Indika: Review – La novicia rebelde

Las primeras imágenes de este título me llamaron inmediatamente la atención: un juego protagonizado por una monja, pero a la vez se veía mucha acción, plataformeo y una atmósfera bastante badass. Grande sería mi sorpresa al descubrir que lo que había visto no era más que una simple capa de la impresionante cebolla que terminó siendo este juego.

INDIKA se encuentra disponible para Playstation 5, Xbox Series y PC

PONIENDO A PRUEBA LA FE

INDIKA es justamente el nombre de la protagonista de este juego, una joven monja que vive recluida en un convento en medio de la nevada Rusia. La muchacha no es demasiado apreciada por el resto de sus compañeras, más que nada porque ella vive, literalmente, con la percepción de la realidad completamente alterada. Por un lado, imagina todo el tiempo que vive, realmente, dentro de un videojuego. Todo lo que hace, sus tareas, mandados y quehaceres le dan “puntos” y “adquiere experiencia“. Todo ese se desarrolla en su cabeza en un art style en pixel art, que nos recuerda a los juegos de la época de los 8 y 16 bits. Por otro lado, porque en su cabeza también hay una voz maligna que está constantemente susurrándole, y haciéndola dudar de la verdadera fé.

Por diferentes circunstancias de la vida, Indika será encomendada con la misión de llevar una importante carta a la ciudad de Paslov, a un monasterio bastante alejado del convento. En medio de su travesía, la monja conocerá a Ilya, un prisionero de guerra prófugo que fue herido en un brazo, y que necesita una amputación urgente. Ilya se dirige hacia el mismo monasterio que Indika, pero él va en búsqueda del Kudets, un artefacto religioso que, según dicen, tiene poderes milagrosos  y puede curar cualquier mal, incluso el brazo de Ilya.

Ambos se embarcarán en un viaje hacia el monasterio. Un viaje que no solo pondrá a prueba sus creencias y su fé, sino también sus resistencias físicas y morales.

LA PERFECTA MEZCLA DE LO MODERNO Y LO CLÁSICO

Una de las cosas más interesantes del título es que mezcla de manera súper orgánica tanto cualidades técnicas como jugables de títulos modernos y de hace más de 30 años.

Cómo se ve en las imágenes, una parte del juego se ve y se juega como un AAA moderno, con gráficos realmente lindos y actuales, controles y situaciones acordes a los juegos de alto presupuesto actuales. Pero, durante estos tramos, las acciones que Indika realice, los altares que encienda o los “coleccionables” que encuentre le irán dando puntos de experiencia, y hasta podrá subir de nivel. Todo ese apartado, además de los menús, se visualiza en pixel art, y hasta tienen melodías y sonidos similares a los midis ochentosos. Esto, por supuesto, solamente lo ve Indika, porque sus puntos solo los consigue en su imaginación, e ir subiendo de nivel y adquiriendo “nuevas habilidades” no sirve realmente de nada en el juego. Incluso muchas acciones o decisiones pueden hacer incluso que perdamos puntos o bajemos de nivel pero, una vez más, no cambia absolutamente nada en el juego. La otra parte del juego, centrada en las experiencias y recuerdos de Indika previos al comienzo de esta historia, si están realizados completamente en pixel art, personajes y escenarios incluidos, y en esas oportunidades el tipo de juego será mucho más clásico, a manera de los viejos juegos de plataformas, conducción o hasta RPGs.

Durante las secuencias “modernas”, tanto Indika como Ilya recorrerán diferentes parajes nevados de la Madre Rusia, abriéndose camino buscando ítems que led permitan avanzar, resolviendo diferentes puzzles mecánicos, escalando grandes estructuras, moviendo palancas, activando ascensores o hasta escapando de sus enemigos en una especie de bici con motor a vapor. En muchas ocasiones tendrán que colaborar para abrirse paso, con mecánicas similares a lo que vimos en los juegos de A PLAGUE TALE.

