Bright Memory: Infinite Review – un reluciente y frenético shooter

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Lanzado como una versión mejorada y extendida del juego original, Bright Memory: Infinite en principio partió del desarrollo de un solo dev Zeng Xian Cheng con el estudio chino FYQD Studio. Una mezcla entre Crysis y Shadow Warrior, que a pesar de ser corto, presenta todas las posibilidades que todavía brinda el motor Unreal Engine 4.

Bright Memory: Infinite esta disponible para PC

Un futuro mitológico

En Bright Memory: Infinite nos trasladamos al año 2036 en donde sin ninguna explicación aparece un agujero negro en el cielo y una especie de tormenta eléctrica comienza a afectar a la tierra. Nuestro heroína encargada de poner orden a este caos es la agente Sheila parte de la Organización de Investigación de Ciencias Sobrenaturales. Ni bien llegamos a la zona nos damos cuenta que este fenómeno parece conectar con una antigua civilización que materializa guerreros ancestrales. Al mismo tiempo otro grupo quiere hacerse el control de este poder y detener nuestra misión.

No es que la historia del juego sea poco interesante, pero debido a su corta duración, claramente se nota que Cheng no tuvo tiempo de darle un mayor contexto o más respuestas a los fenómenos que ocurren. Lo mismo pasa con Sheila, es un personaje estereotipo sin un pasado o más motivación que “salvar el mundo”.

Obviamente que lo mejor de la historia son sus increíbles cinemáticas que corren con el mismo motor gráfico que el juego y eso logra una unidad entre el relato y el gameplay. Lo único que sentía en contra es que hay algunos diálogos que se pierden (yo lo jugué con audio chino y subtítulos en ingles) en el medio del choque de espadas y disparos.

Armada hasta las pestañas

Es indudable la influencia que juegos como los nuevos Doom, Shadow Warrior han tenido en un pequeño título como Bright Memory: Infinite. Pero también en cierta medida otros clásicos como Painkiller y también algunos elementos de Dark Souls.

Sheila arranca la aventura sin muchas vueltas. No muy lejos de la partida encontramos todas las armas disponibles: una pistola, ametralladora, escopeta y un rifle francotirador. Cada una de estas armas pueden mejorarse con municiones explosivas o que persiguen a los enemigos.

También contamos con una espada para atacar de cerca o de lejos con tajos que desprenden rayos. Las combinación de la espada y aquellos movimientos que vamos destrabando, lo convierten en un alocado hack and slash. También tenemos un gancho para balancearnos o atraer enemigos y un impulso para empujarlos. Sheila puede hacer wall run, doble salto y slash. Hay tantas opciones que morir en el juego es más por un momento de distracción que una falta de herramientas. Tenemos una barra de vida que se recarga sola y otra de energía que también lo hace.

Los enemigos son bastante genéricos y su IA no es grandiosa pero funcionan más como una repetición de movimientos que tenemos que recordar para darnos cuenta cuales atacan de lejos o como se mueven los arqueros; etc. El parry es la mejor defensa frente a ciertos ataques o para devolver algunos.

El juego cuenta con dos momentos que no tienen mucha lógica dentro de tanta acción. Por un lado un nivel de sigilo y otro donde conducimos un auto con una ametralladora. ¿Divertidos? Seguro, pero estan un poco forzados. Me imagino a Xian Chen pensando y ¿qué más puedo poner?.

Lo más desafiante del juego son las batallas de jefes finales, ya sean muy grandes o con ataques rápidos.

El juego termina siendo muy corto y ciertamente inconcluso. No es un punto negativo pero sin lugar a dudas nos deja con muchas ganas de seguir machacando enemigos. Quizás un modo horda sería un gran añadido.

Luz, polvo, lluvia, fuego, balas y acción

Mi primera impresión cuando vi la versión anterior de Bright Memory fue esto no puede ser real. Pero con Infinite ya terminado puedo confirmar que lo era. El trabajo visual del juego chino es impresionante. No hay una gran variedad de colores y todo se siente más oscuro, con tonalidades verdes y flashes de luces; pero si pensamos en la lógica que estamos en el medio de una “tormenta” se perdona que el juego mantenga ese estilo.

El motor Unreal Engine 4 produce una acción frenética en los movimientos como también algunos detalles en las piedras, la vegetación o la lluvia. Incluso se pueden apreciar los casquillos de las armas con absoluto contraste.

El sonido no es tan grandioso en comparación pero algunas armas como la escopeta o el rifle suenan muy bien con cada disparo. La música aparece en los momentos épicos y acompaña en las batallas finales o en las cinemáticas.

Requisitos del Sistema

MINIMO: Requiere un procesador y un sistema operativo de 64 bits – SO: Windows 10 64 bit(1903)- Procesador: INTEL E3-1230v2 / AMD FX-8350 – Memoria: 8 GB de RAM – Gráficos: NVIDIA GTX960(4G) – DirectX: Versión 11 -Almacenamiento: 13 GB de espacio disponible

RECOMENDADO: Requiere un procesador y un sistema operativo de 64 bits – SO: Windows 10 64 Bit(2004) – Procesador: INTEL i7-4790K / AMD FX-9590 – Memoria: 16 GB de RAM – Gráficos: NVIDIA GTX1060(6G) – DirectX: Versión 12 – Almacenamiento: 13 GB de espacio disponible – Notas adicionales: (Hight Ray Tracing):NVIDIA RTX 3080 / (Normal Ray Tracing):NVIDIA RTX 3060

Bright Memory: Infinite

  • Historia6
  • Jugabilidad8
  • Innovación5
  • Gráficos10
  • Música y Sonido7
  • 7.2

    Score

    Bright Memory: Infinite es en conclusión un ejercicio de desarrollo técnico. Su historia no sorprende y tampoco presenta mecánicas que no se hayan visto en otros título. Es un juego divertido y que visualmente no tiene desperdicio.
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Critico de Cine y fundador de la revista digital visiondelcine.com. Amante de los videojuegos desde la family en la cuna hasta una PC Gamer en el living. Sigo con esperanzas de ver Half-Life 3. ñ


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