestros avatares adoptan poses extrañas y no ejecutan lo que se solicita.
Los bugs son mas bien de performance. Como con otros títulos que salieron a pasitos de la gen actual, está claro que este nuevo FIFA fue desarrollado con PS5 y XBOX Series en mente. Sin embargo, los tiempos de carga son inexistentes y eso es siempre de aplaudir.
Me molestan bastante algunas modificaciones inentendibles de diseño de la interfaz como la elección de casacas escondida en una pestaña. No suma nada y genera contratiempos y es un poco la tónica aunque queda clara la buena fe. A lo largo de cada nueva sección a la que accedamos, se nos va a otorgar un tutorial audiovisual para explicar como mejorar y aprovechar cada elección. De alguna manera, la idea es que la experiencia por fuera del campo de juego se sienta 100% como una opción a la saga Football Manager. Está a años luz de ofrecer la plétora de cosas que nos da la saga de Sports Interactive, pero cada año se acerca un poco. Y eso, en definitiva es porque, al menos de momento, a nivel audiovisual no tiene tanto mas para ofrecer ni siquiera en la nueva generación.
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Woo-Hoo
Mi vecino de al lado, Marcos, tiene mi misma edad: 13 años a fin de 1998. También tiene PC, pero es distinta a la mía. Es moderna para la época. Un Pentium 2 en el cual funciona el FIFA 98 Road to World Cup. Ya pasó la Copa del Mundo donde nos iríamos en 4tos después de hacer un extraño papel muy honroso de la mano de un Orteguita intratable.
Para mi el juego una locura. Voy a diario a la casa a internarnos a jugar a dos manos en el mismo teclado.
En mi hogar, con un Sega Genesis reparado, entre los estudios y la vida social de un pre adolescente, me enfermo con el FIFA 96, que es mío y es un juegazo (y aún tengo el cartucho) pero también con su rival directo: el International Super Star Soccer Deluxe (o Fighting Eleven) desarrollado por Konami.
Es raro. Son títulos radicalmente distintos en su diversión. Uno apunta a funcionar de simulador. El otro es un arcade donde podes hacer jueguitos y tirar chilenas con una facilidad difícil de describir.
Cada tarde es uno diferente. En el FIFA 96 elijo a la Roma de Fonseca, un artillero bestial con un cañón por pierna izquierda.
El ISSS es un videojuego de fútbol rarísimo para la época, con desafíos para vencer, y plantillas inventadas, en algo que sería costumbre hasta años modernos. Quien lo vicia no lo hace por el realismo. Lo hace por la jugabilidad inédita, suave y divertida. Para elegir a Checoslovaquia y destruir arqueros con el artillero Novotny. Para sacarse la espina de 1994 y que Redonda asista a Capitale para que Argentina levante su tercera Copa del Mundo arrancandosela de las garras a un viejo brasilero moribundo.
En lo de Marcos inicia el FIFA 98 e inmediatamente Blur nos atosiga con su “Song 2”. Es el primer FIFA en tener una banda sonora con canciones reales.
Es otra cosa. Esto es real. Los jugadores tienen caras distintas. Los estadios son reales. ¿Ese es el San Siro?
El camino al mundial, con todas las selecciones que existen. Algo que no se había hecho jamás y que tardarían doce años en repetir.
¿Qué es esta maravilla?
Una mejora sustancial de su antecesor.
Estadísticas Sinceras
Es complejo confirmar si FIFA 22 es mejor en algún aspecto a su precedente. Sobre todo considerando las amplias –y correctas- críticas que recibió FIFA 21 por ser una fotocopia del FIFA 20 que a su vez no cambiaba prácticamente nada del FIFA 19. Intenta modificar algunas cuestiones muy interesantes como la posibilidad de crear un equipo femenino en Clubes PRO. Estaría bien que aparte EA nombre a alguna futbolista en sus embajadores, pero, pasos de bebé.
Es siempre mas sencillo enumerar lo que cambió para mal que lo que cambió para bien porque al que se sienta a diario a patear un rato de manera virtual le resulta mas rápido de ver y de sentir en los dedos.
Una de las primeras “sensaciones” que tuve fue que los futbolistas son pesados. Cuesta moverlos. Sin embargo se vuelven inalcanzables cuando arrancan a correr, sobre todo los que son veloces y tienen aceleración arriba de 80. Esto es real a favor y en contra.
Los stats de los futbolistas están cada vez mas ajustados a la realidad de los números. Un mediocampista inteligente, con visión y buen passing, acertara los pases que uno que no tenga estadísticas decentes en esos apartados. Un delantero con estadística pobre en la marca no robara jamás una pelota en la salida y sus tackles serán cortos y vergonzosos.
Los entrenamientos se conjugan de manera excelente con el apartado de “Desarrollo de Jugador” donde podemos mejorar a nuestro equipo y lograr que cada futbolista de la escuadra adopte una posición o cualidad específica.
Los Años Perdidos
Otro vecino, y uno de mis mejores amigos de siempre, es Nicolás al cual leyeron en una nota para otra página. En el 2006, mi amigo invierte en una PC nueva. No recuerdo específicamente las características pero voy a asumir que era uno de los primeros Pentium Dual Core. Aparte del Age of Empires 2, y el Call of Duty 2, tiene el FIFA 06.