Durante los escenarios clásicos, la jugabilidad se vuelve clásica también, y el juego se vuelve un platformer 2D donde tenemos que avanzar por, justamente, plataformas que se mueven en diferentes direcciones, hacer saltos entre animales que se mueven, recoger monedas a lo PAC MAN  o jugar carreras en moto a la mejor manera del ROCK AND ROLL RACING.

TE AMO EN TODOS LOS UNIVERSOS

Si empezamos a hablar de la parte técnica de INDIKA, no podemos más que deshacernos en elogios. Los dos estilos gráficos se ven muy bonitos. El motor utilizado en la porción actual del juego se ve precioso, con modelos humanos muy detallados y con rostros muy realistas. La cámara incluso hace paneos muy bizarros a veces, desde debajo de la cara de los personajes, que se ven muy raros pero que se ajustan totalmente a la onda del juego. Los escenarios externos se centran mayormente en un ambiente nevado parecido, aunque se nota el esfuerzo por imprimirle variedad. Los escenarios internos, por otro lado, están exquisitamente realizados y llenos de detalles. Uno de los aspectos más cuidados es el de los vehículos controlables. Cómo ya mencioné, en un momento vamos a poder controlar una bici a motor de vapor y en otro a una especie de grúa/Clark para mover unas latas gigantes. El diseño de ambos vehículos es genial, con una onda de Steampunk maravillosa.

Centrándome ahora en la parte jugable en 2D, los gráficos también son muy bonitos, coloridos y están realizados con mucho amor. El nivel de detalle no tiene nada que envidiarle a juegos del calibre de SEA OF STARS, y, aunque suelen ser secciones relativamente cortitas, son muy entretenidas de jugar y también aplican diferentes mecánicas según la situación.

En el apartado sonoro es juego también es muy destacable. Las actuaciones de voz son excelentes, y mantienen el espíritu bizarro y febril del título.

Sobre todo las performances de los actores que interpretan a Indika y a The Evil One, tanto en las introspecciones de la muchacha como en los diálogos que tienen entre ellos. También hay que mencionar que el sonido cambia de acuerdo al tramo en que nos encontramos, por eso en las escenas en pixel art las voces desaparecen y los diálogos son reemplazados por globos de texto, y lo mismo sucede con los efectos de sonido y las melodías, que adquieren todo el espíritu ochentoso.y noventoso correspondiente.

Jugablemente es un título muy entretenido, engancha y la historia nos tiene siempre al pendiente de como va a seguir. Si bien en general es un juego sencillo, hay algunos tramos que pueden llegar a ser bastante complicados. Morir en el juego no es demasiado castigador, y solamente nos va a llevar un poco antes del punto donde morimos. Aún así, vamos a tener que reintentar algunas secciones varias veces.

El juego no es largo, y en unas 4 o 5 horas vamos a poder terminarlo. De todas formas, tiene bastantes secretos y alternativas como para que lo exploremos a fondo o, por qué no, darle una segunda vuelta.

TU DIOS Y MI DIOS

El tema central del juego es la transgresión. La idea de que la protagonista sea una monja ya nos predispone a pensar que el juego se cimenta sobre ciertas bases religiosas. Y si bien hace muchas referencias a las ideologías cristianas, la mayor virtud del título es que funciona como un gran debate a estas creencias. No solo desde la perspectiva de las profundas charlas entre Ilya e Indika, quienes tienen fuertes creencias y, aunque parecidas, difieren en muchos puntos (como hasta cuándo se puede pensar en la existencia verdadera de los milagros y cuando hay que hacer caso a la ciencia a la hora de ocuparse de los males del cuerpo), sino también con la voz de la conciencia de la monjita, que básicamente es el Diablo mismo, que está en el polo opuesto de las creencias de los protagonistas y aún así tiene argumentos sólidos y convincentes para defender sus posturas. Toda esta subtrama hace al viaje mucho más interesante, sobre todo cuando descubrimos el pasado de Indika y las razones por las que la joven terminó siendo una monja en un convento.

Cómo mencioné, no es un juego largo, pero aún así su historia es interesante, sobre todo por el espíritu jugado del titulo y su falta de miedo a tratar asuntos “sagrados” desde otra perspectiva.