Un trabajo conjunto de estudios Ludosity, Fair Play Labs y GameMill Entertainment que nos traen Nickelodeon All-Star Brawl, un brawler que promete darnos largos ratos de diversión.
Nickelodeon All-Star Brawl esta disponible para PC, Xbox One, Xbox Series X, Nintendo Switch, PlayStation 4 y PlayStation 5.
Hay que reconocer que no cualquiera puede darse el lujo de mojarle la oreja a Nintendo y sacar un símil a la exitosísima franquicia Super Smash Bros y salir bien parado. Nickelodeon, gracias a su enorme repertorio de personajes con una gran carga de nostalgia y una gran jugabilidad lo pudo hacer.

El multiverso de los Nicktoons.
En sí, el juego no tiene ninguna historia propia, ya que el objetivo es meramente la diversión. Sin embargo, tenemos una selección bastante nutrida de los más grandes personajes de los shows de Nickelodeon. Desde clásicos de los 90 como Ren y Stimpy, Helga de Hey Arnold! o Reptar de los Rugrats; algunos de los 2000 como Bob Esponja, Aang de Avatar o el Invasor Zim; o de la última década como Nigel Thornberry, Lincoln de The Loud House o Leonardo de la renovada serie de Las Tortugas Ninjas.

Haciendo un roster total de 20 luchadores, cada uno con sus propios movimientos bien diferenciados de los demás. No impresiona que ninguno tenga ventaja sobre el otro. Si bien algunos movimientos son bastante similares a movimientos del Super Smash Bros, la verdad que el juego es mucho más rápido y vertiginoso que este.
El punto flojo de la historia, es que justamente, no hay historia. El modo arcade de un jugador solamente nos llevará a combatir contra un grupo de personajes aleatorios. Al juego le hace falta un boss final. Y al ganar el último combate los personajes no tienen una historia o mensaje final, ni un motivo para explicar por qué combaten. Los combates siempre comienzan con un insulso mensaje aleatorio que no tienen ningún sentido. Ni siquiera tendremos algún contenido desbloqueable interesante como premio por pasar el juego. Todo esto hace que la experiencia de juego en single player sea bastante básica.

Diamante en bruto.
Lo más destacable del juego es su jugabilidad. Es un juego rápido, intuitivo, muy fácil de aprender, pero con una dificultad bastante alta para perfeccionarlo. El juego se puede jugar en modo deathmatch por vidas, por tiempo o un mini juego en el que se debe embocar una pelota a través de una estrella.

La inteligencia artificial de los enemigos no es demasiado desafiante, por eso este juego brilla más cuando uno lo juega online. La experiencia de jugar online es sumamente placentera ya que la estabilidad de la conexión tiene bajísimo nivel de lag y es muy fácil de encontrar un match competente.
La principal falla de la jugabilidad está en la falta de adaptación del personaje a nuestros gustos, no hay trajes alternativos, no hay distintos estilos de pelea, ni siquiera hay un cambio de color de traje cuando combatimos contra el mismo personaje (lo cual hace muy engorroso pelear porque solo se diferencian en el color de un pequeño marcador sobre la cabeza, lo que presta a confusión). También es una lástima que no haya personajes ocultos, ya que han quedado fuera de la selección algunas series icónicas de Nick como Los castores cascarrabias, Los padrinos mágicos, Rocket Power o Jimmy Neutrón, entre otras.

Una de cal y una de arena
Los gráficos del juego están bastante bien, no es fácil plasmar en 3D personajes diseñados en forma bidimensional. A su vez, el diseño de los escenarios es bastante congruente con los shows de los personajes. Cada uno de los 20 personajes tiene su propio escenario y veremos algunos clásicos como el barco del “holandés volador” de Bob Esponja, la casa de Catdog, la plaza de juegos ambientada en el antiguo oeste de Rugrats…. Una pena que muchos de estos escenarios, que, si bien son visualmente atractivos, están mal diseñados. Haciendo que uno esté más tiempo intentando sobrevivir al escenario que a los contrincantes.

Lo peor del juego por lejos. Para empezar, los personajes son MUDOS. No escucharemos ningún sonido emitido por los personajes. Ni diálogos, ni gritos, ni quejidos. Absolutamente nada. Para colmo hay que agregar que la banda sonora de cada escenario es buena, pero no tiene nada que ver ni con el show original al que hace referencia, ni correlación alguna con el progreso de la batalla.

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