Uno juega con joystick y el otro con teclado. Me cuesta menos con el teclado por razones inentendibles. Wayne Rooney es un Dios. Saca del medio, le pega al arco y es gol. Es un descontrol la plantilla del Manchester United, el primer equipo que manejara en un FIFA con ligas una década atrás. El nombrado Rooney, Scholes, Giggs, y Van Nistelrooy. Los últimos años de Roy Keane y Sjolskaer (hoy DT de los Devils), los primeros de Piqué, Vidic, Fletcher, y un tal Cristiano Ronaldo.
El FIFA 06 marca un hito en la historia de los videojuegos futbolísticos al incluir –tarde pues ya lo había hecho el PES 4– al mejor futbolista de la historia no llamado D10S. Lionel Messi había debutado oficialmente en el Barcelona un año antes, pero posterior a la fecha de salida del FIFA Football 2005. Por eso es que entró en la versión siguiente con posición de enganche y un puntaje global de 78.
Por esa época, Pro Evolution Soccer era fácilmente hackeable y en las ferias y shoppings barriales se vendían versiones del popular título con la liga Argentina con relatos de Walter Nelson. Los FIFA no tenían como competir y por eso es común escuchar que la primera década del 2000, el PES fue un claro dominador en ese novedoso duopolio. Al menos en Argentina los pibes se juntaban “a jugar al Winning”. Los que le dabamos (y disfrutábamos) el FIFA éramos una minoría.
Aparte de con Nicolás, con el cual jugábamos con dos futbolistas creados en el mismo equipo, yo viciaba FIFA Streets y FIFA 07 en mi PSP. Que placer sentarse por horas en cualquier lado a drenar la batería de la portátil. Las versiones de PSP, limitadas en aspectos, eran también bastante mas fáciles. Hasta en la máxima dificultad pude levantar la Champions con el Rochdale, plantel del ascenso inglés.
Artillero
Adquirí a Luis Vásquez con el Libertad de Wilde, club real que está construyendo su club en las entrañas del barrio donde crecí. El artillero de las inferiores xeneixes llegó a mi creado club (perdón Sarmiento de Junín) por dos mangos. Global de 65. Gracias al entrenamiento dedicado para transformarlo en 9 “pescador”, lleva convertidos 15 goles en 18 fechas. Vasquez está donde tiene que estar SIEMPRE. Es un animal.
El sistema funciona.
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Dentro de los modos de juego, los cuales probé todos, me decepcionó bastante no matchear casi nunca en el modo VOLTA ni encontrar gente en Clubes PRO. No tuve suerte. Mi historia con el FIFA está íntimamente relacionada con el modo carrera en el cual, por ejemplo con el FIFA 15 logré el acontecimiento de ser retirado tras dieciocho temporadas de carrera. Simplemente me avisaron que me retiraba. Escandaloso pero lógico. La inteligencia artificial ya no podía seguir generando futbolistas aleatorios.
El modo carrera es el más popular después de la bolsa de merca en el cual se convirtió ULTIMATE TEAM con sus cartitas y su companion app, modo bien definido por un amigo y colega como “Gacha con futbolistas”.
Nunca pude meterme bien a UT porque casi nunca jugué un FIFA en el año de su salida o con conexión a internet. Para escribir este largo artículo me enfoqué en otros aspectos de la saga pero prometo meterme al modo y contarles mis impresiones mas adelante.
De momento, con las capturas y videos pueden mas o menos darse una idea de que FIFA 22 es lo mismo de siempre y como no tengo recuerdos de que alguna vez haya sido un mal videojuego, no podría criticarlo de forma negativa.
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El Mundo Real
En el 2014 comencé a dirigir a un equipo. No. No en un videojuego. En la vida real. Ya había tenido experiencias con el equipo de futbol de la empresa en un torneo sindical. Al Francocanadiense (no pregunten) llegué por Nacho, amigo de un amigo. El 9 de área alto y con buena técnica en mi mente de DT era Fonseca, Rooney, Cantona. Y mi obligación era rodearlo de todos esos que a lo largo de mi vida había “dirigido” en los videojuegos.
Les quemé la cabeza. Tenía un plantel amplio para el futbol no profesional. Dieciocho jugadores. Mi 11 titular era un 4411 con Nacho de ariete, Nico de enganche, Lalo y Facu por las bandas, Mauro y el Kun de doble 5, uno con mas salida, otro con mas marca. De los 4 del fondo solo me acuerdo del lateral izquierdo, Seba, un 3 con recorrido, gambeta, gol. Me reencontré con él hace unos años justamente por Libertad de Wilde (la contraparte real), ya que él se desempeñaba ahí en el equipo senior.
Fue gracias al FIFA que les quemé la cabeza.
Los hacía cambiar de sistema varias veces por partido. Les pedía cosas que yo hacía con el joystick pero que en la realidad solo es posible con entrenamiento diario personal.
Fue terrible.
Salimos campeones invictos y logramos el ascenso.
Volvía a casa y a darle al FIFA en la PS4 con mi amigo Marcelo desde el mediodia hasta la merienda.
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