Tetsumo Party, desarrollo del estudio indie Monster Couch, es un juego casual que nos recuerda al programa estadounidense “Hole in the Wall” (o a su versión argentina “El muro infernal” con la inolvidable conducción de Marley). En el cual los competidores debían disponer su cuerpo en las formas más extrañas para poder pasar por un agujero de una pared que avanzaba hacia ellos.
Disponible para PC, XBOX One, PlayStation 4 y Nintendo Switch.
El juego en cuestión es una representación exacta del mismo desafío del muro infernal, nuestro personaje es un luchador de sumo que deberá pasar por los muros que vienen hacia nosotros acomodando sus segmentos corporales para no ser impactado por la pared y descalificado. Y es importante destacar otro parecido fundamental de Tetsumo Party con el show de El Muro infernal: ambos fueron un rotundo fracaso. Es casi lo mismo, pero sin Marley.
Historia
La historia de este juego está absolutamente ausente. Elegimos entre un puñado de luchadores de sumo con diferentes atuendos y estos tienen que pasar por la serie de paredes macabras con la silueta recortada. ¿Por qué? Porque eso es lo que hacen los luchadores de sumo en sus ratos libres.
Gráficos y sonidos
Respecto a gráficos: los gráficos son realmente malos. Los personajes tienen sus cuerpos hechos con polígonos mal recortados que hasta el peor juego de PlayStation 1 tiene personajes con detalles más cuidados. Los fondos del área de juego varían de partida a partida, todos representan algún lugar del mundo. Todos igual de absurdos y sin ninguna correlación con la partida o el personaje elegido.
Los efectos de sonido son igual de malos que los gráficos, apenas un par de voces o exclamaciones repetitivas y de fondo una «musiquita» de feria acorde a lo que el juego representa.
Jugabilidad
A pesar de no tener ninguna explicación es un juego que podría jugarlo cualquier persona con el coeficiente intelectual superior al de una piedra.
Los muros se suceden uno tras otro y nosotros utilizando un botón para cada uno de nuestros miembros iremos tratando de darle forma del hoyo que se avecina. Cada tanto se nos acercará un pez gigante vestido de frac que nos ofrecerá powerups si es que podemos alcanzarlo con la mano. Detalle importante, si el muro nos golpea no solo perdemos, también tendremos un hermoso primer plano del trasero de nuestro personaje.
Al pasar los primeros cinco muros parece divertido, al llegar al décimo muro nos damos cuenta que no lo es. Al llegar al vigésimo nos damos cuenta que es una seguidilla de muros infinitos que no lleva a ningún lado. Al superar el muro 30 probablemente estemos ideando una forma de estrangularnos con el cable del joystick (afortunadamente hoy en día son inalámbricos). El juego es demasiado repetitivo y aburrido. Ni siquiera jugando multiplayer con nuestros amigos bajo los efectos de estupefacientes se vuelve entretenido.
